Coquetear ||Lumity||

XVII

Coquetear.

La primera vez que Luz pensó en esa "arte", era muy joven. Tal vez tenía cinco o seis años, y lo hizo luego de ver a los jóvenes conquistadores en las novelas de su madre.

La primera vez que vio a alguien real hacerlo fue cuando el novio de la maestra le trajo flores al trabajo. Y la mas cercana fue cuando Eda hizo lo mismo con su madre.

La primera vez que ella quiso hacerlo también era joven, doce años. Había un chico lindo en sus clase de matemáticas, pero no hizo ningún avance.

La primera vez que sí que lo hizo, fue cuando quedó prendada de Amity.

Y Luz no era alguien conocida precisamente por tomar buenas decisiones, pero esa fue una de las mejores decisiones que haya visto.

¡Y ni siquiera lo planifico mucho!, había permitido que las cosas salieran naturalmente. Después de todo, tampoco sabía que esperar exactamente.

Claro, su objetivo siempre fue que Amity se impresionara. Quería captar su atención, y de alguna manera conquistarla.

(Mas tarde se daría cuenta que Amity ya le correspondía antes de que empezara su extraña idea)

¿Por qué?.

Pues porque podía pasarse horas mirando a la Blight y solo admirar sus movimientos, podía escucharla hablar y no cansarse de su voz. Podía apreciar cada cambio de voz, cada pequeño gesto y cada expresión.

Cada pequeño detalle que no dejaba pasar por alto porque era Amity, y Amity le encantaba.

Amity que le causaba revoloteos en el estómago, y alegraría su día con su habitual serenidad. Amity que era propensa a sonrojarse, ya sea de rabia o de verguenza.

(Luz disfrutaba mucho mas la última)

Amity que ahora mismo dormía tranquilamente en sus brazos, acurrucada tal gatito buscando calor.

Y si la visión de la Blight menor acurrucada en su pecho, respirando suavemente, con su cabello suelto donde el verde se mezclaba con el marrón rojizo. No era de las cosas mas perfectas que ha visto, no tenía ni la mas remota idea de lo que era.

Tan tierno

—Luz, ¿qué haces despierta?—. La mencionada sonrío al escuchar la voz de la dueña de sus pensamientos actuales.

—Nada cariño, solo pensaba un poco—. Respondió suavemente, dejando un pequeño beso en la frente de Amity.

—Vale, pero recuerda que ya es la madrugada y mañana te tienes que levantar temprano—. Dijo Amity, antes de volver a recostarse sobre la morena.

Si, definitivamente era de lo mas bello que ha visto

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Ok, se que me tardé mucho y aparte esta chiquitito. Pero, esa era la idea. 

Así que... si

No me peguen, pero este es el final. Espero que les haya gustado, y no coman lo no comestible.

Y recuerden que al cocinar con ají, no se deben tocar la cara. Sobre todo los ojos, no toquen cerca de sus ojos ;-;

(Además traigo dibujitos Lumity que tengo, porque aún no he dibujado nada para el final del libro. Pero si voy a hacer algo, no se que, pero algo)

Gracias a todos por leer esta historia, incluso cuando empecé a actualizar cada mes.