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06࿔

-Pss, Beom, oye estoy hablando. -lo llamó An Yu-Jin entre susurros.

-Y yo estoy en clase, así que cierra la boca ya. -reprendió en el mismo tono.

Ella sólo rodó los ojos mientras seguía mirándolo.

Trataba de ser discreta, pues el profesor estaba en el aula, y se suponía que todos estaban trabajando, cosa que ella no hacía.

Beomgyu daba discretas miradas a la castaña, ya que tuvo que sentarse en los últimos asientos, y para colmo, estaba sola.

Ella también miraba al castaño cuando podía, y le regalaba sonrisas cuando sus miradas llegaban a encontrarse. Ella no estaba molesta, había sido amable, pero sí estaba inconforme de que sus actos no hayan sido correspondidos como esperaba...

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-Y también visité Italia durante las vacaciones, luego visitamos París, ahí viven mis tíos políticos, pero aún así me aman. -contaba An Yu-Jin con presunción.

-Noona, ¿por qué la invitaron? -preguntó el más joven en un susurro a la castaña.

-Llegó sola mi pequeño Kai. -contestó en un suspiro.

Los demás chicos sonreían incómodos, pues aquella conversación no era algo que les interesara o beneficiara saber.

Digamos que todos la ignoraban, pero aún así no era un ambiente agradable.

La castaña pudo ver a Sehun pasar junto a su mesa, pero sólo desvió la mirada, pero sabía cómo era, volvería a insistir tarde o temprano, y ella rogaba porque fuera tarde.

Pero una presencia más apareció en la mesa, llevándose la completa atención.

-Hola, creo que no nos conocemos. -habló el alto peliplateado con una sonrisa en los labios.

La castaña miró a sus amigos queriendo una explicación, la cual ellos no podían dar.

-Ah, cierto, no nos conocemos. -y lo ignoró siguiendo con su ególatra conversación.

-Me llamo Lee Dong-min, pero todos me dicen Cha EunWoo, pero puedes llamarme como me gustes. -volvió a hablar.

La más baja rodó los ojos y lo miró.

-Ahora que lo sé puedes irte, estoy hablando con mis amigos. -se quejó volviendo a lo suyo.

El más alto suspiró rendido y se alejó de allí, sin dirigirle ni una palabra más a nadie.

Mientras tanto la castaña tenía una crisis existencial, ¿¡Quién demonios rechazaría a Cha EunWoo?!

Por otro lado, los chicos se miraban con cara de: Ni siquiera somos amigos, está loca.

Beomgyu notó a su amiga a punto de explotar de incomprensión, y se limitó a tomar su mano para acariciarla, mientras seguía comiendo.

Su piel se erizó al sentir el cálido tacto del castaño, pero trató de relajarse y no matar a Yu-Jin por rechazar al "Amor de su vida".

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-El palacio de Gyeongbok es el más grande de los cinco grandes palacios construido durante la dinastía Joseon. -explicaba su profesor de historia mientras caminaba frente al salón.

Beomgyu miraba como la castaña mordía su lápiz buscando concentrarse y memorizar un poco de lo que el hombre decía, y esperaba que lo estuviera logrando.

Mientras tanto, An Yu-Jin recortaba algunos papeles de colores, buscando matar tiempo.

Y antes de que el timbre sonara, su profesor habló otra vez.

-Para la próxima clase, harán una exposición en parejas sobre el tema de hoy muchachos, los dejaré escoger su compañero sólo por esta vez.

Y muchos alumnos levantaron la mano para hablar, incluido Beomgyu, era obvio que pediría estar con la castaña.

-Joven Choi, adelante. -pidió el hombre.

-Lo haré con-

-¡Conmigo! -interrumpió Yu-Jin.

El castaño de inmediato iba a dar su queja, pero el maestro habló antes.

-Bien joven Choi, me alegra que esté siendo amable con los nuevos, sigamos con las parejas.

Y de nuevo la más baja se ganó una mirada molesta de Beomgyu.

No pudo defenderse, explotaría y tendría un castigo, algo que evidentemente no quería.

Pareja por pareja fue nombrada, y sólo faltaba la castaña.

-Señorita Hwang, ¿no tiene pareja? -y ella negó un poco incómoda.

Cabe resaltar que Yu-Jin estaba más que satisfecha con eso, pero no se preparó para lo que seguía.

-Señorita Hwang, puede unirse al equipo del joven Choi y de An. -ordenó y la chica asintió, mientras An hacía una cara de indignación total.

Beomgyu quizo reír por su gesto, pero también porque estaba feliz de que no tendría que convivir con la presumida muchacha.

"Puedes estar lejos de mis ojos, pero no de mis pensamientos..."