Pleno

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—No me haré responsable de nada. Me importa un carajo lo que sea y si lo veo necesario seré agresivo.

—Oh vaya, acabas de describir parte de tu personalidad. —Shoto aplaude asombrado y sin malicia.

—¡Hey!

Cuando el aparato vibra en su mano nuevamente mira a Todoroki por un segundo y contesta poniendo el altavoz. Una ráfaga de palabras lo desconcierta, aleja el celular de su oreja porque jura que le puede romper el tímpano.

—Por ese motivo no quería contestar.

—¡Me hubieses dicho antes idiota! —se queja. Se arrepiente.

Poniendo atención conecta palabras que puede escuchar entre la palabrería. La voz acelerada, algo grave y emocionada no le es conocida.

—¡¿Entonces que opinas Shoto?! ¡No, Shoto no! ¡Uno de tus hermanos me dijo que te llamara por tu apellido!

Ante la mención de su familia el bicolor frunce el ceño y arrebata su celular—olvido su complejo ante la llamada, su familia era más importante. La queja de Neito se escucha acompañada de maldiciones pero decide no tomarle importa por ahora.

—¿Uno de mis hermanos?

La puerta de la habitación se abre y un peli-morado entra curioso por la tensión que hay en el lugar.

—Tu vida es un conjunto de sorpresas y desgracias Todoroki. —se burla Monoma. La mirada fría y cortante cae sobre el rubio haciéndole reír. Molestar a Todoroki o a la clase A es una de sus motivaciones.

Continúa con la conversación que tenía por teléfono.

—No comprendí, repite lo que haz dicho.

No quería nada de Inasa, estaba bien sin él. Compartía tiempo con su pareja, amigos y era suficiente. Los viejos tiempos son solo eso, fue parte de su vida pero no por ese motivo le debe algo, mucho menos atención.

Sea cual sea el motivo de la aparición de Yoarashi sabe que no será bueno.

Es cortés y educación de lo contrario lo mandaría a la mierda en ese momento.

—Decía que salgamos este fin de semana, si es que no tienes algo que hacer. Paso tiempo y tu compañía era agradable.

—Si fuera agradable no te hubieras ido. —dice sin pensar.

Eso definitivamente no se lo esperaba, Shoto era alguien que siempre piensa en los sentimientos de los demás y nunca fue rencoroso-solo con su padre-fue inevitable sorprenderse porque estuviese a la defensiva.

—Todoroki yo...

—No me mal entiendas.—interrumpe sereno—A este punto de mi vida no me afecta el que te marcharas, estoy bien.

La inminente satisfacción nace en Shoto, poder poner la situación a su beneficio despidiendo el pasado de manera que para si mismo es elegante. Se podría decir que goza y disfruta sus propias palabras.

Una incomodidad surge en el mayor y no sabe como seguir la conversación ni el tema por el cual a llamado.

—Entiendo y...¡Lo lamento! No es el momento de hablarlo, así que esperaré. Nos vemos. —cuelga.

Con el bicolor la situación es irrelevante pero con Inasa es otra historia. No intuyo que Shoto lo solto de su vida, no sabía como retomar lo que sea que tuvo con él.

Empezar su contacto por medio de llamadas, debe admitir fue muy tonto de su parte, su ingenuidad supera expectativas. Con lo que se ha dicho tiene puntos a resaltar, desgraciadamente no son favorables; Retomar la comunicación tan de repente es uno de ellos.

Luego de recibir un regaño/sermón/burla del novio de su mejor amigo del porque tiene que contestar llamadas, aceptar los distintos conflictos sociales afrontandolos con madurez y seguridad es que se encuentra recostado en su fotón

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Luego de recibir un regaño/sermón/burla del novio de su mejor amigo del porque tiene que contestar llamadas, aceptar los distintos conflictos sociales afrontandolos con madurez y seguridad es que se encuentra recostado en su fotón.

Se siente pleno con su yo de ese momento, está cómodo.

Es cierto que aún se encuentran desperfectos en su día a día. Es joven e inexperto pero gana madurez gracias a los sucesos que le han correspondido. Ya no se deja envolver por emociones como con anterioridad, es un avance. Su avance.

Se mantiene en calma.

La puerta se abre revelando a su pareja, sonríe de lado, lo mira con lo que el rubio se atreve a decir, adoración. Cierra y se tumba al lado. Juntando sus manos.

—¿Cómo estuvo tu día? —casi susurra, no desea elevar su tono.

—Nada relevante, los idiotas siguen igual y sigo siendo él mejor.

Ambos ríen.

—Hablé con Inasa por teléfono. —Bakugo inmediatamente pone el doble de atención.—Quería que tuviéramos una salida pero le dije algo que lo incómodo y colgó.

—¿Qué le dijiste? —pregunta curioso.

—La verdad. Que estoy bien sin él.

Katsuki se ríe con fuerza y su pecho se infla con orgullo junto a un toque de alegría. El silencio se extiende luego, esos momentos son más comunes, su relación es algo que quieren mantener sano.

Por el bien de ambos. Bakugo tiene presente eso cada vez más que teme hacer presión.

—Me gustas.

La sonrisa boba de Shoto le hace saber que le hizo feliz.

Shoto lo hace feliz también.




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Volví...
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El bastardo es mio [Bakutodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora