❝-When I close my eyes.
I see those eyes. My heart kept aching, so I wanted to forget...
If this is a dream, please let me wake up.
Are you really my destiny?
Falling you. Like destiny, falling
You're calling out to me, calling
I can't escape...❞
...
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Luego de que las palabras llegarán a sus oídos, Young Mi sintió una presión sobre su cuello, se dio la vuelta y corrió, tenía que huir, encontrar ayuda, hacer tiempo para poder advertir a los demás. Así que corrió hacía un edificio cercano, y comenzó a subir las escaleras de emergencia de manera frenética. Casi cae de espaldas por la escalera cuando abrió la puerta al final de estas y vio al fantasma ahí, parado frente a ella, riendo de manera desquiciada.
— Primero — dijo apareciendo detrás de Young Mi, obligándola a caminar hacia la azotea del edificio — Juegas con tu víctima, la vuelves loca, desesperada, y entonces le das esperanza y cuando crea que todo va mejor, la destruyes.— dijo con cada paso que daba hacia Young Mi ella daba otro hacia atrás, alejándose de él — dígame, mi reina, ¿en qué fase cree que estamos?
La chica miró alrededor, buscando algo con que defenderse, algo con lo que ganar tiempo. Su teléfono sonó, lo sacó de su bolsillo lo más rápido que pudo, pero antes de poder contestar el fantasma la empujó contra el muro que bordeaba la azotea del edificio, haciendo que el teléfono cayera. Young Mi miró a todos lados, intentando encontrar algo con lo que defenderse algo que la sacara de esa situación, o al menos le diera ventaja sobre el fantasma.
— Por fin completaré mi venganza.— dijo el espectro con una sonrisa lóbrega.
Manteniendo su firme agarre sobre el cuello de la muchacha, el espíritu dejó de apretarlo, y la miró curioso, pero con un brillo malicioso en sus ojos:
— ¿Sabes cómo te asesine? — preguntó, a Young Mi le pareció que lo había dicho de una manera tan casual como si ordenara panecillos, eso le dió un escalofrío.
— M-me envenenaste — susurró, pensando que mantener una conversación con él le daría tiempo a pensar en algo para escapar.
— Veo que te acuerdas — río — fue tan trabajoso conseguir un veneno extranjero que no fuese conocido en el país y que además tuviera los efectos que quería — dijo fingiendo un suspiro de contrariedad — Pero cada gota de estricnina valió la pena
La cabeza de Young Mi comenzó a doler, no sabía si por la presión en su cuello que provocaba falta de aire o si era por las palabras del eunuco.
•••
— Majestad, le he traído la cena — dijo la jóven sirvienta.
Young Mi sentada entre papeles y maquinando planes para destituir al eunuco hizo un gesto a la chica para que dejara la cómoda sobre la mesa. Al cabo de un rato suspiró, se estiró y sonrió satisfecha, había conseguido lo que quería, encontrar algo con lo que acusar a Joong-heon o al menos causar duda entre los demás miembros del consejo Real.
Al cabo de unos días se enfrentó a ellos:
— Estas son las pruebas de cómo el sanador que cuidó de su antigua majestad, notó algo extraño en su condición y su cadáver después de morir — dijo ella con voz firme y una expresión decidida en su rostro.
