Descontrol

460 32 1
                                    

SAMUEL

Es ella, clásica Carla, vuelve cuando menos lo espero y cuando menos la necesito.

-Sírveme otro, Omar – dije

-No es buena idea emborracharse, recuerda que con la que vas a irte a la casa es conmigo – susurra Ari

Rodea mi cuello con ambos brazos, pero no puedo dejar de mirar a Carla.

Omar me entrega la copa, pero no es suficiente.

-Deja la botella.

Omar rodea con ojos y haga lo que le digo.

-¿Qué hace ella acá? – sigo cuestionándome

-La imagine diferente.

Ignoro comentario de Ari, sigo mirando como habla con Guzmán, puedo ver que está feliz y contenta con su vida.

-Ha vuelto para joderme la vida – susurre

-Y a ti no te va importar porque estás conmigo, ¿no?

Asentí con cabeza, ella me abraza.

-¿Sabes que follamos bien, verdad? ¿Eso es lo que más importa en una relación, no crees?

Igual tiene razón, bebí demás y por eso estoy un poco alterado pero pronto se me pasara.

-Si, tienes razón.

Pongo mano sobre su nuca y le beso en labios.

Fue un poco incomodo besarla sabiendo que Carla esta acá, pero ella ni siquiera me mira.

¿Por qué coño no me mira?

¿Cuándo me va mirar?

¿Por qué me ignora tanto?

Esto debe ser whiskey hablando, que estoy completamente borracho.

-¿Quieres beber algo más? – pregunto Ari al acerarse a mi después de un buen rato bailando

-Creo que no me siento bien...

Sentí un gran malestar, tenía ganas de vomitar, un gran dolor de cabeza se apodera de mí y de nuevo cuando levanto cabeza le veo a Carla sola sentada por el bar.

-Toma esto...

Ari me dio una copa que no sabía de que es, quizás jugo.

-¿Qué es?

-Vino.

-Coño, Ari... que no puedo más, estoy muy mal.

-Tómalo y ya verás que todo estará bien, en cuestión de poco tiempo se sentirás mejor y así podemos ir a tu casa, terminar con lo que empezamos.

Me besa y se aleja.

Igual no es buena idea, pero voy a tener que beber, en otras circunstancias no lo haría.

CARLA

Samuel no me interesa ni en lo mas mínimo, la chica que está con él tampoco, es obvio que es una loca y muy mala, al parecer a Samuel eso le encanta. Lo único que pude ver es que va bebiendo demasiado y me gusta que anda sufriendo, aunque no creo que sufra el sino su puto ego.

Cuando entre al baño me encontré con el lamentablemente, parece que no podre huir antes de saludarlo, pero no me había visto. Lo vi lavando la cara y las manos, parece que está demasiado borracho.

Salí rápidamente, pero también oí las puertas y su puta voz.

-¿Carla?

Nada, pues voy a tener que dar vuelta y saludarlo, demonios...

-Hola.

-Hasta que por me saludas, ¿eh?

-¿Perdón?

-Andas huyendo de mí toda la noche, como si fuera un extranjero.

No pude creer lo que acaba de decir, espero que esta borracho y nada más.

Me acerque a él, reconozco que voy a tener que mandarlo a la mierda por estar hablándome así.

-¿Acaso te debo algo? – cuestione

-Un puto saludo...

-Yo no vine acá para hablar contigo, vine por cumpleaños de Guzmán, que es mi amigo de toda la vida.

Samuel empieza reírse, es descontrolado.

-¿Desde cuándo te importa alguien que no sea tu misma?

-Eres idiota.

-Y tú has venido solamente para joderme la vida aun más, como si no fue lo suficiente.

-Es increíble que estas tratando a parecer el inocente en todo, sobretodo después de lo que hiciste.

-¿Qué hice?

-No te hagas el tonto, que sigo odiándote como nunca antes.

Samuel sigue riéndose, de verdad no entiendo como puede ser tan imbécil.

-Todo estaba bien antes de que decidiste volver – susurra

-No quiero seguir hablando contigo y no quiero seguir viéndote la cara mientras sigo en Madrid, porque te juro que...

-¿Qué? ¿Qué vas a hacer?

Se acerco a mí, lleno de tensión y seriedad.

-Me has engañado.

-¿Yo?

-Has estado con esa... me engañaste.

-No estábamos juntos.

-Vale, es bueno saber que en tu cabeza no estábamos juntos cuando el día anterior habíamos hablado por el Skype, me dijiste... - baje la cabeza - ... ¿recuerdas lo que me dijiste?

-No sigas...

-Dijiste que jamás estarías con alguien, que nuestro amor es infinito.

-No estábamos juntos, Carla... vivíamos fantasía de un amor a distancia, pero...

-Eres más imbécil de lo que creí, después de esto no quiero volver a verte en la vida.

Empiezo caminar, el me sigue de nuevo, joder...

-¡Carla!

-¡Déjame!

Al fin me toma por el brazo, no me suelta...

-No te engañe...

No pensé mucho, le di una cachetada, por ahora será una pero tengo ganas de darle una buena hostia antes de volver irme de España.

Amor InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora