"Mierda, no lo vió venir"
....¿No te escucho?. -Se acerca ella para oÃrla. -¿Que hacÃas fuera de tu celda? Habla. Oh mejor dicho que hacÃas con ella?.
-¿Si ya lo sabéis, para qué preguntas?.
-QuerÃa oÃrlo de tÃ. Zulema. No creo que fueras a contarle un cuentito antes de dormir. Eres afortunada de que yo sea el que vigila las cámaras esta noche.
-Verá poli. No podÃa conciliar el sueño.
-resopló con dramatismo. -Y sólo querÃa hablar con alguien.-¡Claro!. -Rozó sus labios en su oreja y la empujó aún más fuerte contra la frÃa pared...
...mientras le susurró. -¿Crees que soy imbécil?.Ella abre los ojos, hasta encontrarse con los de hierro, su respiración era agitada...
-¿Quieres oÃr la respuesta?. -preguntó sarcástica.
"Zulema actuaba en función de lo que a ella le convenÃa, asà que no era extraño que cambiara de disfraz para conseguir lo que ella deseara. Pero el qué' Qué podÃa interesarle tanto de Hierro?"
Se quedó en silencio, mirándolo fijamente...
...analizando las posibilidades que tenÃa, si debÃa o no debÃa dejarse llevar. Hierro podÃa llegar hacer un blanco fácil pero también podÃa complicarlo todo.
Para el no fue indiferente la cercanÃa que estaba teniendo un milÃmetro más y podÃa rozarle los labios.
-Qué?. -musitó ella en un susurro,
con arrogancia, toscamente.No le respondió con palabras, sino con
hechos.
Soltó las manos que tenÃa sujetadas con fuerza anteriormente, colocándoselas hacia delante, la agarró de la cintura pegandola a el, acariciando su abdomen mientras suspiraba por la tensión, por la excitación. Se quedó mirándola en silencio,con las pulsaciones aceleradas.
Desplazaba su mirada entre un ojo y el otro......ahora eran más oscuros, un verde más intenso... podÃa llevarlo al lÃmite con ese simple gesto, mientras seguÃa bajando sus manos peligrosamente hacia la goma de su short.
-¡Quieto. Hijo de puta!. -Le advirtió al sentir a dónde se dirigÃa.
-¿No te gusta? -murmuró en su oido, aproximandose a su mejilla hasta llegar al inicio de su boca, Zulema apartó su rostro nuevamente al frente, pegando su barbilla a la pared: -A ver, dÃmelo. -La volvió a retar.
Zulema no respondió y lo que hizo fue impulsar su cuerpo hacÃa atrás al mismo tiempo que su cabeza dándole más accesibilidad a su cuello, rozandolo de tal forma que lograba que hierro perdiera la cabeza;
Asà que el lo tomo cómo un permiso, se balanceaban ambos adelante y hacia atrás. Su boca arremetÃo contra su cuello, mordiéndolo, lamiéndolo de una pasada, de abajo hacia arriba, depositando un leve mordisco. Para luego continuar bajándo el shorts con los dedos, despacio, dejandolo en sus muslos. Y con la otra mano en dirección a uno de sus senos....
...Los apretó con fuerza por encima de la camisa e introdujo su mano directamente en su ropa interior, sintiendo de inmediato el calor que desprendÃa, comenzando a estimularla despacio.Ella se mordÃa los labios para evitar un gemido, apretó con fuerza sus dientes, odiaba que la excitara de esa forma pero también lo deseaba al mismo tiempo, frunció el ceño al sentir los frÃos dedos de el sobre su clitoris. Se movÃan a la perfección, robándole un gemido convertido en un susurro... Introdujo dos dedos en su interior, moviéndose con fuerza
y precisión.......las venas de sus manos se resaltan aún más, tenÃa fuerza y aquello se le daba realmente bien, como si supiera a la perfección la manera en que le gusta a ella, metiendo un tercer dedo.
La mano libre de Zulema se deslizó hacia
el brazo de Hierro que se movÃa en su
interior, apretándosela con fuerza, sintiendo las embestidas y como se tensaban sus músculos, el sonido que emanaba cuando sus dedos entraban y salÃan, haciéndola contraerse una y otra vez, percibiendo el calor, el placentero cosquilleo. Hierro quito la mano de su seno para dirigirla a su boca, tapatandola para evitar cualquier sonido que los delatara, aunque Zulema podÃa ser lo suficientemente silenciosa, sabÃa cómo contenerse.La Mora pretó con fuerza los ojos, los dientes cuando sintió los dedos de Hierro curvarse hacia arriba, tocando ese punto exacto mientras ella enterraba las uñas en el brazo que la mantenÃa al precipicio. Hasta que su garganta se quedó sin aire y su cuerpo explotó contra sus dedos, sintiendo las incontrolables contracciones, aprisionándolos con fuerza en su interior. Un gemido ahogada se produjo en su garganta lo suficientemente audible para Hierro. Una, dos y tres veces, por cada embestida.
-Te deseo tanto. -murmuró en su cuello. -Tanto. -volvió a repetir.
Bajo la velocidad poco a poco. Sosteniendola aún, desplazando sus dedos mojados por su piel, senos, cuello. Esta lo observó con la boca entre abierta y jadeante, dirigiéndo ahora su mirada a la boca de Hierro, al ver como lamia uno de sus dedos que anteriormente estaban dentro de ella.
-Espero ahora puedas conciliar el sueño. -dijo en un tono satisfecho. Mientras le subÃa los shorts.
La Mora le dedicó una sonrisa fugaz, mientras acomodaba su camisa y su pelo.....
-Espero que sà Carcelero.--finalizo a sus palabras......
Hierro iba a decir algo cuando se percató que ella se alejaba en dirección a su celda dejandolo con la palabra en la boca, asÃ, sin más. Siempre se ponia digna cuando pasaba algo entre nosotros o cuando estaba más cerca de conseguir algo de ella.
La conocÃa lo suficiente para saber que no debÃa seguirla o insistirle en algo.....
______________________________________________
Es un capÃtulo corto, no podÃa dormir uuh. Espero lo disfruten 😚â¤ï¸
________________________________
ESTÁS LEYENDO
Adicto a su veneno
Fanfictionfan fic: (Zulerro) Nada más caótico que encontrar el veneno y el antídoto en la misma persona. -Zulema Zahir: una de las reclusas más peligrosas de las cárceles cruz, con un coeficiente intelectual privilegiado es de esas mujeres que difícil mente s...