The Boss- Sebastian Stan

[ U N O ]

Mi mejilla arde, siento una mano posarse agresivamente sobre esta, me han dado una bofetada.

-¿Vas a hablar ya perra? o quieres que te de más que una bofetada-.

El tipo encapuchado me grita y mira pervertidamente, se a que se refiere, no quiero hablar, no puedo hacerle esto a Seb, he estado encerrada, atada a esta silla dentro de esta bodega durante... no lo sé, tal vez ya han pasado semanas, he perdido la noción del tiempo, solo recuerdo haber salido de casa después de aquella pelea con Sebastian, caminaba sola en las oscuras calles, empece a escuchar que alguien me venía persiguiendo, trate de huir pero me fue demasiado tarde, siento como posan un pañuelo con un olor extraño en mi cara cubriendo mi nariz y mi boca haciendo que todo mi cuerpo empezara a debilitarse, de golpe, me había desmayado. Un fuerte dolor vuelve a sentirse en mi rostro, me han vuelto a golpear pero esta vez con puño cerrado, las lagrimas comenzaban a salir de mis ojos por la desesperación y frustración que habitaba en mi cuerpo, solo necesito que venga por mi pronto, que me encuentre para alejarme de el y su oscuro mundo.

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-2 meses atrás-

Tomé el autobús, una vez más ya iba tarde para el trabajo, estoy segura que esta vez no recibiré un simple regaño, lo más probable  es que hoy sería el día más deseado por mi jefe, mi despido.

Entré por la puerta trasera del restaurante, tomé mi delantal y salí para empezar a atender a la gente que se iba sentando en las mesas del lugar.

-Brianna- escucho la voz de mi jefe hablarme.

-Bueno creo que es hora de mi despido- le digo a Hannah, la cajera del lugar.

-Suerte- susurra la rubia apoyándome.

Caminé hasta la oficina de mi jefe, mentiría si digo que no estoy nerviosa, sé que nada bueno saldrá de ese hombre. Tocó la puerta y escucho un "pase" como respuesta, entro y cierro la puerta.

-Buenas tardes Mr. Woods- saludo al hombre que tengo frente de mi, bajo la mirada apenada pero la elevó cuando escucho su calmada voz, esperaba que estuviera enojado pero no parece estarlo.

-Brianna, Brianna, mi dulce Brianna- dice el viejo señor.- haz tenido demasiados retardos sin justificación este último mes- me mira- tendría que despedirte ahora mismo per- lo interrumpo.

-Lo sabía, no se preocupe Mr. Woods, lo entiendo completamente, ni yo quisiera una empleada como yo, gracias por haberme dado la oportunidad de trabajar aquí- me estaba quitando el delantal para dejarlo en su escritorio pero el señor de 70 años comenzó a reír, no entendía el porqué de su risa, mi despido no era un chiste o por lo menos yo no lo interpretaba de tal manera.

-Ni siquiera me has dejado terminar, vamos toma asiento nuevamente- señala la silla, se levanta de su asiento y se sienta en su escritorio justo a centímetros de mi, estaba algo incomoda- podemos arreglarlo de alguna manera ¿no lo crees así Bri?- me sonríe coqueto, pone una de sus manos en mi descubierta pierna debido a la falda del uniforme, ahora entiendo a donde iba  todo esto, la íra y la repugnancia comenzaron a apoderarse de mi cuerpo, no podía creer que este viejo verde traté de devolverme mi empleo por sexo.

Me levanto de mi asiento enfurecida, alzó mi mano y le doy una fuerte bofetada- Maldito viejo, si yo sabía que nada bueno puede salir de usted, váyase al infierno- salí de su oficina azotando la puerta.

Las lagrimas comenzaron a salir, la rabia me consumía cada vez más y más, salí del restaurante con mis cosas en mano, llegue a casa, cerré la puerta y comencé a llorar, es increíble la manera en que los hombres se quieren aprovechar de las mujeres, es repugnante, me dan asco.

Mi teléfono comienza a sonar, me están llamando, como puede me levantó del suelo y atiendo la llamada.

-¡Hey Brianna!- dicen al otro lado.

-Hola Lizzie- digo sonando desanimada.

-Ey, ¿sucede algo?- dice preocupada mi amiga.

-No, nada importante, dime ¿sucede algo o a qué debo el honor de tu llamada?-.

-Siempre te hablo no seas ridícula- ambas reímos.-Bueno... Scar y yo queríamos invitarte a un bar nuevo que han abierto ¿Quieres ir?- su voz suena entusiasmada, parece que le hace ilusión ir a ese nuevo lugar.

-Lizzie... no traigo ánimos para salir ahora-

-Vamos Bri, hace mucho que scar y yo no te vemos, además queremos darte una buena noticia- chilla.

-Anda, vamos- parece que Scarlett le ha quitado el celular a Liz.

-Esta bien, vamos- es imposible decirle que no a estas dos chicas, lo bueno es que al fin podremos vernos.

-Vale, pasamos por ti en 2 horas, estate lista- finalizan la llamada.

Camino hasta mi gran y desordenada habitación, tomé mis cosas y me metí a bañar, el agua caía por cada centímetro de mi cuerpo, amaba la sensación era relajante.

Termine de bañarme y me puse una falda de cuero negro, un crop-top del mismo color y comencé a maquillarme un poco. Sonó el timbre, deberían ser Lizzie y Scar, abrí la puerta y para mi sorpresa...

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Besos.