❝-When I close my eyes.
I see those eyes. My heart kept aching, so I wanted to forget...
If this is a dream, please let me wake up.
Are you really my destiny?
Falling you. Like destiny, falling
You're calling out to me, calling
I can't escape...❞
...
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Mis ojos no se apartaban del anillo en su mano, tenía la palma abierta mostrándomelo. Por alguna razón este anillo me gustaba mucho, desde el primer momento en que lo ví. Alcé mi mano y tomé el anillo, sin darme cuenta había tocado su mano en el proceso.
Woo-bin parecía mareado, dió un paso hacia atrás sin querer, tomé su mano en un intento por evitar que cayera al suelo. No sabía que le pasaba, estaba preocupada, podía sentir como mi cara adquiría un color pálido. Entonces él apartó su mano de mi agarre de manera brusca. Tomada por sorpresa miré primero mi mano, y luego a Woo-bin, alterné entre ambas y luego fruncí el ceño:
— ¿¡Estás-
Antes de que pudiera decir nada más, él comenzó a caminar, decidido y apresurado, aunque a mis ojos parecía asustado. Lo seguí, solo hasta que él se detuvo bruscamente y me miró. Chasqueó su lengua entre irritado y asustado:
— ¿P-puedes mirarme a los ojos?
Asentí lentamente, intentando insuflar confianza. Alcé mi vista hacia él y entonces él habló:
— Olvidarás todo lo que pasó-
Antes de que continuara lo interrumpí, ¿qué quería decir? ¿Olvidar lo que había pasado? ¿Por qué? ¿Acaso había malinterpretado la situación? ¿Había pensado que íbamos por el lado romántico cuando él en realidad quería acabar las cosas? ¿Ya no le interesaba?
— Yo...— dejé escapar un suspiro desesperado— pensé que nosotros, ¿es en serio?
Estaba avergonzada y triste, no sabía que hacer, así que me fui de ahí. Él no me siguió.
Unas horas después: (Woo-bin's POV)
Caminaba lentamente por las calles, de regreso a casa. Pensando en lo que había visto al tocar su mano, en que ella no había sido afectada por sus poderes al intentar modificar su memoria. Tenía que hablar con el ser inmortal apenas llegase a casa y así, casi como invitándolo Kim Shin lo llamó. Woo-bin contestó la videollamada, aún no muy experto en utilizar un teléfono móvil. Extendió su brazo a todo lo largo y observó la pantalla del móvil:
— ¡Ponte los auriculares!— dijo Kim Shin señalando sus oídos. — ¿¡Qué!? ¡Ya me lo quité, el teléfono del oído y ahora puedo verte! ¡Necesito hablar contigo al llegar a casa, pasó algo extraño!— dijo Woo-bin sin poder escuchar bien al ser inmortal debido al ruido de la calle.
— Colgaré, cuando llegues a casa envíame un mensaje.
La parca continuó caminando, perdido en sus pensamientos, en lo que había visto o más bien escuchado. Las memorias que vio no todas estaban claras, algunas eran de sus padres pero lo que más llamó su atención fue una en específico. Donde solo podía escuchar las voces de dos personas y ver un cielo azul iluminado por un sol mañanero:
— Buenos días, majestad. Que agradable verlo esta mañana.— la voz podía decirse que era la de Young Mi, aunque se escuchaba un poco más adulta.
