6 | Tarde o Temprano.

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       Dos años pasaron volando, Alice y James volvieron a verse en diferentes fechas pero siempre acompañados de amigos, familiares o conocidos

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       Dos años pasaron volando, Alice y James volvieron a verse en diferentes fechas pero siempre acompañados de amigos, familiares o conocidos. El azabache aun se maravillaba al ver los ojos pardos de la castaña y deseaba que pronto llegará el día en que ella fuera capaz de verlo como realmente era y que descubriera lo bella que ella era. Mientras que Alice sentía cierto peso en sus hombros al igual que una sensación de emoción en su estómago conforme se acercaba la fecha de su cumpleaños dieciocho, pero en días como aquella tarde de julio frente a la casa de los Potter un nudo se formaba en su garganta ante la preocupación de lo que pudiera venir a continuación.

       — ¿Estás segura de querer verlo hoy? — preguntó Frank a la castaña poniendo una mano sobre su hombro. Alice soltó un suspiro, asintiendo después de unos minutos aun sin estar muy convencida. — Aly, puedes inventar una excusa para no entrar, seguro que él entenderá.— le propuso el pelinegro a su hermana menor al no verla del todo segura.

       — Es mi mejor amigo, Frank. —le recordó la castaña a su hermano. — No puedo no celebrar con él este día, menos a uno que ha esperado con tanto anhelo.

      — Entiendo Alice, pero ¿estás lista para verlo a los ojos? — cuestionó Frank a su hermana menor. — Sabes que lo primero que va a hacer es tratar de confirmar lo que él siempre ha creído, pero ¿tú estarás lista para ver su reacción?

      La castaña mordió levemente su labio inferior presa de los nervios, claramente no estaba lista para ver la decepción en los ojos de su mejor amigo y odiaba la incertidumbre de lo que ocurriría con su amistad, lo que Alice menos quería era perder a su mejor amigo, ese era uno de sus más grandes miedos.

      — En algún momento tendrá que pasar, no puedo estar evitandolo durante el tiempo que estemos en Hogwarts, prefiero no alargar esto, de verdad Frank. —habló Alice un poco más segura, recibiendo un leve apretón de apoyo en su hombro por parte de su hermano.

      Dando por terminada la plática, ambos caminaron hacia la entrada de la casa de los Potter, unos minutos después de que tocaron la puerta, esta se abrió siendo recibidos por una pelirroja con amplia sonrisa.

      — ¡Frankie, Alice que bueno que llegaron! — exclamó Lily al verlos haciéndose a un lado para dejarlos pasar.

      Los hermanos Longbottom entraron a la casa, Alice sintió como sus manos comenzaban a sudar, respiro hondo y trato de controlar sus nervios, mientras que el pelinegro buscaba con la mirada a su novia. La pelirroja al darse cuenta de ello rodó levemente los ojos.

      — Si buscas a Roxanne, esta se encuentra en el cuarto de James junto con Fred y Lorcan. — le comentó Lily a Frank para después tomarlo ligeramente del brazo. — Aunque antes de irlos a buscar, ¿podrías quedarte un momento para hablar?

      Frank se zafó de manera tranquila del agarré de la chica. — Lo siento, Lily pero tengo algo importante que hablar con Roxy, así que tal vez si nos vemos de nuevo podemos hablar. — se disculpó el pelinegro comenzando a caminar hacia las escaleras, no sin antes desearle suerte a su hermana.

     Lily soltó un bufido finalmente dirigiendo su mirada hasta la castaña.— Albus se encuentra en la sala si deseas felicitarlo, si no ya sabes dónde está James. — mencionó la pelirroja con una sonrisa de lado en su rostro e irse al escuchar a alguien nombrarla.

    Alice mira como la pelirroja se aleja, debatiéndose si seguirla o tomarse unos segundos para calmar sus nervios, al sentir como los latidos de su corazón iban en aumento se decide por adentrarse a la cocina, con su mirada pendiente del suelo, tratando de bloquear pensamiento pesimista de su mente. Al llegar recarga su espalda en la puerta que se cerró detrás de ella y toma una bocanada de aire.

 Al llegar recarga su espalda en la puerta que se cerró detrás de ella y toma una bocanada de aire

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    — ¿Aly estás bien? — pregunta una voz masculina que ella conoce como las palmas de su mano.

    — Estoy bien, Al. — respondió la castaña sin levantar su mirada. — Solamente me sentí un poco cansada, no he estado durmiendo bien los últimos días. — explicó.

    Albus se fue acercando a su amiga con una mirada de preocupación. — Alice si necesitabas descansar te hubieras quedado en tu casa, yo habría ido a verte. — habló tomándola de las manos.

    La castaña se tensó levemente ante el toque, se suponía que esto sería un momento para armarse nuevamente de valor, no enfrentar aquello a lo cual ahora se daba cuenta que no estaba completamente preparada y mentalizada. Albus se percató del cambio de actitud de su amiga, la observó curioso.

     — ¿Segura que estás bien? — habló Albus buscando la mirada de la castaña.

    — Ya te dije que si, Albus. — repitió Alice rehuyendo de su mirada. — No podía perderme tu cumpleaños.

    Algo dentro del chico se iluminó y una sonrisa amplia apareció en sus labios. — Ahora entiendo porque estas así de nerviosa, pero no tienes porque, nos daríamos cuenta en cualquier momento donde nuestras miradas coincidieran. — comentó el chico Potter. — Todo estará bien, somos nosotros Aly, además conoces mis sentimientos.

     — Albus no... — la castaña trató de detener a su amigo pero una caricia en su mejilla interrumpió sus palabras.

    — ¿Podrías dejarme ver tus ojos? — preguntó finalmente Albus alzando la barbilla de su amiga.

     Alice pasa saliva y asiente rendida, levantando su mirada y conectándola con la del chico que era su mejor amigo. Al hacerlo aquel nudo que tanto odiaba apareció de nuevo en su garganta junto con una sensación de vacío en la boca de su estómago que se incrementó al ver aquel gesto perdido y confundido en el rostro del chico.

      — Lo siento tanto, Albus ... — susurró la castaña con voz quebradiza.

    En ese momento el sonido de la puerta abriéndose rompe con el momento, un chico de cabellera azabache entra a la cocina pero detiene su andar ante la escena que queda frente a sus ojos, no le lleva mucho tiempo darse cuenta que es lo que está pasando.

     Albus ante la llegada de su hermano mayor dirige su mirada momentáneamente hacia él, una ligera mueca se forma en sus labios para después ver de nuevo a la castaña y darse cuenta de pequeñas lágrimas están resbalando sus mejillas.

    — ¿Por qué dices lo siento, Alice? 

Your Eyes Tell | James S. PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora