Había pasado las pruebas de Quidditch, estaba muy feliz, aunque no tanto porqué sabía que a veces ponía de excusa los entrenamientos para no terminar algunos deberes.
Pociones era una dualidad para mí, hacerlas no era el problema, lo que verdaderamente me causaba conflicto eran los malditos ensayos porque cuando me gustaba un tema tendía a debrayar.
Yo no tenía que preocuparme por el legado familiar, así que tenía opción de escoger mi propio camino.
Tenía la esperanza de poder convertirme en tal vez, profesor o reformulando pociones para ayudar a las personas, por ejemplo la poción matalobos, que era simplemente un insulto para la licantropía.
Por eso siempre atrasaba las tareas, me disgustaba hacer ensayos, no podía no anotar todo lo referente al tema.
Y por lo mismo siempre me quedaba hasta tarde.
En esta ocasión el tema era asfódelo. Después de primer año pensé que Severus no me dejaría libros en el escritorio, pero siempre lo hacia.
Después de la desaparición de Malfoy en el tren, Severus y yo hablamos todo el camino hacía Hogwarts.
Descubrí a una persona tranquila y de mente aguda.
Me preguntó sobre mis conocimientos en pociones y me dio algunos consejos para las que tendría que hacer ese año.
También aprovecho para insultar a Sirius.-Sé que es tu hermano, pero es un hijo de puta.
Belcebú- pensé.
-¿Pero porque lo insultas? Tengo entendido que no hablan.
Ante su cara sería y sus ojos transformados en hielo y furia me di cuenta de lo ingenuo que llegaba a ser.
Creía que la amenaza que le había dado en primer año le había hecho entender, me dolió saber que simplemente, no lo molestaban cuando yo estaba cerca.
Sirius se tomó muy en serio mis palabras, nunca vi que lo molestarán, y ese era el puto problema, nunca lo vi hacerlo, probablemente siempre se aseguraban de molestarlo cuando estuviera solo, y como él no tenía amigos en Slytherin, no me había enterado antes.
De pronto recordé a la chica pelirroja, James siempre estaba detrás de ella, todo mundo sabía que ella lo maldecía cada vez que podía, pero nunca había escuchado que ella interviniera por Severus.
Existían varias posibilidades, o ella quería mantener su amistad con Severus en secreto o realmente no le importaba su amigo y lo dejaba a su suerte, es decir, ella podía vengarse de James, Sirius y Pettigrew, pertenecían a la misma casa.
Al menos podía hacer una broma anónima en venganza, pero nunca escuche que alguien los molestara, si eso pasara era más que obvio que Siri me lo hubiera dicho.
Sentí una corriente de mi magia rodearnos, inhale y exhale varias veces para controlar mi temperamento, no me había dado cuenta en que momento había cerrado mis ojos. Al abrirlos note que Severus no me había quitado la mirada de encima.
-Eres una persona realmente interesante Regulus- sentí un escalofrío recorrerme, contrario al que experimente con Rosier, este fue extraño pero no incómodo, se sintió como cuando tienes mucho frío y tomas el primer sorbo de chocolate caliente.
Ante la comparación absurda sentí mis mejillas calientes.
Al notarlo me sonrió burlón.
Decidí cambiar el tema, en un acto desesperado de desviar la atención.-Nunca te he visto con tus padres, ¿No les gusta venir?
-Te importa una mierda Black.
-Perdona, no quise ser un entrometido, p-pero como no te veo con nadie, s-siempre me he preguntado cómo llegas al expreso- ante su expresión de enojo seguí hablando, no quería que se molestara conmigo –Nosotros llegamos por medio de la aparición, n-no es muy bonito al principio pero te acostumbras con el tiempo. Se supone que nuestros padres tienen que venir, p-pero Padre nunca lo ha hecho y Madre dejará de hacerlo, el siguiente año nos traerá Kreacher.
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Piel de serpiente
FanfictionCuando lo vi en la estación de Hogwarts nunca pensé que cambiaria mi vida. Sus ojos tan tristes y a la vez furiosos me llamaban. Y yo, como bien me decía Sirius, era demasiado bueno para mi propio bien. •El universo de Harry Potter le pertenece a J...