[ D I E Z ]

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La noche llegaba, mi habitación cada vez se volvía más fría, la cama más estrecha y las sábanas más delgadas. Extrañaba sentir su cuerpo cerca del mío, su respiración en mi cuello, el olor de su perfume e igual el de su shampoo, su brazos rodeando mi cintura y sus labios sobre los míos.

Me levanté de mi cama y camine hasta la habitación de Sebastian, trate de entrar pero esta estaba bajo llave, toque la puerta... no hubo respuesta alguna, volví a repetir mi acción,la perilla giro, y ahí estaba el, con solo unos calzoncillos que cubrían lo necesario, y su bello rostro adormilado, creo que lo he despertado.

¿Brianna? ¿qué haces despierta?- talla sus ojos.

No podía dormir ¿puedo pasar?- pregunto apenada.

Por supuesto, adelante- cierra la puerta- ven, recuéstate aquí, conmigo- obedezco- ¿por qué has venido?.

No lo pienso ni un segundo, posiciono mis labios sobre los suyos, el beso era apasionado, lleno de sentimientos encontrados, nuestros labios bailaban al ritmo perfecto, eran como un rompecabezas, encajábamos perfecto, como cenicienta y la zapatilla de cristal.

También me gustas- por fin hablo- te estaba extrañando, por eso he venido, te necesito Sebastian.

Y yo a ti, preciosa- besa mis labios- por cierto, ¿me pedirás disculpas?- me nota confundida- por lo que te inventaste acerca de mi madre, mira ya no tiene importancia, solo no lo vuelvas a hacer, por favor.

¿Me estás jodiendo?- digo incrédula- ya te había dicho que yo no invente nada, ¡mierda!.

Deja de mentir por una buena vez, admítelo y todo quedará en el pasado-.

¡Eres un puto imbécil! ¡te he dicho que yo no miento!-.

¡Uy si, y yo soy agente de la DEA!- dice irónico- ándale si, Brianna-.

Yo me largo, porque no se tú pero ¡yo no duermo con gente que no confía en mi!-.

¡Ni yo con putas mentirosas!-.

Faltaba escuchar eso para poder abandonar la habitación, bajé las escaleras corriendo y salí de la gran propiedad.

Caminaba en las lindas pero oscuras calles de Rumanía, no sabía donde estaba,no conocía en lo absoluto, escucho pasos detrás de mi, acelero mi paso, entro en un callejón para esconderme pero me es imposible, camionetas negras y blindadas me rodean, hombres armados bajaron de estas, me era imposible trata de escapar, siento un cuerpo detrás del mío, colocan un pañuelo con un extraño y muy desagradable olor en mi rostro logrando cubrir mi nariz y boca, mi mirada se torno colo negro no podía ver ni escuchar nada, estaba inconsciente.

Desperté en una pequeña, sucia y oscura habitación, no alcanzaba a ver nada,me era imposible, intente moverme pero fue en vano, mis manos y pies estaban amarradas a una silla y mi boca cubierta por un gran trozo de cinta.

Una luz ilumina la pequeña habitación, veo una puerta abrirse, varios hombres armados entran logrando ponerme más nerviosa de lo que ya estaba, uno de los tantos hombres se acerca a mi, quita con brusquedad la cinta de mi boca.

Ha despertado la bella durmiente- todos ríen.

¿Quiénes son?- pegunto asustada.

Quienes hacen las preguntas aquí, somos nosotros, no te me confundas, reina- aclara- eres muy linda, seguro te lo dicen mucho- toca mi cabello. Trato de alejarme pero me es imposible.

Dime, ¿cuál es tu nombre, preciosa?- no contesto- ¡habla, mierda!- golpea mi mejilla.

Brianna, mi nombre es Brianna- las lagrimas comenzaban a hacerse presentes en mi.

Nombre de callejera- todos vuelven a reír.

¿Para quién trabajas?-pregunta.

¿Perdona?- digo sin comprender.

¿Así que ahora eres tonta?- toma con rudeza mi cabello.

¡Trabajaba en un bar en Nueva York! me despidieron hace ya un tiempo- grito.

La desesperación comienza a apoderarse de mi, no sabía que hacer.

¿Para dónde va el avión de Stan que va con la merca?-.

¿De qué mierda estaba hablando? no comprendo ni los cojones, ¿Qué avión? ¿Qué merca?. Mi mejilla arde, me ha dado una bofetada.

¡Habla de una puta vez, perra!- golpea una vez más mi rostro.

En serio, no se de que mierda hablas, yo no trabajo con Sebastian- chilló.

¿A no?- dice mientas desabrocha su cinturón.

Lo juro por mi puta vida, el... el me secuestro en Nueva York, me trajo hasta acá, me presento con su madre como su novia, pero no lo soy, solo soy su rehén, no tenemos ningún tipo de relación- exclamo.

Tú quieres que te demos más que una simple bofetada, ¿no es así?- me mira perversamente.

¿Dónde carajos esta ella?- escucho gritar a una señora.

Se acerca a mi, logro distinguir su voz, era ella, era la madre de Sebastian, la que era imposible de matar a una mosca ha sido capaz de secuestrar a la "novia" de su hijo, hipócrita.

Te lo advertí por las buenas que te alejarás de mi hijo ¿y qué fue lo que hiciste? ¡exacto! nada, ahí seguiste de perra, como lo prometí, no volverás a ver la luz del día- los hombres armados me apuntan, Anastasia coloca su pistola en mi cabeza, escucho como quita el seguro, estaba a punto de disparar pero algo le fue más rápido.





Hola hola!!! Diooos maldita Anastasia. Quería aclarar que el nombre de la mamá de Seb no es Anastasia, bueno eso creo, no estoy tratando de difamar a alguien, solo es pura ficción y una historia para entretenerse.

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Besos.

The Boss- Sebastian StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora