ᴀᴍᴅǫᴘ_ᴠᴍɪɴ ||ʟɪʙʀᴏ 1||

Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 15 [2/4]

Tae me alcanza a unos pocos metros de la camioneta, donde Hyuna está de pie, esperándonos. Cuando la veo masticar un gran puñado de chicle, me doy cuenta que debí haber perdido el mío en algún momento de la pelea con Seokjin, pero no sé si me lo tragué, si se me cayó, o qué.

Levanto una mano nerviosa a mi cabello, esperando no encontrarlo allí.

—¿Qué demonios te ha pasado? —dice Hyuna, soplando el chicle de su boca como una bola de saliva de un bolígrafo Bic. Sacudo la cabeza con incredulidad.

Hyuna mira a Tae, que está a mi lado otra vez.

—En serio, calabaza, ¿qué diablos está pasando?

—Seokjin es gay —le digo, y es un chillido, como mi voz después de una noche particularmente tarde en el bar cuando he tenido que gritarle a la gente toda la noche.

Hyuna se ríe incómodamente y mueve la cabeza.

—No lo entiendo —dice ella.

—Seokjin es jodidamente gay, Hyuna —le digo—. Acabo de verlo.

Ella busca en mi cara y cuando ve que no estoy bromeando o jugando, su boca se abre.

—Santo... —exhala.

Tae intenta poner su brazo alrededor de mí, pero siento que las hormigas de fuego se arrastran por todo mi cuerpo. Estoy cubierto de polvo del suelo del cobertizo; puedo sentir que hay sangre en mi cara además de lágrimas, y rastros del sabor del vómito vuelven a introducirse en mi boca. Por todo eso, no puedo quedarme quieto. La idea de subir a la camioneta casi me saca de quicio.

—Voy a caminar —le digo, aunque suena como si cada palabra me rascara la garganta—. Los encontrare en tu casa.

—¿Estás bromeando? Son como nueve kilómetros —dice Hyuna.

—Estaré bien —le digo, metiendo un poco más de chicle en mi boca—. Solo necesito tomar un poco de aire.

Hyuna y Tae se miran de lado de forma extremadamente irritante.

—Caminaré contigo —dice Tae.

—No —le digo—. Gracias, pero no tienes que hacerlo. Te veré más tarde.

—No fue una pregunta —dice Tae, y le arroja a Hyuna las llaves de su camioneta.