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#12 Get Right

s l o w
r e a d i n g

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Chanyeol presionó la parte superior de su nuca, justo en la placa de identificación. Otra vez se había hecho presente ese molesto ardor, el mismo que lo venía atormentando desde hace dos años. Pero últimamente se había hecho tan frecuente e intolerable que había estado a nada de dejarse calvo. Estaba harto.

"¿Channie?" Yoora le dedicó una mirada de preocupación cuando sintió la repentina presión en el agarre de sus manos.

"Estoy bien", contestó entre dientes. "Sólo detengámonos un segundo."

Cesaron el chapoteo de sus pasos sobre el callejón oscurecido, a pocos metros de la entrada al club. Chanyeol se maldijo por verse obligado a soltar la mano de su hermana pequeña, pero sentía que su nuca ardía en fuego. Viendo el semblante angustiado de Yoora hacia abajo, tomó tanto aire como sus pulmones le permitieron mientras esperaba pacientemente una bendita calma, levantando la cabeza hacia el cielo nocturno para que no pudiese presenciar sus muecas de dolor.

No podía faltar hoy, necesitaba comprar víveres y juntar para la renta. Le había dolido en el alma que Yoora sacrificara los pocos billetes que había estado ahorrando para comprarse unas zapatillas malditamente decentes. No podía dejar que el esfuerzo de su hermana fuese en vano.

Las primeras lágrimas se asomaron por sus ojos, Chanyeol no sabría decir con exactitud si por Yoora o por él, justo antes de que el ardor comenzara a disminuir gradualmente. Azorado, se sostuvo de la pared del edificio más cercano, fatigado y asimismo aliviado de que la tortura haya pasado. No dejó que las lágrimas se deslizaran por su rostro, quitándoselas de inmediato.

Atrapó la mano de Yoora una vez más, enderezándose correctamente. El dolor era soportable e iba en descenso. Estaba bien.

"Vamos."

Su hermana asintió aún con una mueca ensombrecida, pero no tardó en reanudar el paso sin decir más nada. Chanyeol agradeció internamente que Yoora no hiciera más comentarios al respecto.

Al llegar a la puerta del club, Lucas les dejó pasar dedicándoles un gesto de saludo antes de seguir permitiéndoles el paso a demás personas formándose fuera. Chanyeol cambió de lugar a su hermana, colocándola delante suyo mientras caminaban entre un mar de luces y personas, protegiéndola de manos ajenas.

Una vez enfrentados a la barra, Chanyeol deslizó la pequeña puerta para que pudieran estar seguros tras de ella. Minseok y Jongdae se encontraban atendiendo clientes a cuatro manos del mismo lado, ni siquiera habían visto que había entrado.

Chanyeol se quitó la chaqueta y la echó sobre el suelo en una esquina contra la pared bajo la barra. Yoora se sentó sobre ella y se hizo un ovillo contra sus rodillas del mismo modo que lo había hecho las pasadas semanas. Sacando unos viejos auriculares y un desgastado MP3 del bolsillo de sus jeans, Chanyeol se encargó de conectarlos y encenderlos antes de entregárselos. Yoora se acomodó los auriculares y lo miró expectante.

Chanyeol bajó las mangas mal acomodadas del saco de su hermana, procurando cubrirla ante el frío.

"Hoy será una larga noche. Dime si quieres dormir, te llevaré al depósito", dijo, aunque ella bien sabía que prefería tenerla a la vista. "¿Tienes hambre?"

Las mejillas de la niña se encendieron de vergüenza. "Sí, Channie."

A Chanyeol no le sorprendió, no habían tenido la oportunidad de haber comido mucho de camino al club.

Rápidamente buscó con la mirada la cosa comestible más cercana y encontró en una repiza dos paquetes de frituras, seguramente pertenecientes a Jongdae. No pudo decir que había lamentado dárselas a su hermana.