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𝓽​ꫀ​ꪑ​ꪖ ́𝓽𝓲​ᥴ​ꪖ​: Romance/Confort/Sad

ρα૨εʝα: Ryo x Alice

ıɖɛą: Carta sobre los sentimientos de Ryo.

ıɖɛą: Carta sobre los sentimientos de Ryo

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Querida Señorita:

Es raro que yo le esté escribiendo una carta a usted señorita, si muy raro debido a que siempre estoy a su lado pero en estos momentos no puedo. Ya sea porque usted decidió partir sin querer que fuera o por qué se dió cuenta que su cocina había chocado contra un muro.

No sé si alguna vez se percató, pero simplemente no me gusta verla deprimida, cuando esa sonrisa se apaga es como si la estufa de mi corazón no quisiera calentar mis venas. Para ser sincero, odio cuando eso pasa, porque me doy cuenta de que no soy lo suficientemente bueno como para ayudarla. No sé por dónde ande en estos momentos que lea, solo se la daré a la Señora para que se la envía a donde esté. Solo quiero poner en este trozo de papel lo que en verdad pienso de usted.

Al principio me dije que eras una persona muy molesta, siempre ganándome en mi propio terreno, en serio me irritaba mucho usted, pero con el tiempo descubrí que detrás de esa sonrisa y esos ojos alegre se ocultaba algo mucho más profundo. Cociné y cociné tratando de alcanzarla, sin rendirme logré un día sobrepasarla; estaba tan feliz y usted algo frustrada pero no perdió aquel brillo de sus ojos. Ese día lo acepté, creí que estando a su lado sería el mejor lugar para poder contemplar el mundo, la libertad que trae a su paso señorita.

Me sentía bien, incluso llegué a comportarme relajado, nuestros encuentros en la cocina siempre eran como un volcán al borde de erupción. Sentía mi sangre hirviendo, cada célula de mi cuerpo empeñada a ganarle, a veces perdida pero otras ganaba. Simplemente ver su sonrisa o un puchero me hacía feliz, era diversión pura.

Se debe sentir extraña al leer esto de mi, pues no suelo expresarme mucho a no ser un combate, pero si quería que usted supiera lo mucho que la he estado observando, creo que soy la persona que más la conoce. Sé cuándo está dolida, enfadada, enojada, también sé de primera mano cuanto dolor le dio no recibir nunca alguna carta de Erina. En mi memoria se guardan las infinitas situaciones en las que he estado con usted, a su lado como quiso, pero ahora no sé expresarle como me siento, tantos fueron los momentos que pasamos juntos y nos propusimos a superar que ahora me siento dejado de lado.

No es dependencia a usted, solo es una sensación un tanto incómoda para mí, como si alguna voz en mi cabeza no se cansará de atormentarme, como su tuviera la culpa de algo -aunque la tengo-. Muy bien pude detenerla o irme con usted a contra de su voluntad, pero decidí dejarla ir porque no sabía que decir en ese momento, porque usted necesitaba un tiempo a solas, porque nuestra discusión a quien más la daño fue a usted.

Muy bien puedo decirle lo arrepentido que me siento, pero eso no va conmigo, porque yo no me arrepiento de nada, si lo que dije fueron verdades no me disculparé, sin embargo he de decirle algo nuestra discusión no cambia nada entre nosotros. Señorita por más lejos que se encuentre, por más kilómetros que estemos de distancia, usted siempre será mi señorita. Todas las personas tienen peleas pero usted no es de las que suele enojarse y tomarse las cosas a pecho, la única vez que la ví así fue cuando el padre de Erina trató de tomar la escuela. El brillo vacío de sus ojos rojos aún se me queda en mi memoria, tan solo recordar su cara enojada y sus cabellos blancos me hacen querer darme un puñetazo por mi actitud.

Las palabras indicadas para decirle aquel día eran: "No se preocupe señorita, todo estará bien, usted puede superarlo", pero como llegó tan abatida, sin tomar en cuenta su amor por la cocina, sin cocinar por sus ideales se me subió la sangre a la cabeza y mis palabras no fueron las adecuadas. Aún puedo decirle que estoy enojado con usted por no emplear toda su táctica en ello, por no demostrar todo su amor o incluso por no querer utilizar su inteligencia. Esa no era usted, por ello me enojé.

Yo también me he encontrado en situaciones similares, pero he sabido afrontarlas sin dejar mi estilo a un lado, sin dejar todo lo que me hace ser yo. ¿Sabe otra cosa de la que nunca se percató y siempre estuvo ahí? incluso en aquellas palabras que hicieron que sus ojos derramarán lágrimas, siempre estuvo reflejado mi amor por usted. Por ese sentimiento no podía dejar que se hundiera pero tampoco que tomará a juego sus emociones, cocinar siempre le ha gustado, pero aquel día cocinó como si fuera una pereza, sin emoción; sentí mi corazón partirse en dos pero sino decía "Esta no eres tú" "Debiste dejarte guiar por tus impulsos" "Debiste tomar lo primero que tu cerebro ingeniara" "Esta no es la señorita que acepté seguir" podría usted seguir con el estilo que no le pertenecía, que no sacaba a relucir su luz.

Sabe que señorita, me gusta que pierda con una sonrisa sabiendo que dió lo mejor, a que regrese con un rojo desteñido y una mirada de tristeza, porque la amo y le diría mil veces aquello si la hiciera recapacitar, reordenar su vida e ideas.

Se preguntará ¿Cómo estoy seguro de que es amor? ¿Cómo es que puedo amarla si usted no es la mejor persona? Puedo responder eso con los ojos cerrados, simplemente porque es usted, puede que tenga una personalidad mimada que todo lo que diga debe de cumplirse, que cuando surge un capricho de usted difícilmente salga de su cabeza, puedo decirle que con mis ojos eso no es para nada defectos, simplemente la hacen usted.

No la culpo si nunca se ha dado cuenta, como siempre estamos juntos y nos hemos tratado muy íntimamente eso no es algo que se note mucho en mí, pero puedo asegurarle que no es una cosa pasajera. Mis sentimientos hacia usted se han venido forjando con el tiempo y sedimentando con el pasar de los años, ya no recuerdo cuando los descubrí pero nunca se me va a olvidar como la ví aquel día, con esa sonrisa tan amplia sosteniendo un cucharón de la cocina, su delantal blanco estaba ligeramente manchado y sus mechones le cubrían un poco el rostro, tenía esa mirada que solo pone cuando está entusiasmada. La miré detenidamente y sentí como si mi corazón saltará de mi pecho, cuando usted se dió cuenta de mi presencia se dirigió hacia mí y me sonrió dándome a probar un poco de su nueva receta. Ese día lo supe, ya no eran los sentimientos de un amigo, ya era mucho más, un deseo de protegerla y siempre verla así, con los ojos destellantes en un rojo vivo y una sonrisa.

La tempestad nubla la vida de las personas, usted siempre se ha parado frente a ella con tranquilidad y calma, puedo decirle que va a afrontar este ciclón volviéndose a parar en el ojo, terminará encontrándose de nuevo y superando la pared que encontró en su vida. Hasta entonces yo la esperaré, no quisiera que tardará pues usted viene con la respuesta de mis sentimientos pero tampoco me gustaría que venga a medias.

Cuando vuelva tengamos una batalla culinaria y deme la respuesta a mis sentimientos

La espera,
Ryo.

La espera,Ryo

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Color Club: Black•Ryo Kurokiba | Shokugeki no SomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora