-Coláste Deliah- //L.S//

Chapter 23

Harry se removió entre las sabanas al haber oído un ruido, al conseguir una posición cómoda sintió un peso sobre su cuerpo, el cual reconoció al instante.

–Lou?– con un brazo rodeó la cintura del castaño, este se encogió ante las caricias que el de ojos verdes le proporcionaba –Qué sucede?– su voz aún sonaba un poco ronca.

El de ojos azules seguía sin responder nada, por lo que el de rizos se destapó un poco para así poder cubrir al contrario. Louis escondió su rostro en el cuello del menor haciendo que este sintiera un cosquilleo, debido a un fría nariz.

La habitación estaba en completo silencio y no había rastro de luz alguna. Era domingo, un día en el que Harry aprovechaba para dormir un poco más.

–Lamento esto– logró decir en un susurro al sentir un poco de tranquilidad. El hecho de que Harry estuviera abrazándolo lograba relajarlo.

–No te preocupes– respondió aun con sus ojos cerrados –Cómo te ha ido con tu familia?–

Largó un suspiro pesado antes de responder –Mal, peor de lo que nunca hubiera imaginado– no se atrevía a abrir sus ojos por el miedo de que al hacerlo sus lagrimas cayeran.

–Lo entiendo– siguió con las caricias –Si quieres contarme, sabes que voy a escucharte– mantuvo su tono bajo –Has visto a tus hermanas? Cómo estaban ellas?–

–Esa es la cosa, ellas no han venido hoy– respondió con desgano –Solo Mark, mamá y ese amigo del que te hablé hace tiempo vinieron– explicó.

–Quien es Mark?– se atrevió a preguntar, tenía su ceño fruncido. Ya había oído ese nombre antes, pero nunca supo de quien se trataba.

–Mark es...– se frenó a sí mismo para suspirar –Es la pareja de mi madre y el padre de mis hermanas– se incorporó un poco para encender la lámpara que estaba cerca de la cama del rizado –Se que quizá es un poco confuso y quizá a ti ni siquiera te interese...– fue interrumpido.

–No digas eso Lou– reprochó intentando acostumbrarse a la luz –Si me interesa, cualquier cosa que quieras contarme va a ser importante para mí, siempre– se sincero con media sonrisa.

Louis sonrió de lado –Bien, esto es así– comenzó –Mi padre abandonó a mamá unos meses antes de que naciera, por lo que mi primer año pasé con mi madre y mi nana– hizo una leve pausa para respirar –Mamá conoció a Mark por aquellos tiempos y él siempre tomó el papel de padre, incluso al haber pasado poco tiempo de conocerme–

El rizado escuchaba con suma atención –Como Mark me cuidaba tanto, y prácticamente vivía con nosotros, mamá y él decidieron que usara su apellido. Si, estuve casi 3 años sin apellido– decía con ironía –Mi abuela quería verme, por lo que estuve dos años en Puerto Rico, viviendo con ella. Al volver me llevé la sorpresa de que tenía una hermanita de un año y otra viniendo en camino–

Aquello último hizo sonreír a Harry, cada cosa que el ojiazul le decía lograba sorprenderlo, en un buen sentido.

–Estuve otros dos años viviendo con mamá, mis nuevas hermanas y Mark. Una mañana llegó una carta desde Francia, era de mi padre– bajó su mirada y volvió a recostarse en el pecho del rizado –Él quería que fuera a vivir allí unos años, a lo que dije que sí. Así fue con 7 años me fui a Francia, donde tuve que aprender todo de cero– volvió a cerrar sus ojos al sentir las caricias del menos sobre su cabello –En esos años recibía varias cartas de mamá, y ya habiendo pasado tres años, volví por la reciente noticia que volvería a tener hermanas– sonrió al recordar aquel emocionante momento.

–En esos tres años, mi padre me enseñó todo de Francia. Quería que me quedase con él y hasta me dijo que podría usar su apellido, pero yo quería volver– su tono cambió a uno de frustración –Mi padre se enfadó por eso, ese mismo día que le pedí volver, el mismo me envió de regreso a Inglaterra y nunca más supe nada de él–