Capítulo 1

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Mire el reloj que estaba delante mío en la mesita de noche, las 7:00 y no había dormido nada. Me levanté de la cama y me senté, me senté para prepararme a otro día de más sufrimiento, cada día es algo nuevo, cada día es algún dolor nuevo, cada día sufro una cantidad de dolor, unos días mas otros menos y los sábados y domingos muy poco ya que solo sufro el dolor que me hago a mi misma. Me levanto, limpio las lágrimas que estaban saliendo al pensar en todo el sufrimiento y dolor que que pasado durante 4 años y faltan 2 años mas de sufrimiento ya que estaba en cuarto grado de la secundaria. ¿Cómo es posible que personas de tan solo 15 a 18 años dañen a una persona? Miro el mundo y flipo, nadie de este mundo tiene corazón, creen saber cual es el significado de amor o respeto pero no tienen ni puta idea de lo que significan esas dos palabras, si la gente tuviese la mas mínima idea de lo que significa amor, yo no estaría como estoy.

Ya estaba vestida, llevaba puesto un pantalón negro, con una camiseta negra y una chaqueta de cuero negra, con mis botas militares negras, recogí mi pelo negro en una coleta alta sin mirarme a ningún espejo y me lavé la cara.

Salí de mi habitación y justo mi madre salía de la suya, atándose la bata, me miró y me sonrió con pena, le sonreí falsamente de vuelta y le saludé.

-Buenos días, mi vida- me dijo con la voz ronca, ya que acaba de despertar.

-Buenos días mamá- dije.

A veces me paro a pensar en el sufrimiento que estoy haciendo pasar a mis padres y me dan ganas de ir a la cocina, coger un cuchillo y clavármelo en el corazón lenta y dolorosamente, para sentir su dolor. El dolor de ver a su hija todos los días llorando, venir del instituto con mitad de la ropa rota, manchada con distinto tipo de comida, escupitajo, etc. Ver a su hija volverse loca con sus voces interiores, ver a su hija gritar por las noches por las pesadillas y tener que levantarse a pincharle calmantes, verla vomitar después de haber metido una sola cuchara de comida a su boca, ver a su hija como se hunde de dolor en su habitación oscura y solitaria.

Baje detrás de mi madre por las escaleras, cogí mi mochila de la sala y me despedí de ella.

-Espera hija, desayuna, por favor, solo un jugo- dijo con tristeza.

-No puedo mamá, es mejor no comer, si como voy a sufrir más- asintió triste y se fue a la cocina. Mi madre es hermosa, es rubia, de tez blanca, ojos marrones oscuros, para tener 43 años parecía muy joven.

Salí de casa y cogí mi motocicleta de marca Honda completamente negra. Pensareis, ¿qué hace una chica como tu, hundida y desfavorecida con una cacho moto como esta? SI, eso es lo que me dicen mis ''compañeros'' hasta intentaron robarla, romperla o rajarme el tubo para que yo sufriera un accidente. Nada de lo anterior han podido hacer solo la ultima, pero no fue un accidente muy grave. No quiero llevarla al instituto porque sé que a mis padres les costó mucho comprarme la única cosa que un día me llegó ha hacer feliz, pero el instituto estaba muy lejos de casa y el autobús no llegaba hasta donde vivo.

Al principio vivíamos muy cerca del instituto, pero cuando toda esta mierda empezó, muchos niños venían hasta mi casa y tiraban huevos, o llamaban e insultaban a mi familia, o los amenazaban, en fin, que al final tuvimos que mudarnos lejos para que nadie quiera ni tenga ganas de venir, no voy a mentir, han venido un par de niños a molestar pero al ver que no conseguían nada solo llamadas de la policía de mi padre, no volvieron a venir, agradecí eso.

Conducía a una velocidad muy alta ya que la adrenalina que me hacia sentir eso, me hacia olvidar por unos segundos en el mundo de mierda en el que vivo. Poco a poco empecé a divisar el puto infierno del instituto que la gente lo odia por el simple hecho de que los profesores manden muchos trabajos y exámenes, o porque por su culpa se despiertan temprano o porque son castigados por tonterías. Pues en mi caso si fuera por esos motivos amaría el instituto con mi alma. Yo lo odio por las personas que están en el y el sufrimiento que me hacen pasar cada día.

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