El sol ya había salido eran las 7:30 am, me había dado una larga y relajante ducha en el gran baño de la habitación, abrí las puertas de mi balcón, la vista era impresionante, la casa tenía un gran camino cubierto por pinos, como si estuviéramos en medio de un bosque, observando me doy cuenta que la casa está rodeada por montones de hombres con armas en mano, como si la estuvieran protegiendo, la pregunta aquí es, ¿de qué?.Cámbiate, te espero abajo en, la sala - avisa.
Dios que gruñón- pensé.
Abrí el armario con la esperanza de encontrar alguna prenda que ponerme, para mi suerte estaba repleto de ropa femenina, incluyendo la ropa interior, tomé las prendas necesarias, me cambie y salí.
¿A dónde me vas a llevar?-pregunte preocupada. Me ignora- ¿Es enserio? ¿no me hablaras?- digo indignada.- ¿sabes qué? ni siquiera me importa, yo soy la que no debería hablarte, no tú a mi.
El auto siguió andando y Sebastian ignorándome. El chófer detuvo el auto y mi secuestrador bajo de este.
Bájate-demanda serio.
Bajo del auto y pongo a observar mis alrededores.
Sebastian- suelto.
¿Qué quieres niña?- me mira.
¿Qué demonios hacemos aquí? ¿Para qué es el jet?- pronuncio asustada.
Iremos a Rumanía-dice.
Yo no pienso dejar Nueva York-río incredulamente.
Que lastima muñeca.-sonríe.
Tomé todas las fuerzas que mi cuerpo almacenaba y comencé a correr lo más rápido que mis piernas podían.
¿¡A dónde mierda crees que vas?!- gritó Sebastian detrás mío.
Mierda y más mierda, estamos en medio de la nada, a lo lejos pude observar un par de autos, parecía ser una carretera, es mi única salvación, mis piernas volvieron a moverse pero ahora con dirección a donde vi los autos.
Llegue a la carretera veo una camioneta que esta viniendo, inmediatamente me pongo en medio de la carretera y empiezo a agitar mis brazos dando a entender que paré.
El auto frena y el conductor baja, corro hacía el.
¡Ayúdeme por favor! me han secuestrado, están persiguiéndome- digo desesperada.
Madre mía, claro ven, sube a la camioneta.- suelta el extraño. En sus palabras pude notar la angustia.
Estaba por subir a la camioneta con el desconocido pero el sonido de un disparo me detuvo, volteé y vi al sujeto que trataba de ayudarme tirado en el suelo, cubierto de sangre.
¡Dios!-exclamé.- tengo que llevarte a un hospital ahora mismo.-yo manejaré.
Me agache para tratar de ayudarlo, pero unas manos en mi cintura me lo impidieron.
¿Estás perdida,muñeca?- dice.- No lo creo linda, tenemos que tomar un vuelo a Rumanía-dice aquella intolerable voz.
Eres un imbécil, lo haz asesinado- golpeo su pecho.- ¿tu pequeño cerebro si entiende la gravedad del asunto?.
Si, ya lo he hecho un par de veces, ¿y qué crees?, aquí sigo.- termina de decir.
Eres un maldito psicópata-lo miro incrédula.
Ay cariño, ¿recién lo notas?- me mira con pena.
Siento como toma mi brazo con rudeza, me hace subir a la camioneta del sujeto muerto.- A ver si ya vas entendiendo de una puta vez, que el que manda aquí soy yo, y tú solo debes obedecer, sino, ya sabes lo que podría pasarte.- saca su pistola y va arrastrándola por mi cuello y mandíbula, logrando ponerme tensa.
Sebastian condujo hasta el mismo lugar del que trate de huir, en cuestión de segundos yo ya estaba amarrada a uno de los asientos del jet, con una cinta en la boca evitándome poder hablar.
¿en verdad crees que es bueno traerla? lo único que ha hecho es traernos problemas, Sebastian- menciona uno de los guardaespaldas.
No pensaba dejarla libre, además, ustedes no son nadie para juzgar lo que hago o lo que dejo de hacer, aquí el jefe soy yo, no ustedes, son solo mis empleados y podría despedirlos, y ustedes saben que la única manera de salir de mis redes, es muerto- menciono serio el rumano.
¿sabes? pude haberte matado, estabas totalmente indefensa y a mi merced- toca mi muslo con su mano.
Lo miro enojada y el quita "delicadamente" la cinta de mi boca.
Pues entonces ya tardaste para hacerlo- lo provoco.
No, simplemente no te daría el gusto, amor.- besa mi cuello.
El voltea a verme, mi mira a los ojos, justa iba a decir algo, pero fui más rápida y le escupí en la cara.
¿¡Qué mierda te sucede?!- suelta enojado.
Mira princesa, ve cuidando tus acciones y tus palabras, porque tus dos amigas- se detiene- ¿cómo eran sus nombres?- piensa-...¡ah! cierto Elizabeth y Scarlett, podrían no celebrar su boda, pero no se quedarán sin festejo, celebrarían su propio funeral, ¿no sería grandioso?- ríe.
Diooos, maldito Seb JAJAJAJJAJAJA, muchas gracias por leer, si les ha gustado no se olviden de votar y comentar, gracias lindo día.
ESTÁS LEYENDO
The Boss- Sebastian Stan
FanfictionSebastián, el jefe de la mafia Rumana, un hombre lleno de oscuros secretos y un pasado, y un presente horrible para el. Brianna, una citadina común, como cualquier otra en la ciudad. ¿Será que el secuestrador pueda tener sentimientos hacía su re...