Capítulo 18

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El pecho de Goku se hinchaba con el pasar de los segundos. Sentía cómo su corazón palpitaba con emoción al ver a Bulma delante de él. Su respiración estaba acelerada. Su sonrisa se ensanchaba de felicidad. Y sus ojos, tan negros pero dulces como dos caramelos, brillaban fulgurantemente ante la peliazul. Pero también, cierta parte de él estaba con el pecho oprimido.

Vio a Bulma...pero totalmente diferente a lo que era antes.

Aquel cabello azulado, largo y con formas de ondas que caían en forma de cascada por su espalda, ya no estaba. Ahora era corto y llegaba a sus hombros. No le quedaba mal. De hecho, hace muchísimos años que no la veía con ese peinado, pero...sabía perfectamente que algo estaba mal.

Fijó su mirada en sus ojos. Aún sentía la calidez de su rostro sobre su palma, aquella que tocaba su mejilla derecha. La miró. Vio su semblante. Sentía cómo ella mantenía su mirada curiosa en sus iris. Parecían como si quisieran hablarle, preguntarle...

Goku no podía contener la emoción que estaba sintiendo. Tan solo imaginar todo lo que su amiga tuvo que pasar bajo las órdenes de Freezer, imaginar las torturas, las ideas que pudo haberla metido en su mente para ponerla en su contra, hizo que su cuerpo temblara de miedo y preocupación. Sus ojos empezaron a nublarse de emoción. Sabía que Bulma había cambiado, que ya no era la misma..., pero no importaba. Para él seguía siendo Bulma, y él la aceptaba así.

Bulma lo vio. Por un momento se sorprendió al ver ciertas lágrimas querer salir de sus ojos, se asustó. Estuvo a punto de hablar y preguntarles que pasaba; sin embargo, no pudo.

No...,

Porque inmediatamente, sintió cómo él la abrazaba y la estrechaba entre sus brazos. La peliazul se sorprendió por el acto.

—¡Bulma!—gritó Goku mientras la abrazaba con fuerza. La felicidad era patente en su sonrisa y rostro.

Algo que molestó, profundamente, a Vegeta.

Gohan, Krillin y Zareen vieron la escena con emoción. Algunas lágrimas se querían formar en los ojos de Gohan mientras que Krilin no podía estar más que orgulloso por el arduo trabajo que tuvieron que hacer para poder encontrarla. Él, al igual que Goku, estaba muy Feliz. Zareen solo atinó a sonreír. Aunque sus ojos no pudieron evitar dirigirse hacia los de Vegeta la ver la profundidad con la que su ceño estaba fruncido.

Un aura azul salía de su cuerpo. Se podía evidenciar que apretaba los dientes con fuerzas. Sus ojos estaban dilatados, y desprendían ira... pura.

Bulma lentamente abrazó a Goku mientras cerraba los ojos. Para Vegeta, aquel acto simplemente le estaba rompiendo el alma. Pero su ira y celos aumentaron al ver cómo un mocoso se acercaba a ella.

Lamentablemente, el estar cegado por los celos, no lo hizo ver que poseía una cola y que, claramente, no tenía más que amistad con Bulma.

Las manos de Vegeta se empuñaron. Su cabello estaba totalmente erizado mientras presenciaba la escena.

¿Cómo demonios habían atinado que iban a estar en este planeta? ¿Cómo los encontraron? ¿Acaso él también la estaba buscando? ¿Cómo demonios sabían que él y Bulma estarían ahí...?

No podía pensar con claridad. La consternación lo consumía, los celos lo estaban cegando por completo mientras sentía cómo su sangre corría velozmente por sus venas. La indignación de pensar que su orgullo, en este preciso momento, estaba siendo pisoteado por ese insecto que estaba tocando a su mujer, estaba ocasionando un coraje profundo en él.

Había estado tratando de evitar con todo su ser su encuentro. Tratar que no recordara a ese insecto por ningún momento. Unirla a él. Atarla a él. Hacer que fuera totalmente de él. Pero no. Ahora, lo estaban humillando de la peor forma posible.

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