Adicto a su veneno

9

El día seguía pasando despacio en Cruz del Norte. Fátima Zahir era el blanco de muchas presas que buscaban vengarse de algún modo de su madre, esa era la mejor manera de hacerle daño a alguien a quien no se lo podías hacer directamente. Aún seguía sin comprender lo impasible que se mostraba Zulema ante todo esto, ignorando por completo lo que sucedía, ni se entrometió en una de las peleas en las que estaba envuelta su hija en la que había ocurrió minutos después de que volvimos de aquella cita que no sirvió para nada. No estaba seguro de lo que pretendía o si realmente no le importaba...

(Sala de vis a vis)

Hierro da su recorrido normal por cada una de las mesas, procurando evitar que se pasen drogas, dinero o cualquier cosa de contrabando.

[hombre] Sí. Soraya se me puso a huevo,
y qué quieres que haga?

[Lunal ¿Soraya también?
Elena, Sonia y Soraya?

"Joder con estas parejitas"

—Si yo solo pienso en ti. Ven aquí.
—¡Que ni me toques!...No sabes lo que quieres.
Eres un imbécil y un niñato.

"Necesito terminar el día y largarme, odio tener que lidiar con este tipo de conversaciones.
—sigue caminando pero algo lo hace detenerse, se gira al escuchar el golpe que le ha dado este hombre a una de las reclusas.. Lo estampa contra la mesa. —Vuelve a ponerle una mano encima y te arranco la cabeza. Valdo, se acabo el vis a vis para este hijo de puta. —lo empuja para que lo retiren de este sitio.

"Andando"

H: ¿Ese retrasado es tú novio?

L: Sí. Más o menos.—suspira. —En esto se basa nuestra relación, el me pega y yo me maquillo.

*Puerta*

—Mira, yo no soy tu padre,
pero búscate algo mejor, no?

L: Pero si él me quiere Hierro. Me quiere mal, pero me quiere.... ¿Oye, tu nunca te has enamorado de alguien que sabes que no te conviene, que te hace daño, que te baja el autoestima, y pese a todo sigues ahí?

—Venga. —ordeno. Para tratar de evadir eso último que dijo. Lo cierto es que podía comprender a la perfección tal vez no era amor lo que sentía. Era algo imposible, pero no podía ignorar lo que pasaba dentro de mí cuando estaba tan cerca de ella.

Llego a la galería principal y me topo con la causante de mi guerra mental, dejándome completamente congelado por la escena, decido seguir mirando, aprovechando de que no puede verme. Sonrío inconscientemente al ver como trata de cargar a un bebé torpemente. Joder.

S: Cuidado con la cabeza.
Z: No
S: Sí. Cógela.
Z: Es que.... Esque soy una madre de mierda.
S: Todas lo somos. Pero lo intentamos.—ríe sin ganas. —Hoy la estoy dando en acogida. —Saray se entristece al no recibir respuesta. —¿Me estoy equivocando? !Me estoy equivocando!. —responde a su propia pregunta.
Z: Lo estás haciendo bien gitana. Aunque duela. —reprime las lágrimas que amenazan por salir. —Se parece a ti.
S: Menos mal.—sonríe entre lagrimas. —Dijiste que no nos volveríamos a hablar
hasta que enterráramos a nuestras hijas. ¿Te acuerdas?
Z: Nos ha sonreído la vida. Y nos hemos encontrado antes. Te quiero, gitana. No te voy a volver a dejar.
S: Y yo a ti.

"¿Hierro?"

P:¿Hierro?. —vuelve a repetir al no recibir respuesta.
H: ¿Que sucede, Palacios?
P: Joder.. míralas otra vez juntas. —comenta. Al apreciar la escena entre Saray y Zulema. —Nada te quería pedir qué fueras por Zahir. Tiene un vis a vis.
H: Pero si ya ha terminado la primera ronda de los vis a vis y la otra empieza en dos horas. —Palacios alza los hombros para hacerle saber que el tampoco entiende. —Bien. Voy por ella.