David

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SAMUEL

Hace días que lo mío con Carla ha terminado, parecía como una despedida pero no lo era, era todo menos una despedida. Lo que más me pone confundido es que hemos logrado iniciar una relación, una amistad  que nunca tuvimos.

Poco a poco he logrado ganar su confianza, es lo que más me importa, ahora solamente debería hacerle entender a Guzmán que no soy un hijo de puta, a el también le necesito.

Me fui al bar de Omar, me sentía bastante aburrido, cuando llame a Carla me dijo que podría pasar por su lugar si quería ver alguna película.

Lo nuestro parecía mas como una amistad que ocurre de repente, me confunde honestamente pero me gusta estar cerca de ella de nuevo.

-¿Otro más?

-Que va, esta vez no pienso emborracharme.

-¿Y eso?

-Quiero hacer las cosas bien, Omar... creo que por fin estoy ganando el perdón de Carla. También quiero hacer las paces con Guzmán, el...

-Hola, guapo.

Al oír la voz de Ari y al verla de verdad creo que simplemente no quería ni seguir con esta conversación.

-Te ves muy tenso, cariño.

-No me llamas así.

-¿Aun sigues tratando reconciliarte con ella?

-Sí y voy a conseguirlo.

-¿Quieres apostar?

¿De qué va esta tía?

-No ando de apuestas, hay cosas que son más reales y verdaderas, como era lo mío con Carla. Tú no lo puedes entender y siento mucha lástima por ti.

-¡No me puedes tratar así!

-Pues, lo estoy haciendo.

Me enoje mucho con ella, me levante y me fui a encontrarme con Carla, pero cuando otra persona abre las puertas quede confundido.

-Hola...

-Soy Marta.

-¿Carla esta acá?

-Entra, se fue a la tienda, ya regresara.

No sabía quién era esta chica, pero creo que la vi por su Instagram hace meses.

-Soy su amiga de Londres.

-Bien...

Quise decir varias cosas más, pero de repente oigo llanto del bebe.

¿Era cierto?

¿Era un bebe?

-Ay, no...

Ella empieza caminar rápidamente hacia la habitación, no entendí que demonios sucede así que le seguí y entre a la habitación donde vi el bebe en la cuña.

Supongo que es suyo, pero decidí ayudarla.

-Espera, te ayudo.

Tome el bebe en las manos y primero pensé que iba caer, pero al verlo más calmado sonreí.

-Es muy lindo.

-Tiene hambre, creo.

-Shhh...

-Se ve bien calmado en tus brazos.

-Si, no lo puedo creer, es que... jamás pensé que un bebe se sentiría así en mis brazos.

Creo que algún día podría imaginarme como padre, pero deje de pensar en esas cosas desde que Carla salió de mi vida, es la única mujer con la que podría tener una familia.

CARLA

Tuve que comprar algunas cosas para David, también no tenía mucha comida, así que me demoré un poco. Cuando volví no vi a Marta en el salón, suponía que está en la habitación con David.

-¿Marta?

Ella no responde nada, deje todas las cosas en la cocina.

-¿Marta?

-¡Estoy en la habitación!

Por fin responde, me dio un gran susto.

-Marta, compre...

Quede asustada al ver que Samuel también está aquí y además mirando al bebe con mucha ternura.

-¿Qué haces aquí?

-Marta me abrió las puertas.

-Por favor, vete...

Me estaba preocupando mucho, no quiero que Samuel termina descubriéndolo todo, por la cara que puso dudo mucho que ya sabía la verdad.

-Carla, ven un rato en la cocina.

No estaba segura si dejarlo con el bebe, al fin nos fuimos a la cocina.

-¿Qué coño has hecho, Marta?

-Baja la voz...

-¿Qué hace Samuel acá?

-Te estaba buscando.

-¿No le has dicho nada?

-Por supuesto que no, pero dentro de pocos segundos se encariño con el bebe, es cierto lo que dicen de esa conexión especial entre padres y bebes.

-No me jodas, es lo que menos me falta en este momento.

-¿Y si le digas ahora?

-No puedo.

-Pues, si tu no lo haces el va terminar descubriéndolo solo.

Volví a la habitación y vi como Samuel juega con David, le anima con un juguete que Marta me trajo de Londres.

-Ay, eres muy lindo – susurra

-¿Samuel?

El da vuelta, fijándose en mí.

-Ven, hablemos.

Marta quedo con David mientras nosotros dos nos fuimos al salón, no sabía ni como iniciar la conversación.

-El bebe de tu amiga es una ternura, es tan dulce, tan lindo, no lo puedo creer.

-Si, el bebe de... mi amiga.

-¿De qué querías hablar?

-Vamos a tener que dejar la película para otro día, ¿te parece?

-¿Todo bien?

Asentí con cabeza, no puedo mirarlo en los ojos y mentirlo.

-Me gustaría quedar un rato mas y jugar con el bebe, es tan lindo y tan pequeño, te dan ganas de pasar todo el día con él.

Esta situación se va empeorando, voy a tener que contarle todo en pocos días, ya que esta mentira no va poder seguir así toda la vida.

Amor InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora