Capítulo 3: Visita inesperada.

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Se acabó el fin de semana y como de costumbre me levanto temprano para ir a la escuela, pues si, estoy en la secundaria aunque ya me queda un año para terminarla. Luego de ponerme el uniforme bajo a desayunar con mis padres como todos los días, mi madre ya casi se va a su trabajo, trabaja en una agencia de telecomunicaciones y mi padre es mecánico de autos en el taller más famoso de nuestro pequeño pueblo y está esperando por el tío Juan para irse juntos a ejercer su labor. Mientras desayuno mi mente no puede evitar recordar ese mensaje de Marcos, ¿será arrogante? ¿quién se cree él para mandarme un mensaje así?, ahora creo que en vez de gustarme lo odio, lo odio con todo mi ser por ser tan lindo y tan idiota. Cuando termino el desayuno me despido de mis padres y salgo rumbo a casa de mi mejor amiga para irnos juntas a la escuela. Fany no dice nada, en todo el camino hay un silencio un poco incómodo entre nosotras hasta que ella lo rompe.

—¿Se puede saber por qué estabas molesta anoche?.
—No tiene importancia. — le digo mientras miro al suelo.
—Y si no tiene importancia porqué estás con esa mala cara, vamos Val cuéntame qué pasó.
—Anoche — hago una pausa — anoche recibí una llamada de un número desconocido y cuando contesté resulta que era Marcos.
—¿¡Cómo!? —me interrumpe Fany con un gran grito de sorpresa.
—Baja la voz, no es para tanto.
—¿Cómo que no es para tanto? Acaso no ves que el chico que te gusta te llamó, eso es que está interesado en ti, ¿qué más dijo?.
—Nada, que quería conocerme y hablar conmigo. —respondo sin ganas.
—¿Y qué le dijiste?, ¿Dijiste que si verdad?
—No Fany, le dije que no estaba interesada en conocer a nadie por el momento y le colgué el teléfono.
—Pero serás tonta! —grita ella— no te entiendo, el chico que te gusta te dice que quiere conocerte y tú le dices que no y le cuelgas el teléfono, enserio no te entiendo Val— dice molesta.

Llegamos a la entrada de la escuela y en ese mismo instante suena el timbre que nos indica que debemos entrar a las aulas para comenzar las clases. Por suerte Fany está en mi aula y puedo seguirle la historia pero por desgracia su asiento está unos metros delante mío (yo me siento en la 4ta mesa y Fany en la 2da). Aunque estemos un poco lejos decido escribirle una nota a Fany para terminar de contarle la historia y decirle lo del mensaje, cuando termino arrugo el papel y le digo a Teresa, que es la chica que se sienta delante de mi, que se lo pase a Brayan para que él se lo pase a Fany. Cuando Fany tiene la nota en sus manos prosigue a leer el contenido de la misma, su cara se iluminó y por un segundo olvidó que estábamos en él aula y se giró a donde estaba yo con una cara de cumpleaños enorme, yo no pude hacer otra cosa que reírme y decirle con señas que se estuviese quieta que nos iban a regañar.
Luego de tres turnos de clase llega la hora de la merienda escolar, Fany se apresura y me toma de la mano para salir juntas del aula con nuestras meriendas en las manos.

—No puedo creer todavía lo del mensaje— dice ella dándole una mordida a su sándwich de jamón.
—Yo tampoco me lo creo aún.
—¿Y qué piensas hacer?.
—La verdad no lo sé, esto es algo nuevo para mi y no estoy segura a dónde él quiere llegar.
—Tonterías— dice ella— seguro que está loquito por ti desde aquel día que te vió en casa de tu primo.

Entre risas suena de nuevo el timbre para volver a entrar a clases. Cuando llegan las 12:00 pm suena nuevamente el timbre indicándonos que es la hora del almuerzo, yo y Fany salimos con prisa pues solo tenemos una hora para almorzar. Cuando íbamos llegando a la salida de la escuela Fany pone una cara de felicidad total cuando ve a Samuel el cual también le sonríe, ella sin pensarlo dos veces corre como loca a saludar a su amor.(me olvidé de contarles que desde el día que Fany y Samuel hablaron quedaron como novios). Yo sigo caminando con una sonrisa tonta en la cara cuando de pronto mi corazón se paraliza, mis manos comienzan a sudar, mi respiración se vuelve pesada y mis ojos se encuentran con esos ojos café que me quitan el sueño. Allí estaba él, justo detrás de Samuel, Fany nunca me dijo que Samuel conocía a Marcos así que mi sorpresa fue tan grande que Marcos pareció darse cuenta y me regaló una sonrisa pícara.
Cuando llego a donde están no alzo la mirada, no puedo enfrentarlo a los ojos.

—Val— me dice Samuel— te presento a mi primo Marcos.
¿Primos?, cómo van a ser primos estos dos? Me quedo tan sorprendida, pero disimulo para que no lo noten.
—Mucho..—no puedo terminar la frase.
—Ya ella sabe mi nombre— dice Marcos en un tono atrevido.

Escucharlo decir eso hace que me sonroje y tímidamente levanto la cabeza y lo único que puedo hacer es volverla a bajar. Fany se da cuenta de mi estado y me dice que vayamos a almorzar a la cafetería de la esquina y yo asiento. Samuel le dice a Fany que no va a poder acompañarnos porque tiene que ir a entrenar, yo suspiro aliviada porque de seguro Marcos también se va con él. Al llegar yo y Fany a la cafetería, como nos queda poco tiempo, decidimos comer algo rápido para no llegar tarde a clases.
De vuelta a la escuela sólo podía pensar en la hermosa cara de Marcos y en esas palabras que dijo, por Dios como puede ser tan lindo y arrogante, aún no lo entiendo. Terminadas las clases voy rumbo a mi casa, al llegar me quito el uniforme, me preparo algo de merendar y me siento un rato delante del ordenador para revisar mis redes sociales. No sé porqué pero me meto en el perfil de mi primo y busco entre sus amigos, de pronto encuentro el nombre que estaba buscando Marcos, de curiosa cambio al perfil de Marcos y veo sus fotos, parece ser un chico divertido, que le gusta la fiesta, y que por cierto fuma, porque en varías fotos sale con un cigarro en la mano. No sé cuánto tiempo estoy revisando su perfil pero ya se está haciendo de noche. Decido apagar el ordenador y voy directo al baño a tomar una ducha para luego dormir ya que mañana también tengo que ir a la escuela.
Tras darme una refrescante ducha me tumbo en la cama y viene de nuevo a mi mente Marcos, ¿porqué no puedo dejar de pensar en el?, siento una sensación extraña que no puedo explicar, no sé porqué me pongo nerviosa cuando lo veo, ¿acaso me estoy enamorando de él?. Debo borrar ese pensamiento de mi cabeza, ¿cómo voy a estar enamorada si ni siquiera lo conozco?, si ni siquiera he tenido una conversación con él más allá de dos palabras. No sé qué me está pasando pero hay un montón de sensaciones dentro de mi que no puedo explicar.

Mi primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora