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#09 The Passenger

s l o w
r e a d i n g

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Baekhyun le dio una mirada sutil al hombre ocupando el asiento del pasajero. A juzgar por sus ojos negros como el ébano, la altura imponente y el plateado de su cabello, era un riler. Un ciudadano de Ril del futuro, claramente, pero no se veía tan diferente a los actuales, por lo que dudaba que fuese alguien de un muy avanzado tiempo. Baekhyun nunca había visto un riler en su vida.

Era un cliente que había pagado por una transportación leve, pensó con la mirada en la calle. Pero como Baekhyun sólo se encargaba de ser el conductor de sus clientes, ni más ni menos, no tenía ni idea de todos los trámites que hacía la corporación para la que trabajaba con ellos.

Bueno, si el tipo había pagado por un viaje en el tiempo a la actual época, obviamente era rico. Sabía que Wilfix no hacía mucho había aumentado una buena millonada a sus precios debido al último inconveniente causado por uno de sus pasajeros en un pasado no muy lejano. Los precios siempre aumentaban. Baekhyun agradecía y temía por ello en partes iguales. Es decir, mientras más cobrase la corporación por su servicios, más ceros tendría su sueldo, pero menos personas podrían ser capaces de pagarlos.

Aunque Baekhyun realmente no pensaba que los viajes en el tiempo fuesen algo con lo que jugar, así que mientras menos accesibles fuesen para la sociedad, mejor.

El sonido de una desconocida melodía se hizo paso en el aire. Baekhyun detuvo el coche cuando el semáforo se puso en rojo y oyó cómo el desconocido pasajero atendía la llamada de su comunicador.

Aún no podía dejar de sorprenderse de la avanzada tecnología que manejaba Wilfix. Es decir, ¿de qué tipo de material alienígena estaba hecho el auto que era capaz de recibir señales de comunicación que en el año actual no existían?

"Dime, cariño", saludó el hombre. Baekhyun identificó su espectacular voz de barítono casi instantáneamente. "No, estoy a mitad de camino. ¿Cómo te sientes?"

Baekhyun puso en marcha el auto una vez más y llegó a la conclusión de que el hombre ya estaba casado y probablemente tenía hijos. Era atractivo, y obviamente superaba los treinta y cinco, era de esperarse.

"Ten cuidado con las escaleras, Jiwoo. Ya hemos hablado de esto."

Qué dulce, pensó Baekhyun, notando la preocupación en el tono de voz del hombre. Se sintió apenado de oír una conversación tan íntima con su pareja. Tal vez algún día podría encontrar alguien que le hablara con la misma calidad de afecto.

La pantalla en el tablero del auto le indicó que faltaban poco menos de tres manzanas para llegar a destino. Baekhyun fue descendiendo la velocidad del auto.

"Me tengo que ir. Te llamaré luego", la llamada acabó un segundo antes de que Baekhyun lo viera sonreír ampliamente a través del espejo retrovisor.

Baekhyun frunció el ceño al ver que se detenían en un parque. Tuvo que mirar dos veces la pantalla guía para verificar que no se hubiera equivocado. Pero antes de que pudiera decir algo, el hombre en la parte de atrás descendió.

Se quedó sorprendido de la rapidez con la que se había movido su pasajero. Baekhyun ni siquiera fue capaz de decir algo antes de verlo cerrar la puerta del auto, caminando elegantemente sobre la acera bajo la espléndida luz del sol. El hombre arrastró varias miradas de adultos y niños con él, pero su figura impávida se mantuvo recta y ajena a esa atención recibida. Era un ril en medio de un mar de gente de cabello negro, después de todo, prácticamente era como un segundo sol en medio de Angán.