#03 Sometimes

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s l o w
r e a d i n g

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"¿Por qué te despertaste a media noche?"

Chanyeol se puso rígido inmediatamente, dejando el hacha pendiendo en el aire. El tronco pequeño sobre la roca quedó intacto, expectante en el suelo en espera del movimiento que lo partiría en dos; el de Baekhyun no había tenido tanta suerte, su corte había sido perfecto.

"¿Me escuchaste?" Dijo.

Su compañero asintió, pasándose una mano sobre el sudor de la frente. Odiaba la sensualidad que emanaba bajo un día caluroso, expuesto a la radiante luz del sol. La camiseta en la que se había enfundado esa mañana se encontraba resposando sobre una pila de leña a un costado. La piel blanca de Baekhyun brillaba en todo su esplendor.

Chanyeol clavó el hacha en el suelo y se sentó sobre el césped. Su compañero lo miró esperando que siguiera hablando y respiró profundamente antes de abrir la boca.

"A veces tengo pesadillas", jugó con el césped y reparó en la quemadura de sus manos. Eran viejas pero resaltaban por su prominente color. "Sueño que tengo las manos atadas en la espalda y me retuerzo de rodillas, buscando liberarme."

Baekhyun guardó silencio inmóvil, abandonando su labor y yendo a su lado. Se sentó junto a él, escuchándolo atentamente, sabiendo que más que una pesadilla era un horrible recuerdo de cuando El Acuífero lo había tenido en cautiverio. A penas había tenido quince años entonces cuando había sido secuestrado por sus enemigos naturales, viéndose una obvia amenaza para su gente.

"Me sumergen en agua a punto de ahogarme y sólo me sacan de ella cuando me encuentro al borde de la muerte. Hace frío y la oscuridad es interminable. Me despierto, después de perderme durante horas en la inconsciencia, con una desesperación que me posee y escupo fuego. Rujo con tantas fuerzas que mi garganta quema y mis poca energía es drenada por el poder de mis gritos. "

Una mano cayó sobre las cicatrices de sus brazos y Chanyeol agradeció las caricias que tranquilizaron la horrible sensación de su deteriorada memoria. La presencia de Baekhyun era cálida y familiar, podría dormirse con la simple melodía de su respiración. Sin embargo, la voz de Chanyeol se volvió a penas un hilo cuando su pecho se estrujó de coraje, indispuesto a dejarse embargar por las emociones.

"Pero por dentro lloro a mares y sólo quiero volver a casa."

Chanyeol se acurrucó contra el pequeño cuerpo de Baekhyun cuando este lo giró en busca de un abrazo. El contacto con su piel fue un calmante inmediato que apagó todo recuerdo, y se dejó abandonar entre sus brazos. Chanyeol ya no necesitaba consuelo, sólo quería alguien que le recordara que ya no estaba sólo, y se sentía afortunado de tener a Baekhyun para eso.

Minuto después, una bocina ahuyentó los pájaros cuando el bosque tembló a su alrededor. Parecía ser la hora del almuerzo del campamento y ambos ya se habían retrasado mucho en sus tareas.

Baekhyun sostuvo entre sus manos su rostro para alejarlo y poder mirarlo a los ojos. Chanyeol estaba seguro de que tenía una cara de muerto terrible tras noches enteras sin dormir, pero Baekhyun le sonrió como si fuera la cosa más preciosa del mundo y él se quedó prendado de esa dulce mirada.

"Hora de comer, chico grande," dijo, apretándole las mejillas. Chanyeol se quejó y Baekhyun rió, extendiéndole una mano mientras se ponía de pie.

Serpenteando las cabañas, de camino al comedor, Chanyeol vio el tatuaje de estrellas de dieciséis puntas en la espalda de Baekhyun desaparecer bajo su camiseta cuando se vistió. Había encontrado su camino, concluyó, siguiendo la luz, rumbo a casa.

gaze » chanbaek/baekyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora