Culpa

526 48 21
                                    

Miraba por la ventana, sin intenciones de  levantarse de la cama, se sentía miserable, creía que no valía la pena, que un idiota, un imbécil, un cobarde, durante semanas James lo obliga a levantarse y hacer algo para mantener su mente ocupada, pero ahora que James estaría fuera unos días, todos esos sentimientos lo llenaron por completo.

Había tenido la oportunidad perfecta, tenía a Remus, lo tenía en su totalidad, pero lo había arruinado, había destruido a Remus (y a si mismo) , no solo había apostado el cariño del chico, también había traicionado su confianza al intentar esa estúpida broma.

No eres más que una maldita vergüenza

No vales la pena, eres un chiquillo idiota

Eres tan impulsivo y malditamente egoísta, mereces lo peor Sirus

Las frases de su madre comenzaban a hacer eco en su cabeza, quizá ella tenía razón, quizá no valía pena.

Se dejó caer en la cama, mirando cada detalle de la habitación, no había muchas decoraciones, apenas se había mudado ahí en navidad y Remus había prometido que lo ayudaría a decorarla durante el verano, obviamente eso ya no era posible.

No sabía cómo arreglar eso, no tenía ni la más mínima idea de cómo conseguir el perdón del castaño,en Hogwarts lo buscó todos los  días para suplicarle, pero nunca lo encontró y el idiota de Spock nunca le daba respuestas, cuándo por fin dió con el chico, casi se lleva un golpe en la cara de parte del Hufflepuff, ahí Peter le sugirió (de manera poco amable) que dejara en paz a Remus , que le diera espacio hasta el se sintiera listo.

Peter era otro tema, normalmente le gusta estar detrás de él y James, apoyándolos en sus bromas o estando de acuerdo en todo lo que ambos chicos decían,pero esas semanas, se porta hostil con ellos, lo miraba mal o trataba de ignorarlos, Sirius no podía lidiar con todo eso.

La culpa lo envolvía cada día más, con el paso del tiempo la miseria iba ocupando cada espacio de su ser, cada minuto que pasaba lo hacía sentir merecedor del peor de los castigos, similares a aquellos que recibía en la mansión Black

Incluso esos castigos se quedaron cortos con lo que mereces

Decía un pequeña voz en su cabeza que con los días le encontró parecido a su madre.

Se envolvió en las sábanas , cubriéndose por completo y abrazándose a si mismo, tratando de imaginar que era Remus quien lo envolvía con sus brazos, dejando las lágrimas bajar por sus mejillas, como si de un grifo abierto se tratase.

*

Unos suaves golpes a la puerta lo hicieron despertar, se descubrió el rostro y susurró un suave "pase"

La señora Potter entro a la habitación con una bandeja repleta de sandwiches un vaso con jugo, lo colocó sobre la mesita de noche y se sentó en la orilla de la cama

— No bajaste a almorzar y supuse que tampoco lo harías para comer – con delicadeza, quitó el mechón de cabello que invadía los ojos del chico – has estado muy distante desde que volviste del colegio

Algo que a Sirius le gustaba mucho, era el cariño con el que la señora Potter lo trataba, siempre se comportaba como si también fuera su hijo, estar en esa casa, normalmente lo llenaba de calidez y felicidad, pero ese día, no se sentía merecedor de todo eso

— James también está un poco raro y ni hablar del hecho de la ausencia de Remus

Lo sabía, la señora Potter lo sabía, tenía ese peculiar todo en su voz, aquel que usaba cuando hacían una travesura y la mujer lo sabía, pero quería que ellos confesaran

— No, es solo, adolescencia, ya sabe – no tenía ganas de hablar de ello, no tenía ganas de ser regañado

— Si, la adolescencia, el amor y esas cosas – trato de sonar despreocupada y no lanzar esas miradas de reproche – siempre hacemos cosas estúpidas, de las que nos arrepentiremos en el futuro, pero lo importante es saber asumir nuestros errores, aprender de ellos y enmendarlos

— Hay cosas que no se pueden arreglar – Murmuró, conteniendo las lágrimas

— Lo único que no se puede arreglar es la muerte – lo miró con ternura – lo demás solo necesita tiempo y la manera correcta de corregirlo – paso suavemente su mano por el cabello del chico – Sirius, todos cometemos errores, uno mucho más grandes que otros, pero es posible solucionarlos, un corazón todo, tiene remedio, aunque ya no volverá a ser el mismo

La señora Potter le dió un rápido y cálido abrazado a tes de indicarle que debía comer y lo volvió a dejar solo en la habitación, analizando las palabras

¿Podría reparar el corazón de Remus?

¿Podría reparar su relación?

Quizá la mujer tenía razón y solo necesitaba tiempo, tiempo para mostrarle a Remus que sus sentimientos eran completamente reales, que lo que sentía por él era realmente puro.

Apostando Tu Amor(WolfStar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora