EL ATRIL 2: ISABEL

Capítulo 2

Me incorporo casi de un salto. Tengo la respiración acelerada y las lágrimas no me permiten ver con claridad. Con gesto nervioso me las quito con el dorso de la mano. Todavía estoy temblando por lo ocurrido en los últimos minutos del libro.

- Caramba, parece que esta vez ha sido muy intenso..- oigo que dice una vocecilla aguda.

Me giro hacia el lugar de donde viene la voz y veo a Isabel , que me sonríe mientras permanece al lado del atril.

No puedo hablar. Todo mi cuerpo tiembla y creo que si trato de decir algo, me romperé.

- Pobrecita, a veces pasa eso.- me dice con una sonrisa mientras comienza a volar hacia mi, con los brazos extendidos, como si quisiera consolarme con un abrazo.- No es lo habitual, claro, pero a veces los finales no son tan bonitos como nos gustaría. Enseguida te encontrarás mejor. Después de todo, solo es un libro.

Está casi a mi lado.

"No dejes que se acerque."

La voz de Vitto... bueno, de Matt, resuena en mi cabeza. Me levanto de un salto y me alejo de ella un par de pasos. Isabel me mira sorprendida.

- ¿Pasa algo?.- me pregunta poniendo una dulce e inocente mirada y tuerce la cabeza en un gesto tierno e infantil. Aunque juraría que antes era más pequeña...

- No... - respondo mientras me pongo un mechón de pelo tras la oreja, intentando disimular.-.Es solo que... sí, ha sido un final... intenso. No me lo esperaba

Vuelve a sonreír y suelta una pequeña carcajada. Algo me dice que no me cree.

- Pero esos son los mejores, ¿verdad? .- indica.- Te llenan de emoción. Pero es como con los sueños: en seguida se pasa, se olvida y volvemos a soñar.

Asiento mientras miro alrededor disimuladamente. Bonica, mi gata, empieza a restregare contra mis piernas, como si quisiera consolarse.

- ¿Sabes cuál es la mejor manera de sentirse mejor??.- continúa Isabel , dando una pequeña voltereta en el aire.- Leyendo otro libro. Tengo preparado uno buenísimo. Seguro que te gusta.

Antes de que ella pueda reaccionar, agarro a mi gata y voy corriendo a la salida.

- Ehmmmm... sí, sí, pero... mejor luego. Ahora... mmm... tengo que darle de comer a Bonica... luego... luego vuelvo... y eso... tú descansa mientras tanto y luego subo.

Antes de que le dé tiempo a decir nada, salgo de la habitación. Cierro la puerta tras de mi, aunque no sé si puede seguirme, y bajo las escaleras a toda velocidad. Me meto en la cocina, lo más alejada que puedo de mi habitación sin salir a la calle.

Dejo a Bonica en el suelo y me apoyo contra la pared, tomando por fin aire y tratando de pensar con claridad.

Tras recuperar el aliento, miro el reloj que está sobre la encimera: son las cinco y media. Trato de hacer cálculos de cuánto he estado en cada libro... han sido seis libros... y eran las 2 cuando empecé...así que han sido algo más de dos libros cada hora. Creía que no era importante, pero Vitto... Matt, se alarmó mucho cuando le dije cuántos había leído.

Al pensar en él cierro los ojos con fuerza, tratando de controlarme. Lo último que vi de él fue su cadáver, su cara inerte con un agujero en la frente. ¿De verdad es real? No llegué a preguntarle nada aparte de su nombre... y estaba tan aturdida que no sé si podrá dar conmigo con la poca información que le dí.

- Con lo fácil que habría sido darle el número de teléfono...- me reprendo a mí misma, mientras me acerco al baño.

Tras lavarme la cara, me miro al espejo.