23.- Pánico y consuelo

71 4 11
                                    

Jimin

- Hyung, ¿Qué pasa? - Se le veía pálido, bueno, más pálido de lo normal.

- Nada.

- Estás raro desde que llegaste...

- No es nada.

- Si tú lo dices.

- Jiminnie...

- Dime.

- ¿Has ignorado absolutamente todas las llamadas que no conozcas?

- Claro.

- ¿Todas?

- No te mentiría, menos con algo así.

- Sigue haciéndolo.

- ¿Por qué?

- Alguien más quiere llamarte, y va a ser insistente.

- ¿Por mis padres otra vez?

- Sí, algo así.

- Detesto esto - Hice una mueca y me crucé de brazos.

- Yo igual, pero no podemos hacer nada, no de momento, una vez tengas la mayoría de edad, deben dejarte libre, y si no lo hacen, los podemos denunciar como acoso.

- ¿Sí?

- Sí, ya tienes todo tu derecho, trabajas, no vives con ellos, básicamente no les debes nada.

- Genial, al menos esa es una buena noticia.

- Sé cuidadoso - Me abrazó y le correspondí.

Estábamos en el edredón envueltos mirando una película, cuando acabó me giré para verlo, ya que este me sostenía por la cintura entre sus piernas, pero estaba dormido.

- Hyung, acomodémonos, vas a dormir mal en esa posición.

- No - Dijo abrazándome más fuerte, estaba despertando.

- Vamos, hyung, te daré mimos.

- Soy un ser malvado y rudo, atemorizo a muchas personas...

- Mimos y besitos.

- Bien, pero no creas que ganaste - Reí y lo sentí reír de igual manera.

- Claro, no lo olvidaré.

Nos acomodamos de mejor manera, frente a frente, él seguía medio dormido pero me abrazaba firmemente, haciéndolo ver más tierno, acaricié su rostro de manera suave y casi lo escuché ronronear, sonreí ante la imagen de hyung como un gato malhumorado pero amoroso.

- ¿De qué te ríes?

- Eres como un gato.

- ¿Un qué?

- Un gato, uno malhumorado, pero amoroso.

- Si me dices eso, me quitas todo lo atemorizante, Jiminnie.

- Un gatito mimado - Jugué con sus mejillas.

- Soy alguien a quién la gente suele temer, un gato no es algo muy grande.

- Sí, mi gato mimado - Besé sus labios de manera suave y corta.

- Bien, pero no le digas a nadie, perdería el respeto que me he ganado con los años.

- Sí, sí...

- Para eso sí me respondes - Se quejó con una sonrisa y sus manos que estaban en mi espalda se deslizaron hasta mi abdomen.

- ¿Qué...? - Me detuve en media frase porque comenzó a hacerme cosquillas.

- Ya no soy tan lindo y mimado, ¿Cierto?

The Struggle [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora