Chapter 32

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Buenas, nuevamente estoy para dar un pequeño aviso antes de leer el capítulo. El mismo hace mención a un hecho ocurrido en Argentina, uno el cual fue muy trágico y que hasta día de hoy se siguen intentando encontrar a aquellas personas que fueron cruelmente alejadas de su familia. Como siempre, no va con intención de ofender a nadie, porque como dije, es un tema delicado y soy consciente de que puede haber alguien que tiene un acercamiento a la situación. 

Si tienen algo para aportar, opinión, critica constructiva, lo que sea, ya saben que me lo pueden hacer saber. Sin mas que decir, espero disfruten el capítulo.

-.-.-


–Cali, esto no está bien– decía en tono bajo el rizado –Y si mejor volvemos al cuarto? Ya falta poco para la cena– intentó volver a convencerla.

–Shh– le hizo la seña causando que el otro dejase de hablar al instante –Si alguno de los dos se quiere volver, se vuelve, porque yo hasta que no sepa que mierda está pasando no voy a volver al cuarto– su tono era bajo, pero aun así no perdía el reproche en su voz. Se había volteado a ver al par y su ceño estaba fruncido.

–Yo te sigo, Cali– afirmó en el mismo tono el rubio.

El menor de los tres se dio por vencido soltando un suspiro, por lo que siguieron caminando por aquel largo pasillo. Al llegar a la última puerta, la cual estaba levemente abierta, decidieron adentrarse a un cuarto que estaba al lado de esa habitación.

Se trataba de un cuarto el cual poseía diferentes objetos o prendas de ropa. Al ser solo para eso, las paredes que compartía con el cuarto de su abuela, eran finas. Todo estaba oscuro, pero al acercarse a la pared correcta, fue que empezaron a oír –Te parece que sea buena idea decirles?– esa era la voz de un hombre, gruesa y sonaba un poco desgastada.

–Cómo no hacerlo? Es de nuestra familia, Diego!– y aquella voz, la cual sonaba desesperada, le pertenecía a la abuela Haide.

Tanto Niall como Harry se miraron con sorpresa, pero Cali, a diferencia del par, solo intentó seguir escuchando más de aquella conversación.

–Tranquila, mujer– exclamó el contrario –Tenemos que tener cuidado con lo que decimos, sabes que tanto para George como para Julián y Jackson es alguien muy importante en sus vidas. Ya los conoces y lo primero que van a querer hacer es viajar a Argentina y es lo último que quiero para ellos–

–Te entiendo, Diego, pero esto no es algo que nos guardemos así como así. Sus padres están alterados y ya no saben qué hacer, viajaré en dos días e intentaré hacer algo– razonaba, al parecer estaba caminado por la habitación, ya que se escuchaba el sonido de sus tacos contra el suelo.

–Haide, ya te dije que eso no va a ser bueno. No sabes con que vas a encontrarte ahí...– el hombre se vio interrumpido.

–Esa fue una de las razones por las cuales ya no estamos junto, Diego– decía la rubia con algo de nostalgia –Preferís esperar, pero la espera es mucha y estamos hablando de nuestra familia–

Se escuchó un suspiro por parte del contrario –No es que no me preocupe por mi familia, solo digo que todo es muy peligroso y en una de esas solo por mirar un milico te hace algo– su tono había bajado un poco –Dejame viajar con vos, solo por precaución, o hablalo con alguno así te acompaña–

–No sé, lo veré luego, ahora vamos que ya deben haber llegado todos– cambió de tema rotundamente –Vamos, porque yo, mala anfitriona, no soy– la puerta de su cuarto terminó de abrirse por completo.

A continuación lo único que se escucharon eran los pasos de ambos adultos bajando por las escaleras, por lo que los tres adolecentes decidieron aguardar unos minutos, solo por si acaso.

-Coláste Deliah- //L.S//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora