Amor por un humano.

Capítulo 14.

Iba vagando por la ciudad sin rumbo, la verdad es que no tenia donde pasar la noche, por ahora. Las ultimas semanas aqui, sin la supervision de Jack he estado de casa en casa. Alimentandome de las personas que habia y luego antes de que se despertaran me iba. Y por el dia estaba investigando sobre la monja y buscando informacion sobre esa profecia que parecia que querian todos los vampiros.

 Lo unico que he podido averiguar es que con esa profecia se anulan los reyen vampiros, o si los quereis llamar mejor de otra forma, los cuatro vampiros mas fuertes del poder de todos los vampiros y simplemente queda uno. Ese rey va a ser el mas poderoso, el mas fuerte. Y tendrá poder sobre todo, incluso sobre los humanos. 

Cuando el mundo se mezclo, entre vampiros y humanos, las leyes, el gobierno y todo cambio. Ahora gobiernan cuatro vampiros y dos humanos Los cuatro vampiros gobiernan sobre los vampiros y los dos humanos sobre los humanos. Si la profecia se cumple simplemente quedara una persona, puede ser un vampiro o un humano., que gobernara a vampiros y humanos de todo el planeta. Juntando esto y lo poco que he averiguado de un grupo numeroso dirigido por unos cuantos vampiros y humanos, no se nada mas. Creo que se me escapa algo, pero es complicado ya que muy poca gente sabe nada y no esta escrita en libros y no hay nada de informacion, es dificil saber más.

Me sente en un banco del primer parque que vi. Necesitaba reponerme, el dolor seguia en mi cuerpo, con menos intensidad pero lo seguia notando. Era bien entrada la noche, serian sobre las dos o asi y las calles de Londres estaban desiertas, o almenos esta parte de la ciudad. Seguia con la ropa de deporte y se me habia olvidado coger mis cosas del despacho de Jack. 

Gire mi cabeza ya que habia un olor muy fuerte de sangre aproximandose a mi. Ese olor lo conocia muy bien. Escuche el motor de un coche. Me levanté del banco y caminé hacia el interior del parque donde no se veia casi la carretera por la oscuridad de la noche. 

Un frenazo me alertó que me habia visto. Me di la vuelta y vi la puerta del copiloto abierta. 

Me acerque despacio. Y cuando estuve a la altura de la puerta me puse de rodillas con el culo pegado en los talones. 

- Deberias de estar durmiendo. - Dije burlona.

- Y tu en un cama descansando. - Dijo sincero.

- Veo que tienes coche nuevo. - dije mirando el coche.

- Es de un amigo, se lo llevo ahora. - dijo apagando el motor.

- Pues no te entretengo mas. - dije levantandome.

- Vente conmigo. - dijo justo cuando iba a cerrar la puerta.

Me quedé a medio camino y me asome para verle la cara. Le miré y levanté una ceja. 

- Vamos pequeña se que quieres un poco de paz por esta noche. - dijo arrancando otra vez el motor.

La verdad es que hay le daba la razon.

Después de unos segundos dudando en si seria lo mejor o no, me monte en el asiento del copiloto y cerre la puerta. Mala idea porque olia a colonia y a sangre de Harry. Un mezcla deliciosa y a la vez peligrosa. Cerre los ojos y aspiré.

Estuve todo el camino aspirando y relajandome. No tardamos ni veinte minutos en llegar a una urbanizacion de edificios. Eran blancos y negros y tendrian unas 8 o 9 plantas. Se metio en el garaje y aparco en la plaza 40. 

En el ascensor me mantenia lo mas cerca de Harry que podia. El olor que desprencia me habia viciado y no podia dejar de aspirar. 

- Si le vas a dejar el coche, ¿como vas a volver mañana? - pregunte mientras se abrian las puertas del ascensor.