Capítulo 3. Mocoso arrogante.

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Al día siguiente, no era novedad para la escuela y los alumnos que Aizawa tenía un nuevo objetivo. Katsuki Bakugo era un mocoso que sin duda le molestaba, y era por eso mismo que no podía esperar a tenerlo gimiendo bajo su cuerpo en el despacho.

Aizawa caminaba con pereza por los pasillos, todos susurrando tonterías a su alrededor, al igual que todos los años. Pegó un bostezo y talló sus ojos dirigiendo su vista al patio del establecimiento, en donde notó al rubio cenizo con audífonos sentado sobre el pasto en solitario. Sonrió, quizás era una oportunidad.

Aizawa —Katsuki.

Le quitó los audífonos y tomó asiento a su lado, Bakugo apenas le dirigió la mirada, el azabache pudo sentir su sangre hervir, sin embargo, lo disimularía por el bien de ambos.

Bakugo —¿Qué haces aquí?

Aizawa —Bueno, si estás solo por ahí con cara de niñato triste, mi deber como profesor es averiguar qué pasa, ¿no?

Katsuki bufó y le miró fijamente. El rubio cenizo sabía perfectamente cuáles eran las intenciones del azabache, y aunque las propias eran bastante parecidas, quería jugar un poco antes de darle lo que quisiera.

Bakugo —¿Y? ¿Ya lo averiguaste?

Aizawa —No lo sé, dime tú.

La tensión que había entre ambos era notable, ninguno quería rendirse ante el otro, pero eran conscientes de que tarde o temprano deberían hacerlo para conseguir sus objetivos.

Bakugo —¿Ya elegiste a quien follarte este año?

Aizawa —¿No estás tomando mucha confianza?

Preguntó arqueando una ceja, qué clase de estudiante le preguntaría eso tan explícitamente a su profesor. Katsuki era único y eso era algo que a Aizawa le estaba volviendo loco.

Bakugo —Supongo que después tendremos aún más confianza, así que no, creo que estoy bien por el momento.

Comentó con un tono de burla. Aizawa divisó rápidamente a sus alrededores y al no notat a nadie poniéndoles atención, tomó al rubio cenizo del mentón con cierta brusquedad, haciendo que le mirara.

Aizawa —No vine aquí a probar tus jueguitos.

Katsuki —Pues yo sí.

Le guiñó un ojo. Aizawa se estaba molestando, se acercó a su oído con suavidad y susurró de la manera más lujuriosa que pudo.

Aizawa —En mi despacho en la hora de almuerzo.

Le soltó el mentón y se levantó para irse de aquel lugar. Había perdido la compostura por completo y ahora cargaba una erección consigo. Tomó su celular para enviarle un mensaje a All Might.

AIZAWA
Te veo en mi despacho

ALL MIGHT
¿Ahora?

AIZAWA
Ahora.

Al llegar, el héroe número uno ya estaba allí. Aizawa apenas entró le puso seguro a la puerta y se acercó al hombre hundiendo su rostro en el cuello ajeno.

All Might —¿Qué pasa?

Aizawa —No te he dado la bienvenida.

All Might —No la he pedido...

Aizawa —Te la quiero dar ahora.

El azabache acorraló al contrario contra el escritorio, las manos ajenas apoyándose en este para ayudarse a subir. Ahora estando sentado sobre la superficie, Aizawa se acomodó entre sus piernas. Con sus manos dejó libre el miembro del rubio y comenzó a masajearlo en un vaivén.

All Might —A-Ah... ¿Qué pasó que vienes tan... Tsk... Caliente?

Aizawa —Ese mocoso Bakugo... Sabe jugar.

Mencionó dándole un apretón al falo ajeno, notando como este poco a poco se endurecía más y más. All Might sintiendo como su cuerpo perdía poco a poco el control que le quedaba.

Aizawa tomó al rubio del cuello y lo atrajo a sí mismo para darle un beso a sus labios. Si bien, solo eran compañeros de sexo, Shota solía tener una relación más relajada y ciertamente, más cariñosa con All Might que con los demás.

Las manos del rubio se acercaron a la entrepierna de su acompañante liberando el húmedo falo, mientras que sus labios continuaban el beso con lujuria, Aizawa estaba realmente complacido con sus acciones.

Aizawa —Toshinori, abre las piernas.

Pidió. El rubio haciendo caso al instante, se desnudó por completo, alzó sus piernas con rapidez y las abrió. Su torso se encontraba recostado sobre el escritorio, Aizawa alineando su falo con la entrada ajena. Tomó la pierna izquierda del héroe para ponerla sobre su hombro, mientras que procuraba afirmar la derecha.

Aizawa —Voy a entrar.

Y antes de dejarle responder, había introducido su miembro por completo de una sola estocada. La espalda del rubio arqueándose sobre el escritorio junto a un ahogado gemido. Shota comenzó a moverse con cierta brusquedad, entrando lo más profundo que podía en el contrario.
Manos llevó hasta sus pezones para retorcerlos y jalarlos, el azabache era consciente de lo mucho que All Might disfrutaba el jugueteo en ese sector.

Aizawa —No te escucho.

Como si esas palabras fuesen órdenes, All Might comenzó a gruñir y jadear ante cada estocada. Su trasero siempre era llenado de maravilla cuando se trataba de la polla del moreno. Acercó sus cadersas más a él tratando de obtener mayor profundidad, el contrario lo entendió. Ambas piernas sobre sus hombros, se inclinó hacia él con brusquedad embistiéndole con rapidez.

La puerta fue golpeada y Aizawa sonrió, solo esperaba un visitante y ese era Bakugo. All Might se sonrojó, pero eso no impidió que disfrutara del magnífico mating press que el moreno le estaba brindando.

Queriendo que el rubio cenizo le escuchara, aumentó la fuerza y rapidez de sus estocadas, logrando que su acompañante no aguantara sus gemidos. Fuertes embestidas contra el gordo trasero de All Might, sus testiculos chocando sin vergüenza alguna una y otra vez.

All Might —A-Aizawa... M-Más despacio~

El nombrado rió, claro que no iría más despacio. Sus embestidas frenéticas no tardaron mucho en hacer que el héroe se corriera. Las paredes de su trasero contrayéndose y abrazando cálidamente su polla. Aizawa se corrió al poco tiempo de aquella sensación, sin embargo, no dejó de embestirle hasta unos minutos después.

Salió del interior ajeno y sonrió robándole un tierno beso sobre sus labios. Se limpió un poco y subió su propio pantalón dirigiéndose hasta la puerta del despacho con una sonrisa en su rostro.

La imagen del héroe número uno con su cuerpo complementamente desnudo recostado en un escritorio, apenas recobrando su respiración, con su trasero escurriendo una cantidad considerable de semen era bastante obscena. Aizawa lo sabía y le encantaba.

Aizawa —Entra.

Jaló al rubio cenizo del brazo para hacerlo entrar y rápidamente cerró la puerta con pestillo. A pesar de que Katsuki estaba algo sorprendido, no se dejó espantar en absoluto y solo rió burlesco.

Bakugo —¿Entonces? ¿Me trajiste para ver cómo te follabas a All Might?

Aizawa —Eso ya lo hice, te traje para firmar un contrato.

Bakugo —¿Un contrato..?

Aizawa —¿Qué es lo que más quieres?

Un silencio inundó el lugar, ambos sabían a donde iba todo. All Might recuperó el aliento y comenzó a vestirse con cierta vergüenza mientras escuchaba.

Bakugo —Quiero ser el héroe número uno.

Aizawa —Solo tengo una condición para cumplir tu deseo. Déjame follarte.

CONTRATO SEXUAL. [AizaBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora