Ganar tu Corazón

1. El inicio

Capítulo 1

Tres meses antes

La fuerte lluvia cae sin cesar, las gotas golpean con gran violencia y detallo detenidamente cómo se deslizan por mi ventana con gran intensidad.

Toda la tarde ha pasado lloviendo, por lo que es perfecto para acostarme en mi deliciosa cama y enrollarme bajo las cobijas. Así que me pongo cómoda, me coloco mis auriculares y pongo la canción «Good for you de Selena Gómez» una de mis canciones favoritas. Comienzo a cantar embozalada sin importarme quien me esté escuchando, aunque la única que podría hacerlo es mi madre.

Me quedó observando a Samy por largos segundos, el cual continúa durmiendo en su dulce camita, siempre ha sido un gato bastante tranquilo además de cariñoso. Mi papá me lo regalo cuando cumplí diez años y hasta la fecha ha estado conmigo incondicionalmente.

Estoy a punto de recostar mi cabeza en la almohada cuando de pronto la puerta de mi habitación se abre de golpe dejándome ver a mi mamá con sus manos en la cadera y con una expresión de enojo en su rostro.

—¿Mamá qué te pasa? —le preguntó con extrañeza mientras me quitó los auriculares.

—¡Elina llevó rato llamándote! —espeta con enfado—. Mañana te vas y tu aquí acostada en tu cama sin haber ordenado tus cosas.

Otra vez lo mismo.

—Faltan tres meses para iniciar la universidad, es muy pronto para irme —me impulsó para sentarme en la cama.

—Ya hablamos sobre eso, así que levántate y empieza a empacar tus cosas —agarra las cobijas y las jala con brusquedad.

—Desde qué esos hombres vinieron a la casa la semana pasada empezaste a estar extraña ¿Por qué mamá? —me levanto de mi cama y camino hacia ella—. ¿Qué relación tenía mi padre con esos hombres?

—No lo sé, ya te lo he dicho —dice nerviosa yendo hacia mi cama para desdoblar las cobijas.

—Mamá, esas personas llegaron a tumbar la casa y por poco nos matan —llevo una mano a la cabeza al recordar ese terrible momento.

Ella suspira antes de hablar.

—Yo les deje en claro que tu padre está muerto por lo tanto ya no vendrán más, así que empieza a empacar tus maletas, mañana temprano te vas y eso no está en discusión —dictamina con un tono incisivo caminando hacia la puerta.

La sigo con la mirada y niego con mi cabeza.

—¿Mamá? —susurró y ella detiene el paso, seguido de dar una fuerte exhalación se voltea—.¿Qué me estás ocultando? —su mirada va por unos segundos hacia el suelo, luego me observa y trata de sonreír.

—Todo está bien, no te preocupes.

¿Cómo puede estar todo bien con tantas mentiras a mi alrededor?

Desde la muerte de mi papá, ella se ha encargado de mantenerme al margen de todo y eso es una de las razones las cuales no entiendo.

Mi padre Horacio Sanders era el mejor del mundo, siempre hacia lo imposible por verme feliz, aunque algunas veces me haya comportado como una niña tonta y mimada, él constantemente cumplía mis caprichos sin ningún problema. Su muerte aún es algo desconocida para mí, según lo que mamá me contó unas personas del extranjero querían que mi papá hiciera negocios ilegales con ellos y cómo él se negó lo mataron por venganza.

¡Malditos!

Todos estos años he sufrido en silencio, su partida dejó un hueco enorme en mi corazón, por esa razón cada día qué pasa lo extraño más. Ocho años han pasado desde su fallecimiento y aún ronda la misma pregunta por mi cabeza ¿Cómo puede haber gente tan mala en este mundo? Ellos debieron respetar su decisión y no simplemente matarlo solo porque no quiso tener tratos con ellos, eso me parece algo insensato e inhumano porque no les importo separar a una familia ni arrebatarle la vida a una persona tan buena y honrada como lo era mi padre.