EL ATRIL 2: ISABEL

CAPÍTULO 1

Abro los ojos de golpe y todo el sueño se me pasa de repente. Noto el palpitar en mis sienes y un escalofrío recorre todo mi cuerpo.

- ¿Qué has dicho?.- le pregunto, incrédula, sin moverme.

- Oh, perdona, creí que dormías.- me responde con cariño.- Solo te deseaba buenas noches.

Me siento de golpe en la cama y me giro para encararlo, frunciendo el ceño.

- No, no has dicho eso.

- Habrás entendido mal.- responde. Me parece notar que se pone nervioso, pero enseguida recupera su compostura habitual.- Deberías dormir, ya es tar...

- Has dicho que no querías que el libro terminase.

Su cara pasa a ser neutra. Nada le delata más conmigo que cuando pone su expresión de "capo".

- Eso no tiene nin..

- ¿Tú también eres un viajero de cuentos?.- le vuelvo a interrumpir.

Va a decir algo cuando de repente se calla y se me queda mirando, sin disimular esta vez su sorpresa.

- ¿"También"?.- dice finalmente.

Maldigo en silencio. He hablado de más. ¿Y si estoy equivocada y en realidad ha dicho otra cosa? No, no puede ser: sé perfectamente lo que he oído.

Los dos nos sostenemos la mirada en silencio durante un tiempo que se me antoja interminable.

- Alguien debería decir algo.- dice Vitto finalmente.

- Tú eres el que ha metido la pata primero, así que te escucho.- señalo, escurriendo el bulto.

Me sostiene la mirada unos segundos más y luego suspira. Se levanta de la cama y se asoma a la puerta y a la ventana, para asegurarse de que nadie esté cerca.

- Muy bien...- dice finalmente mientras vuelve a sentarse en la cama.- No sé qué es un viajero de cuentos, pero si te refieres a que si estoy metido en un libro gracias a un atril mágico y que en realidad pertenezco a otro mundo... sí, así es.

La habitación vuelve a quedar en silencio.

- ¿No vas a decir nada más?.- le pregunto.

- Tú también podrías participar en la conversación. Ahora mismo el que acaba de quedar como un loco soy yo. Es tu turno. ¿Qué has querido decir con eso de "también"? ¿Tú "también" eres una viajera? o ¿"también" hay más como yo?

- Yo... también soy viajera.- reconozco, todavía descolocada.

Una vez más, reina el silencio. Ninguno de los dos sabemos muy bien qué decir.

- No sabía que había más atriles mágicos... - murmuro finalmente, manteniendo la mirada al frente, sentada y sintiéndome perdida.

- Yo sí... pero creía que no podía haber dos personas en el mismo libro desde distintos atriles.- me responde, mientras se pasa la mano por el pelo y se gira, apoyando los pies en el suelo y dándome la espalda.

Le miro, incrédula.

- ¿Cuántos atriles de esos hay?.- consigo preguntar.

- No lo sé.- admite, mientras se pone en pie y pasea por la habitación, con una mano en la cintura y la otra en la frente, intentando ordenar sus pensamientos.- Dame un momento, por favor...

Guardo silencio mientras lo veo pasear y quedarse apoyado contra el aparador durante unos minutos que se me hacen eternos. No sé muy bien que decir o qué hacer. Ni siquiera cómo reaccionar.