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Max Goof y Yakko Warner son actores y llevan una vida muy a parte de las películas/series, o bueno; más que nada Max. Solo que ambos trabajan para empresas con una marcada rivalidad.
¿Qué pasaría si estos dos se conocieran?
¿La vida de Yakko...
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一¿¡CÓMO QUE ME DEJARÁN SOLO!? ¡NO PUEDEN HACERME ESTO!
一Por última vez, no te dejaremos solo, Yakko... Solo ponemos las cartas sobre la mesa sobre lo que hiciste y sus consecuencias.
Frente a Yakko se encontraban un lobo de nombre Herb, una comadreja de nombre George y un cocodrilo llamado Jeremiah. Todos antropómorficos y bien trajeados con corbata y todo. El primero se trataba de su publicista, el segundo de su representante, y el último era su abogado.
Yakko odiaba estas cosas. La burocracia y esas mierdas... No podía entender como incluso en el mundo Toon existía toda esa clase de basura. Pero finalmente, era algo relacionado al "Mundo Toon", lo que lo tenía aquí ahora mismo, odiando a esos tres y a todo el mundo. ¡Él solo quería divertirse, no esto!
一No, vaya... Pues que ayuda... 一rodó los ojos el mayor de los Warner, cruzado de brazos.
Los tres sujetos en cuestión estaban de pie, rodeándolo. ¡"Acosándolo", pensó Yakko! Se sentía asfixiado ahí en esa lujosa oficina. El Animaniac era el único sentado, frente a un gran escritorio de madera. Y por todos los cielos ya quería irse de ahí.
───Escucha, Yakko, esto es serio ───habló el cocodrilo, su abogado───. Yo te voy a defender frente a ellos en la corte así tenga que mentir, con mi vida, lo sabes. Pero aquí te diré toda la mierda verdadera que te deba decir. Lo que hiciste estuvo mal, ¿Si?
───¡Y cuántas veces debo yo repetir que solo hacía lo que un Toon hace! ¡Todavía no entiendo que demonios pasó ni la gravedad del asunto!
Rara vez Yakko se exaltaba, pero ahora lo estaba. ¿Y cómo no estarlo? Nadie se dignaba siquiera a explicarle lo que carajos había pasado. Todo se sentía tan surreal.
Después del dramón en el supermercado, Yakko volvió cómodamente a Warnerstock, esta vez en un avión. Porque claro que tenía dinero para un boleto de avión pero no para ocho llantas de tractor sin descuento. No, para ello tenía que viajar hasta Disneyland.
Había visto a sus hermanos, quien de paso le reclamaron por no llevar nada de regreso y tuvo que comerse un batazo de su hermano Wakko. Algo que obviamente no había pasado a mayores, ¡JUSTO COMO SE SUPONE QUE DEBÍA SER!
Y ahora, al día siguiente, estaba en esa oficina por un llamado urgente que había recibido dónde habían mencionado al mismísimo Tobby Emerich, diciendo que necesitaban verlo urgentemente en la corporación. Carajo, seguro la cosa sí estaba seria.
Aún así, Yakko no se dignó a ir. Por lo que un par de enormes gorilas 一literalmente一, lo habían sacado amarrado de la torre directo hasta el edificio donde se encontraba ahora.
一Y heme aquí. Ese es el resumen 一miró a una cámara imaginaria diciendo esto.
Pensó que al pasar el día todo estaría bien y quedaría como un dramita y exageración del momento, pero no, no fue así. ¡Si al menos le dijeran bien porque ocurría toda esta mierda!
