El conjunto de vivencias colorean tu corazón hasta alcanzar una gama determinada, el cual, definirá todos tus pensamientos, sentimientos y preferencias. Para poder comprender el color, debemos entender de dónde proviene.
¿Qué es lo que reside en el...
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En sus los diesisiete de su vida jamás había experimentado aquella mezcla confusa de sentimientos. Amaba a su señorita desde que tenía memoria, desde que ella cruzó la puerta de su comedor en Escandinavia, pero ahora el quinto asiento de Totsuki estaba en la peor situación de su vida. Sus ojos rojos ya no solo miraba a la chica, ahora también estaba fijándose en su más grande rival, por el que fue vencido en la Selección de Otoño. Ahora observaba a las dos personas que ocupaban su mente, peleándose por ver cual era la mejor forma de hacer curry.
—Hayama así no convenceras a la señorita. —Hayama miró al pelinegro y su manera de hacer tan calmada cuando está sin su pañoleta.
—Dile a tu ama que deje de modificar mi receta y hallarle fallos. —A Ryo le gustaba como sonaban aquellas palabras ama. A veces el pelienegro pensaba que ellos dos eran más compatibles por ser tan diferentes.
—Cuando la señorita hace algo nadie puede hacerla cambiar de opinión. —El pelinegro miró a su compañero entre suspiros.
—Ryo-kun tú también di algo. —El pelinegro adoraba escuchar su nombre salir de la boca de la chica, suspiró mirando aquellos ojos carmesí.
—Señorita, Hayama las dos recetas son buenas ¿Por qué no trabajan en una que los dos puedan hacer? —Aunque le dolía decir hacerlo ellos dos juntos eran un buen dúo, uno mejor que Alice o él, e incluso mejor que Hayama y él.
—¿Los dos? ¿Tienes algo más que más que hacer Kurokiba? —Ryo miró extrañado al moreno, sus ojos verdes estaban buscando alguna respuesta en el chico.
—Si, una shokugeki con Yukihira —mintió descaradamente para dejarlos solos. Ambos peliblancos lo miraron extrañados, no habían oído hablar de aquella batalla hasta ese momento.
—No está programada Kurokiba, de seguro te confundiste de día. —A veces Ryo odiaba aquel modo que Hayama tenía de darse cuenta de las cosas.
—Oh, verdad hoy debo ir a ayudar a Takumi con algo —trató de buscar una escusa que lo pudiera sacar de aquello, sin embargo aquel dúo era suficientemente potente como para hacer que Ryo dejará todo por ir con ellos.
—Vamos Ryo-kun, tres son mejores que dos. —Su señorita lo invitaba a ir con ellos, pero si él iba entonces Hayama perdería la oportunidad de estar a solas con Alice y viceversa.
—Señorita, no creo que pueda. —Alice le hizo un puchero a Ryo llamando toda su atención, aquel gesto era que estaba un poco molesta con el chico de cabellos negros.
