Capítulo 10: Pre-San Valentin.

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A la mañana siguiente cuando me despierto tengo un terrible dolor de cabeza, y sé que es por haber llorado tanto ayer, con la esperanza de que Marcos me haya llamado o escrito busco mi teléfono por toda la cama, cuando lo encuentro lo agarro entre mis manos y al encenderlo el cuerpo se me llena de felicidad como si no hubiese llorado nada la noche anterior, tenía cinco llamadas de Marcos y un mensaje.

"Perdóname por la forma en la que te respondí ese mensaje, para compensarlo te invito hoy a las 10:00 am a tomar helado, te quiero linda."

Por Dios, la alegría que siento ahora no me cabe en el cuerpo, estoy tan feliz que quisiera gritar. Por un momento me pasa por la cabeza lo cortante que fue ayer conmigo, pero ese pensamiento se aparta cuando leo nuevamente el mensaje que recibí de él. Como una loca descarrilada me levanto de la cama porque el reloj marca las 9:00 am solo tengo una hora para encontrarme con mi amor así que me apresuro lo más que puedo, luego de asearme y vestirme recojo mi cartera con el celular y bajo escaleras abajo. Mi mamá me detiene al ver con la rapidez que bajo.

—¿A dónde vas con tanto apuro?.— dice ella levantando una ceja.
—He quedado con Marcos para ir a la heladería, y luego voy con Fany a comprar los regalos para San Valentín.— respondo.

Ella me da la espalda y sigue su camino yo salgo literal corriendo de mi casa porque ya se me hacia un poco tarde para llegar a la heladería.
Cuando llego, habían unas cuantas personas sentadas en las mesas de afuera y otras dentro, pero mis ojos solo buscaban al dueño de mi corazón. Tomo mi celular para mandarle un mensaje.

"Estoy afuera de la heladería, ¿dónde estás?"

Cuando miro hacia adelante Marcos estaba sentado a un costado en una de las mesas de afuera de la heladería haciéndome señas para que me diera cuenta que era él. Sin pensarlo dos veces voy caminado hacia él y lo saludo con un gran beso en los labios.
Luego de tomarnos un delicioso helado y de conversar de todo un poco, saco el tema del mensaje de ayer, su cara enseguida cambia y ahora tiene un semblante serio, como si le molestara que habláramos del tema.

—Sólo estaba ocupado en ese momento y no leí lo que te escribí.— se excusa y baja la mirada.
—Marcos ¿estás bien?, sabes que puedes contarme lo que sea, ¿hice o dije algo que no te gustó?.

Sus ojos cafés se posan sobre los míos mostrando un poco de tristeza y me toma de la mano.

—No hermosa, no hiciste ni dijiste nada, tú no tienes culpa de nada, perdóname.

Ver sus ojos llenos de tristeza y el dolor en su cara hace que mi cuerpo se estremezca, nunca lo había visto así, se ve tan sincero. Lo tomo de la mano y le hago un gesto de que todo está bien.
Tras pasar la mañana juntos, él me dice que tiene que resolver unos asuntos y se marcha, yo me quedo un poco desconcertada pero seguro como mañana es San Valentín él quiere darme una sorpresa o algo así.
Me dirijo a casa de Fany para ir a comprar los regalos para San Valentín, ¿ya les conté lo emocionada que estaba?.

Al llegar Fany ya estaba lista esperándome en el portal, la saludé con felicidad y salimos en busca de los regalos, estuvimos horas y horas caminando, buscando por todos lados algún regalo especial, Fany ya había comprado una hermosa camisa para Samuel, pero yo todavía no había encontrado nada que me llamara la atención para comprarle a mi amado.

Seguimos caminado y me detengo frente a una mesa que estaba llena de peluches, al principio no me gustó ninguno, pero luego me fijo que en el fondo, casi que en lo último de la mesa, había un peluche que me recordaba la cara tierna de Marcos.  Le dije a la señora que los estaba vendiendo que yo quería ese, era un conejito mediano, de orejas largas y peludas, ojos cafés como los de Marcos, con las patitas redondas y era todo de color carmelita, parecía echo de chocolate y también tenía ese olor dulce, la señora lo envuelve dentro de un papel para regalos y le echa una tarjeta con un poema escrito, yo le doy el dinero y le agradezco con una sonrisa.

Llego a mi casa prácticamente de noche, por suerte mis padres están de buen humor y no me reprochan que haya llegado tarde a la casa, tras cenar con ellos me doy una ducha, me pongo mi pijama y me meto a la cama. Marcos no me ha llamado ni escrito desde que nos vimos en la mañana, ¿estará tan ocupado como para no extrañarme?. Sin pensarlo le dejo un mensaje de texto antes de quedarme dormida.

"Ya quiero que veas el regalo que tengo para ti, espero que te guste tanto como a mi, te quiero hermoso."

HOLA HOLA MIS HERMOSAS Y HERMOSOS, ESPERO QUE ESTÉN DISFRUTANDO DE MI NOVELA, GRACIAS UNA VEZ MÁS POR EL APOYO. NO DUDEN EN DEJARME SUS COMENTARIOS ACERCA DE LO QUE PIENSAN SOBRE LA NOVELA.
MUCHOS BESOS.
ANTHU.❤️

Mi primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora