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11࿔

"Me gusta An Yu-Jin"

Estúpido, ¿¡NO SE TE OCURRIÓ ALGO MÁS?!

—¿Te gusto Beomie? —preguntó la más baja con ilusión.

Todos ya estaban en la cocina, algunos en shook, y otros confundidos, y Yu-Jin llena de ilusiones.

El castaño asintió, incómodo, arrepentido y sintiendo cómo la mencionada se abrazaba a él, con cariño y una sonrisa.

La castaña miraba todo, congelada, sin saber cómo reaccionar.

Su boca sólo se abría para hablar, pero nada salía, y es que no había nada por decir.

Todos se miraron confundidos al ver cómo la chica tomaba sus cosas, y simplemente desaparecía por la puerta.

—Es lo más inteligente que haz hecho. Te felicito. —habló YeonJun, con notorio fastidio, volviendo su camino a la sala, siendo seguido por los demás.

—Te espero allá para ver la película Beomie. —le dijo la más baja, poniéndose de puntillas para dar un beso en su mejilla.

Él ni siquiera lo notó, estaba tan absorto y se sentía tan tonto, que lo que pasaba a su alrededor no era de su interés.

Dejó su espalda resbalar por la barra de la cocina, ocultando su cara entre sus rodillas, ahogando un suspiro.

Mientras tanto, la castaña ya estaba en su casa, echada en el sillón. Se sentía extraña, y un nudo en su garganta y estómago la consumía.

¿De verdad? Entre todas las chicas del mundo, ¿tenía que ser ella?

Lo tenía decidido, An Yu-Jin no le agradaba nada, absolutamente nada.

Una de sus manos apretó su pecho, por un intenso y molesto dolor en este.

Sus ojos se inundaron de lágrimas contenidas, y ella las dejó salir.

No entendía por qué aquello la afectaba tanto, él era un hermano, como un integrante más de la familia, no lo veía con otros ojos, o eso quería pensar.

—Llegué enana. —habló su rubio hermano cerrando la puerta tras él, quedándose quieto al ver a su hermana así.

Se acercó más, confirmando que, en efecto, estaba llorando.

—¿Qué pasó? —preguntó algo alterado, y ella se levantó para abrazarlo, siendo correspondida, mientras sus lágrimas mojaba la camiseta del más alto.

Un sollozo escapó de sus labios involuntariamente, y seguido de ello, muchos más.

—¿Qué pasa nena? ¿Fue Sehun? ¿Eunwoo? —preguntó, pero no tenía respuesta.

Acaricio su espalda, dejando que se tranquilizara antes de poder contarle, definitivamente le rompería la cara a quien haya hecho llorar a su hermanita...

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—¿Más tranquila? —le cuestionó sentándose a su lado, luego de que la castaña consumiera unos tres platos de helado.

Ella asintió, sorbiendo su nariz con más calma.

—Beomgyu, él me-

—¡¿Qué?! ¿Qué fue lo que te hizo? —preguntó con la respiración agitada por la molestia, esperaba eso de todos, menos del castaño.

—Cálmate HyunJin, no fue... No fue nada grave. —habló en un murmuro.

—Bien, pero quiero saber qué pasó. —insistió más tranquilo.

—Bueno hay, una chica en mi clase, y no le agrado para nada. —dijo en explicación. —A ella, evidentemente le gusta Beomgyu, pero no creí que a él igual le atrajera... —continuó, pausando para respirar.

—¿Te gusta? ¿Por eso llorabas? —preguntó insistente.

—Al parecer sí... Pero no entiendo por qué me dolió, él es como un hermano. Tal vez porque ella no me agrada. —justificó para sí misma en voz alta.

HyunJin apretó los labios. No es como si no hubiese notado que aquel castaño quería algo más con su hermana desde hace ya tiempo, y en parte le emocionaba el hecho de que tal vez la atracción fuera mutua.

—Bien... Imaginemos lo siguiente: Beomgyu actúa como estúpido, ¿no?, y por esa estupidez en su cabeza, en realidad dice que le gusta alguien más, pero en realidad le gustas tú, ¿qué pasaría? —terminó de hablar.

La chica parpadeó unas cuantas veces, pero procesando todo aquello.

—N-no lo sé, sinceramente no lo sé. —contestó.

—¡Ahí está! —exclamó el rubio, asustándola. —Lo dudas, no estás segura de lo que realmente sientes.

Ella lo miró y lo pensó, quizá sí... Quizá no...

Pero lo que hizo fue asentir, si lo dudaba, era lo más probable, lo reconocía.

—Bien querida hermana, te ayudaré con eso. —dijo con una sonrisa.

—Pero a él le gus-

—¡Shh! Déjamelo a mí...

¿Qué podría salir mal?