Cap VI

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Cap VI

Cuando las chicas regresaron al castillo, Anna y Rapunzel estaban en la gran sala principal conversando alegremente y no se dieron cuenta que habían regresado.

-Buena noches chicas.-Saludó Elsa cortesmente y ambas voltearon.

-Hola herma...na.-Se les quedó viendo de arriba a abajo a ella y a la pelirroja.-¿Dónde estaban? ¿Qué estaban haciendo que vienen todas sucias y con hierba en el cabello?-Las miró maliciosamente y esbozó una sonrisa igual provocando que se sonrojaran a más no poder.

-Pe-pero ¿de qué hablas Anna? No estábamos haciendo nada, sólo fuimos a conversar al lago.-Le dijo su hermana toda roja, nerviosa y sin mirarla, lo cual provocó que Rapunzel también sonriera abiertamente con malicia y las observara fijamente.

-¿Qué andaban haciendo cochinonas?-Insistía con maldad en saber y entrecerró los ojos.

-Nada, están locas. Iré a bañarme.-Dijo y salió a toda prisa de ahí. Por lo tanto, las miradas las dirigieron hacia la pobre pelirroja que silbaba con las manos atrás y volteaba despistadamente hacia otro lado.

-Hey tú, no te hagas, dinos que pasó entre tú y mi hermana.

-¿Qué? Pues nada ¿qué iba a pasar?-Contestó nerviosa.

-Méri, sabemos por sus caras que algo pasó, dinos, confía en nosotras.-La alentó Rapunzel.

-Bueno, es que... Casi nos damos un beso.-Se puso sus manos sobre la boca esperando la invasión de preguntas.

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Porqué?!-Dijeron las otras dos al mismo tiempo.

-Es que cuando estábamos por llegar al lago yo me bajé del caballo de un salto y creo que Elsa quiso hacer lo mismo pero su pie se atoró en el estribo y se fue encima de mi y caímos al suelo y quedamos demasiado cerca y ella se iba acercando pero relinchó el caballo que tu hermana traía y nos levantamos. Y... Ya, eso fue todo.

-¡La hubieras besado tú!-La reprendió la pelinegra.

-Ya te diste cuenta de los poderes de mi hermana ¿verdad?

-Ehmm... Sí. Y ella se dio cuenta de los míos.

-¿Cómo? ¿Tú también tienes?

-Así es.

-Muéstranos.-Pidió Anna con entusiasmo. Mérida chasqueó sus dedos y en la punta de su dedo índice se formó una pequeña flama, las chicas abrieron sus ojos enormemente.

-O sea que ¿tus poderes son todo lo contrario a los de Elsa?

-Sí, totalmente.

-¡Oigan! Hagamos una velada con vino, mucha comida y juegos, invitemos a los chicos también.-Dijo Rapunzel.

-¡Sí! Es una excelente idea, así podemos conocernos todos mejor. Mérida ¿podrías ir a avisarle a Elsa?

-Sí, claro.-Salió de ahí.

-Tenemos que hacer algo para que éstas dos se den un beso hoy, ya vimos que se gustan.-Dijo Anna en voz bajita y rieron malignamente.

La pelirroja tocó la puerta de la habitación de la rubia pero ésta no respondió así que entró sigilosamente:

-¿Elsa? ¿Estás aquí?-Escuchó ruido en el baño y avanzó, giró la perilla y cuando abrió la puerta quedó boquiabierta, petrificada, no supo que hacer, vio a la reina totalmente desnuda y ésta no se daba cuenta hasta que volteó a la puerta y vio a Mérida con la boca abierta viéndola, inmediatamente se cubrió con su bata y le lanzó una toalla en la cara y cerró la puerta lo más rápido que pudo.

Amor Entre Polos Opuestos (Fuego y Hielo). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora