CAPÍTULO 6

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- No quisiera ser indiscreto, señoritas.- continúa el anciano.- Pero quizás sería conveniente conocer ese caso con algo más de detalle.

Miro a mamá con preocupación. Ya le costó mucho contármelo a mí. No estoy segura de que sea capaz de contárselo a tres hombres a los que acaba de conocer.

- Yo... - logra decir mamá, retorciendo la falda con una mano y subiendo las gafas con la otra, moviendo los ojos con nerviosismo. La conozco. Sé lo que significa eso. Está a punto de buscar alguna excusa para salir corriendo.- Oh, me parece que Bonica está haciendo algo que no debe... enseguida vuelvo.

Sale disparada a la planta de arriba. En el salón se hace un silencio incómodo.

- Hum... ¿deberías...?- aventura Tony, mirándome con preocupación.

Niego con la cabeza.

- Ahora mismo es mejor dejarla sola.- respondo con tristeza.

- No era mi intención incomodarla, lo siento mucho.- se disculpa apesadumbrado Salvatore.

- No se preocupe, ambas lo sabemos. Es solo que... es un episodio muy doloroso de su vida. Yo misma no lo he sabido hasta hace dos días.

Todos volvemos a guardar silencio.

No sé qué hacer... creo que es importante que lo sepan pero... es algo extremadamente íntimo. No veo apropiado que sea yo quien lo explique.

- ¿Os parece bien si pasamos a otro punto?- sugiere Matt.- Si Alison lo considera oportuno, puede hablarnos del asunto más adelante.

Le miro y sonrío, agradeciendo profundamente sus palabras.

Salvatore asiente, conforme con la idea.

- ¿Por qué no sale de mi habitación?- le pregunto, tratando de cambiar de tema lo más rápido posible.- Salí de allí siguiendo el consejo de Matt... y ella no trató de ir detrás.

- ¿Cerraste la puerta?

- Eh... pues... sí.

- Los guardianes no pueden alejarse mucho de su atril.- aclara Tony. - A eso súmale que, no sé por qué temas raros, sólo pueden hacerlo en espacios abiertos. No pueden abrir puertas o ventanas.

- Entonces, de no haber cerrado la puerta...

- Te habría seguido la máxima distancia que le hubiese permitido el atril.- finaliza por mí Matt.

- Es decir, que nos podríamos haber quedado en casa...

- No, hicisteis bien en iros. Elgan nos ha contado mucho más que Isabel a vosotras, pero eso no significa que lo sepamos todo. Sus explicaciones son... difusas... en muchas ocasiones.

- Cuando terminó el libro, ¿le preguntó o dijo algo?- dice Salvatore, abreviando la conversación.

Trato de hacer memoria de ese momento, llevándome la mano a la barbilla.

- Se comportó como si no supiese lo que había pasado.- recuerdo.- Sólo habló de la intensidad del final y le restó importancia, insistiendo en que sólo era un libro. Se quiso acercar a mí para darme un abrazo. Ah, y me pareció que era más grande.

Algo cambia en las caras de ellos cuando termino de hablar.

- ¿Más grande?- repite Matt extrañado.- ¿Qué tamaño tenía al principio?

- Pues... algo más grande que un palmo.

- ¿Tan grande?- se alarma Tony.- Elgan apenas mide unos centímetros... ¿Cuánto mide ahora?

EL ATRIL 2: ISABELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora