-Gisselle, ¿qué pasó?- susurro mi madre de rodillas a mi lado.
Mis lagrimas no paraban de bajar, mis cabeza me dolía tanto que parecía que en nada iba a explotar, mi corazón latía tan fuerte que parece que en segundo iba a parar por completo y dejarme sin vida, mi cuerpo temblaba tanto que parecía que me encontraba en un terremoto, mis pelos estaban de punta y mis ojos no podían separarse de la pared donde ponía esa palabra.
-Perra- susurré y mi madre frunció el ceño, miro hacia donde estaban mis ojos y jadeó al ver lo que a mi nunca se me iba a borrar de la cabeza. De un momento a otro empece a ver todo borroso y mi cuerpo ya no hacia ninguna acción.
-Gisselle- dijo mi madre y ahí fue cuando vi todo negro y no volví a oír nada.
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Abrí mis ojos sintiéndolos pesados y miré hacia todos lados encontrándome en una habitación blanca y que huele a lejía, acostumbrada a esa imagen supuse que estaba en el hospital.
Intenté levantarme para ir al baño, pero mi cuerpo no respondía y no podía moverme, me sentía débil.
-Gisselle, despertaste- oí la voz de mi madre a mi izquierda, me giré y la encontré sentada con un libro entre sus piernas y sus gafas de leer en sus ojos.
-Necesito ir al baño y no puedo moverme- dije y ella asintió triste.
-Te han anestesiado- dijo y yo frincí el ceño confundida.
-¿Por qué?- pregunté.
-Cuando intentaban sacarte sangre para hacerte un análisis no parabas de moverte y decir incoherencias así que tuvieron que anestesiarte- dijo y yo fruncí más el ceño.
-¿Qué ha pasado? ¿qué tengo? -pregunté.
-Gisselle- dijo acercándose a mi y cogiéndome la mano- debes empezar a comer, si no vas a empeorar y lo que viene después es peor- dijo y mis voces empezaron a llenarme la cabeza, me solté de su mano y me lleve las manos a la cabeza por un acto reflejo de apartarlas.
"Si comes engordaras y te veras más fea aun-risas"
Esas risas, risas que me han perseguido toda la vida, conjunto de risas conocidas se habían posado en mi cabeza y cada vez que pienso en comida vienen y me taladran la cabeza.
-No tengo hambre- dije.
Ella negó con la cabeza y volvió a cogerme de la mano.
-Entonces me tengo que ver obligada a pincharte nutrientes- dijo y yo negué con la cabeza.
-No mas agujas, por favor- dije asustada y cansada de ser pinchada todos los días.
-Gisselle si no quiero perderte debo hacerlo, lo que estas haciendo con tu cuerpo no es bueno, no puedes estar sin comer, estas en los huesos- dijo y una lagrima recorrió su lindo rostro.- No quiero perderte cariño- lloro y me abrazo.
Odio ver a mis padres sufrir por mi culpa, odio verles derramar lagrimas por mi culpa, odio a saber que por mi culpa sufren y no están felices.
Yo no he elegido tener voces en la cabeza, yo no he escogido que las personas empezaran a odiarme y criticarme por un maldito fallo del pasado.
-Lo siento mamá- susurré con lagrimas en lo ojos y le devolví el abrazo.
-Alguien a venido a visitarte- dijo y mi corazón empezó a latir muy rápido, por miedo.
-¿Quién?- pregunté deseando que no diga esos nombres
-Alex- dijo y mi cuerpo se alivió al no oír esos terroríficos nombres.
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Voices
RomanceUna adolescente que sufre anorexia, es marginada en su colegio y casi siempre sufre bulliyng, sus padres intentan hacer todo lo posible para hacerla reaccionar. Dejar de comer y llorar todos los días en su habitación no serviría de nada. Ella simp...