Capitulo 10

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-NOOOOO PORFAVOR- gritaba mientras ellos seguían aprovechándose de mi, apretaba mis piernas para que el momento no llegara. Mis ojos no dejaban de llorar, el dolor interior de mi se hacia presente haciendo que me maree y sienta ganas de vomitar.

-Chicos- sono una voz autoritaria que hizo que los chicos pararan.- hoy no va a poder ser, tenemos algo que hacer- gruñeron y se levantaron. Yo no tenía el valor suficiente ni de levantar mi cabeza. Agarre mis piernas con mis delgados brazos y me encogí en la pared llorando y calentando mi cuerpo ahora semi desnudo.- toma- una mano sujetaba una chaqueta gruesa, levante la vista y lo vi, Jack me estaba pasando una chaqueta sin mirarme a los ojos. La cogi temblorosa y me la pase alrededor de mis hombros, el se dio media vuelta sin mirarme aun y salido.

-Jack- susurre antes de que el salga por la puerta- ¿no me ataras?- pregunte con voz inaudible.

-No, pero no te acostumbres- dijo con voz fuerte y dura- Esto acaba de empezar- advirtió y salió. Yo me quede acurruque mas y deje que mis lagrimas salgan haciendo que tranquilicen un poco mi pulso.

No quería recordar lo que ha pasado pero no puedo, las imágenes se plasmaban en mi cerebro haciéndome estremecer y que mi corazón tome un ritmo más fuerte. Perdí todo y mi virginidad es la única que tengo, aparte de mis padres, que aunque estemos muy alejados los quiero y sé que ellos estarán conmigo siempre.

Decido levantarme y ver donde estoy, pero nada mas levantarme un mareo se apoderó de mi haciéndome que vuelva a caer al suelo haciéndome daño en mi codo. Intento que el mareo se pase y cuando se pasa me vuelvo a levantar pero mis fuerzas nos son demasiadas para poder mantenerme en pie. Decido quedarme sentada donde estaba y dejarme llevar por mis voces.

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No se cuantos días o horas o semanas, pero se me ha hecho eterno el tiempo que llevo aquí, me gustaría beber agua o comer una barrita energética de las únicas que no me hace vomitar. No he dormido nada y me siento muy mal, mis mareos no se han ido, y no tengo fuerzas ni de pestañear. Me siento muy devastada y sin energía. Parece que he estado días corriendo sin parar. Mis ojos están medio cerrados pero sin cerrarse del todo, no puedo ni respirar.

-¿No respira?- oí una voz muy lejos.

-Si respira, pero su pulso es muy débil y su respiración también- oí una voz mas cerca que la primera.

-¿Nos vamos y la dejamos aquí?- preguntó la voz lejana.

-¿Estas loca? Es nuestra culpa no puedes irte tan fácil, asume las consecuencias- dijo la voz cercana, ya se que la lejana es chica por que dijo ella. Pero me cuesta abrir los ojos y las voces las oigo lejanas, muy lejanas.-Pásame la botella de agua- dijo la voz cercana.

-¿Que vas a hacer?- preguntó ella.

-Intentar despertarla, tal vez necesita energía- contestó.

-Eres idiota, te dije que teníamos que haber venido antes-dijo ella.

-Si veníamos antes sabrían que nosotros la tenemos, no ves que sus padres tiene policías vigilando y preguntando y buscando por todas partes, ¿no tienes cerebro o que?- preguntó y de repente sentí algo húmedo caerme por la cara, me moví un poco pero solo por lo fría que estaba. No podía moverme aun- se ha movido- dijo la voz masculina.

Forcé a mis ojos a abrirlos, estaba por conseguirlo hasta sentir un circulo húmedo en mis labios y luego un liquido sin sabor pasar a mi boca. Abrí los ojos de golpe pero sin moverme.

-MÍRALA A ABIERTO LOS OJOS- dijo Lol que es la que era la voz lejana. Jack se encontraba agachado a mi lado con una botella de agua en sus manos.

-Eres más débil de lo que creímos- dijo sonriente, Lol carraspeo haciendo que Jack se vuelva serio y se alejara de mi.

-Escúchame bonita- dijo Lol apuntándome- si crees que haciéndote la desmayada vamos a sacarte de aquí, estas muy equivocada. Aunque llamen a militares no van a encontrarte y si te encuentran te volveremos a secuestrar.

Siempre quise ser fuerte y valiente, siempre quise dar la cara a todos los que me han maltratado, siempre quise tratarles de la misma manera que ellos me han tratado. Pero no soy capaz, no soy capaz de ver el sufrimiento en sus ojos y seguir, no soy capaz de hacerles una vida miserable pudiendo tener una vida de ensueño.

Empezaron a murmurar algo inaudible mientras que yo me fijaba en el sitio en el que me encontraba, nunca me había fijado bien y ahora me doy cuenta que estoy en un tipo de garaje de mecánicos, hay manchas negras en el suelo, cadenas gruesas y oxidadas, alguna que otra rueda de coche por ahí tiradas. Todo el ligar era muy sucio y morboso. Si alguien pasa aquí un año o más sufriría una locura, se volvería loco hablando con las paredes y el suelo. Se nota que este lugar está fuera de la ciudad.

Se giran hacia mi y me miran fijamente.

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