-Hoy en la noche saldremos- afirma Sebastian.-¿En serio?- lo miro entusiasmada.
-Iremos a un evento de caridad que están organizando mis padres-.
-No sabía que tu asistías a ese tipo de eventos- digo algo extrañada.
-No lo hago- contesta haciéndome confundir más- Pero mi madre me lo ha pedido.
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-Esta es una de las muchas boutiques de las que es dueño el hermano de Mackie, el es uno de los más grandes diseñadores a nivel mundial- platica Stan.
-Vaya, se ve que es bueno en su trabajo-.
-Lo es- afirma.
Me paseo por toda la tienda admirando cada prenda que pasaba al frente de mis ojos.
-Señor Stan- saluda una linda peliroja- es un gusto tenerlo aquí una vez más- sonríe coqueta.
-Brianna ven acá-menciona Sebastian.
-¿Les ofrezco algo de beber?- habla la empleada.
Whisky, ¿tú Brianna?- pregunta el rumano.
-Agua, por favor-.
-¡Sebastian!- aclaman a lo lejos.
-Willie Mackie... ¿qué haces por acá viejo?-.
-Tenía que venir a revisar que todo estuviera bien en la sucursal- contesta el moreno- ¿Y quién es esta linda chica?
-Brianna, un gusto- saludo.
Un gusto linda, Willie Mackie, así que ya la encontraste eh- Sebastian ríe.
-Algo así... algo así-.
-Bueno ¿comenzamos?- Sebastian asiente- tráiganlos- ordena Willie.
Willie me levanta de mi asiento y me lleva a un de los probadores del lugar, todos los vestidos que me mostraban eran lindos, e incluso me veía bien con ellos, pero había algo que no me convencía, los elevados precios, lo sé, Sebastian pagará por las prendas pero no quiero hacerlo gastar demasiado dinero, y mucho menos en mi.
Suelto un suspiro asombrada por lo que mis ojos apreciaban, aquel vestido era perfecto, cada detalle de el me iba perfecto, como si estuviera diseñado exactamente a mis gustos y medidas, salgo del probador y me robo la mirada de la gente del lugar, incluyendo a Seb y sus guardaespaldas.
-Luces preciosa-dice Sebastian recorriendo cada rincón de mi cuerpo con su mirada.
-Gracias- suelto sonrojada.
-¿Te gusta?- pregunta Stan.
-¿Qué si me gusta? ¿hablas en serio? no solo me gusta,me encanta, es..., es precioso-contesto.
-Así como tú- susurra el pelinegro.
-¿Perdona?, bueno no importa, cada detalle es perfecto, decir que me gusta sería estar minimizando lo que realmente siento hacía este vestido- digo viéndome a un espejo.
-Nos llevamos todos- menciona el rumano haciéndome sorprender.
-¿Qué dices? será muy costosa la cuenta- reclamó.
-Tú no te preocupes, cariño, que por eso pago yo-.
Salimos de la boutique, los guardaespaldas cargaban las miles de bolsas con mis nuevas prendas, me sentía un poco mal por ellos ya que Sebastian no me dejaba ayudarlos.
-Entremos aquí, necesitas zapatos para cada uno de los vestidos que hemos comprado.- toma de mi mano y me lleva hasta una gran tienda, se veía de gran prestigio al igual que todas las pasadas.
-Sebastian, ya llevamos demasiado, ¿no lo crees?- digo ya harta de tantas compras.
-Brianna- coloca sus grandes y pesadas manos sobre mis hombros- nada es suficiente para mi.
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-¿Tienes hambre?-.
-Demasiada-contesto.
-Vamos a comer entonces-sonríe y toma mi mano
-Tendrás que cargarme porque yo ya no aguanto las piernas-me quejo.
-¿Sabes? si fueras mía no podrías caminar en toda una semana- me mira pícaro.
-¿A si? lo dices porqué me llevarías de compras seguido ¿o a qué te refieres?- digo sin entender.
-No, a lo que yo te estoy invitando la ropa no esta incluida, cariño-.
-Dios, que cosas dices Stan- río nerviosa.
-¿Tan malo es imaginar que podrías ser mía?-pregunta.
-No es eso, lo raro es que el secuestrador se enamoré de su rehén o al revés- contesto sincera.
-Tal vez, pero no estamos hablando de que lo estamos, si no, de una posibilidad en algún futuro cercano- se defiende.
-Estás loco- comienzo a reír.
-Tú me vuelves loco Brianna- afirma.
-Ya calla, vamos por pizza mejor-.
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-¿No bajaremos las cosas del auto?- pregunto.
-De eso se encargará la servidumbre, tranquila- contesta Sebastian.
-Gracias por todo lo que me compraste- me sincero- pero en serio no era necesario comprar casi todas las tiendas por las que pasábamos-.
-Te mereces eso y mucho más, basta de quejarte- reclama.
-Bueno creo que ahora tengo ropa para un año entero sin tener que repetir las prendas- exclamo.
-Bueno tendré que tenerte aquí durante un año entero, para verte con cada una de esas prendas-.
-¿Qué cosas dices Stan? no quiero estar secuestrada un año entero-.
-Demonios, me estabas empezando a caer bien- dice triste.
-Pues creo que tendré que empezar a portarme mal, para caerte mal de nuevo-.
-No creo que quieras eso- afirma.
-No me dejas más remedio, cariño- sonrío.
-¿Así que "cariño" eh?- sonríe- me gusta como tus labios me llaman así.
-¿A si? pues mis labios saben hacer más cosas, y mucho mejores que solo decirte "cariño"- hablo provocativamente.
-¿Y no quieres mostrarme lo que saben hacer?- pregunta acercándose lentamente a mi.
-Uy, no creo poder, cariño, tengo que ir a que me arreglen para el evento de tus padres, adiós- me acerco a el y coloco mis labios sobre su mejilla dejando un dulce y delicado beso.
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The Boss- Sebastian Stan
FanfictionSebastián, el jefe de la mafia Rumana, un hombre lleno de oscuros secretos y un pasado, y un presente horrible para el. Brianna, una citadina común, como cualquier otra en la ciudad. ¿Será que el secuestrador pueda tener sentimientos hacía su re...