[ T R E S ]

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Habíamos salido ya del bar y el desconocido me había obligado a subir a un auto de lujo junto con el.

Podrías decirme que mierda acaba de pasar-grito furiosa.- además ¿por qué me has traído contigo? ni te conozco y ni me conoces imbécil.

Número uno, a mi me vas hablando con más respeto princesa- bufa enojado- número dos no es necesario conocerte para saber que soy peor que tú- dice con arrogancia- y por último entre menos sepas es mejor para ti...créeme.

Llévame a mi casa ahora- ordeno- por favor.

Ush- voltea a verme con una cínica sonrisa- no lo veo posible...muñeca.

Detén el auto- digo. Y solo me ignora- ¡que detengas el auto he dicho mierda!-gritó aún más enojada.

Sebastian detiene en seco el auto, voltea a verme serio y tensando la mandíbula, toma de mi cuello bruscamente pero su agarre no logra lastimarme lo suficiente , se acerca a mi quedando a centímetros de mi rostro logrando ponerme nerviosa, me mira a los ojos y susurra en mi oído.

A ver si ya vas entendiendo de una buena vez que aquí el que da ordenes soy yo, y tú las vas a acatar, ¿vale?- baja su rostro a mi cuello y deposita un beso en el- ahora estas bajo mi poder y no te dejaré ir tan fácil, preciosa, ahora eres mía.

Eres un idiota- le doy una bofetada.

Lo sé, me lo suelen decir seguido.-

El auto arrancó de golpe provocando que me golpeé la espalda con el asiento, el camino fue silencioso y demasiado largo, no llevamos mucho tiempo de conocernos, literalmente, pero he podido notar que es de muy mal carácter, mientras más lo evité m...

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El auto arrancó de golpe provocando que me golpeé la espalda con el asiento, el camino fue silencioso y demasiado largo, no llevamos mucho tiempo de conocernos, literalmente, pero he podido notar que es de muy mal carácter, mientras más lo evité mejor para mi, además quien se cree este tipo, no es nadie como para retenerme así porqué si, literalmente me ha secuestrado.

El auto se detuvo frente a una gran mansión, no dudo que sea de el, Sebastian baja del auto dejándome dentro, lo sigo con la mirada, el camina hasta la otra puerta del auto y la abre.

Baja- ordena.

No quiero- demando.

¿No quieres?- asiente varias veces con la cabeza- esta bien, yo te bajaré entonces.

El tipo se me acerca y desabrocha el cinturón de seguridad, toma de mi cuerpo como si fuera un simple costal de papas. Comencé a golpear su espalda y a patalear rogando que me bajara pero todo fue en vano.

Eso no funcionara linda-ríe.

En la entrada de la casa se encontraba toda la servidumbre para recibir a su "Don".

Buenas noches Don- dice un hombre con diversión en sus palabras.

¡Anthony! amigo, ¿qué haces aquí?- contesta Sebastian con curiosidad.

Sebastian me deja "delicadamente" en el suelo para ir a saludar a aquel tipo con un fuerte abrazo.

¿Qué ya no puedo venir a visitar a mi colega?- ríe.

Sabes que esta es tú casa también- confirma mi secuestrador.

¿No vas a presentarme a tu chica?- Dice el moreno mientras me observa.

¿Quién? ¿Ella?- pregunta con diversión mientras ríe- no, no, no.

Si, no, como vas a creer que alguien como yo andaría saliendo con un patán como lo es tú amigo- reí con cinismo mientras veía a Sebastian.

Brianna cierra la boca- tensa la mandíbula.

¿Por qué? ¿me mataras? o no, ya sé, ¿me torturaras hasta que este arrastrándome a tus pies y puedas hacer conmigo lo que más te plazca?- lo miro fijo a los ojos.

Wow- suelta Anthony impresionado- tu chica es brava eh, me agrada.

Te la puedes llevar si gustas eh, toda tuya, no pienso aguantarla ni un puto segundo más- dice Sebastian  firme. Lo miro incrédula , no puedo creer que me regale así como si fuera un mugroso bolso.

¿Qué? Te lo agradezco pero no gracias, no quiero problemas con Rosé- ríe.

Rosé lo olvidaba- dice el castaño.- Mackie, toma lo que gustes del bar, regreso en unos minutos.

Claro, un gusto conocerte linda- me guiña el ojo.

Sin previo aviso Sebastian vuelve a cargarme como un maldito costal de papas, subió  las largas  escaleras y camino hasta el final de los  pasillos para toparse con una gran puerta de mármol.

Esta es tu habitación- pronuncia- escucha bien  porque no te lo repetiré dos veces muñeca, no puedes salir de esta habitación si yo no te lo ordené y más te vale que no trates de escapar porque podrías empeorar tú situación y terminar tirada en un río, o mejor, dentro de una maleta hecha pedazos, ¿y no quieres eso verdad?, descansa linda- besa mi mejilla.


Sebastian sale de la habitación, genial ahora tendré que vivir bajo el mismo techo que ese idiota.





Chicxs gracias por leer, si les ha gustado me ayudarían mucho votando y comentando.

¡Muchas gracias! Los amo.

atte: la autora.

Ayy suena bien profesional JAJJAJAJAJ bueno ya, byee.

The Boss- Sebastian StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora