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#07 Alien

s l o w
r e a d i n g

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Chanyeol intentó arreglar su desprolijo cabello castaño frente al espejo. El baño público de la sede de Polio se encontraba vacío, por lo que se permitió ser un poco más quisquilloso y alisó cada ángulo del uniforme espacial con la esperanza de que sus dos días de ininterrumpido uso fuesen menos elocuentes. Se veía bien, pero Chanyeol no era vanidoso, era consciente de que el logo de Marte en su pecho hacía que cualquiera se viese bien.

La puerta del baño se abrió de repente, haciéndolo saltar en su lugar.

"¿Te traigo una cama, Park?" Interrumpió Jongdae, su compañero de embarque.

"Idiota. Te dije que me dieses diez minutos."

Jongdae de acercó y lo inspeccionó de arriba a abajo, extrañado. Se quedó quieto, atrapado, en espera de que su compañero acabara de olfatear la obvia colonia que se había encargado de ocultar entre los múltiples bolsillos de su uniforme. No era como si fuese fácil de ocultar que se había acabado de arreglar, después de todo, es decir, Jongdae había sabido de las ahora ausentes ojeras con las que habían aterrizado hacía un par de horas atrás.

"¿Por qué...?" Pareció pensar su compañero.

Casi como si le hubiera leído la mente, Jongdae le echó una mirada al reloj del intercomunicador de su muñeca y Chanyeol sudó frío. Era la hora que Chanyeol tanto esperaba.

Antes de que pudiera ser capaz de atraparlo, Jongdae salió disparado hacia la puerta del baño. Corriendo por el reluciente y blanco pasillo, se encontraron a punto de salir al lobby de la sede cuando Chanyeol logró sujetar a su compañero del cuello. Pero era demasiado tarde, Jongdae había conseguido comprobar su sospecha.

Del otro lado del gigantesco lobby, a través de una muy colorida y animada multitud, yacía la recepción.

"¡Ajá!" Exclamó Jongdae, soltándose de su agarre. Lo señaló, acusándolo de ser culpable. "Así que esto es lo que te traías entre las manos. Por eso ocultaste ese extraño objeto para la cara."

"Se llama corrector de ojeras."

"¡Eso!" Su compañero le restó importancia. "Querías volver a ver al gaxard."

Chanyeol resopló haciendo volar su flequillo. De todas formas no era como hubiese tenido mucha sutileza.

Mirando a la redondeada mesa gigante de recepción, se encontró con la pequeña figura del gaxard que había conocido hacía un par de meses atrás, durante uno de sus vuelos a escala. Eran criaturas poco comunes por la zona. En planetas tan aislados como Polio, eran tan llamativos y atrayentes como un sol. ¿Y cómo no? Mierda, si el chico era hermosísimo.

Había tenido la suerte de toparse con él varias veces durantes el transcurso de los últimos meses, pero habían tenido interacciones indiferentes a pesar de los esfuerzos de Chanyeol.

Los gaxard se caracterizaban por ser mudos, inexpresivos y pequeños, eran una raza telépata, pero su principal cualidad consistía en el cambio de color de su cabello. Lo natural era que tuviesen siempre un frío azul, pero dependiendo de sus emociones, por más que en sus rostros no pudiesen reflejarse, en su cabello sí.

Jongdae se echó unas carcajadas al verlo pasmado como idiota con la mirada en el joven chico. Luego, palmeó su hombro.

"De todas las criaturas vivientes en este inmenso universo te vienes a colgar con un gaxard. Eres increíble, Park. Ya quiero verte en acción", se burló él.