Chapter 3

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Eran alrededor de las 04:30 de la mañana y un ojiazul se había despertado. Cualquiera pensaría que era por los nervios de los primeros días fuera de su casa, pero no era así. Louis era una persona de sueño muy pesado. No podía volver a conciliar el sueño, su cabeza iba a mil.

Tratando de hacer el menor ruido posible, agarró su mochila, se calzó sus zapatillas y buscó su llave. Abrió la puerta y se dirigió para la biblioteca. 

Al llegar, vio que no era el único que un sábado en la madrugada iba a la biblioteca a "estudiar", o quizá solo se habían quedado leyendo alguna historia sin ser conscientes de la hora. Caminó por los pasillos entre las estanterías, hasta que notó una mesa bien alejada, por lo que se acercó a ella, se sentó, tomó su cuaderno y empezó.

-.-

El reloj ya marcaba las 8 en punto y un rubio estaba esperando a que le abrieran la puerta después de haber estado llamando por unos 5 minutos.

–Buen día!– saludó cuando un rizado, el cual se veía muy adormilado, le abrió.

–Cómo haces para estar de tan buen humor tan temprano?– le preguntó la chica mientas se sentaba en su cama.

–Se llama no ser una amarga– le dedicó una sonrisa dulce.

–Disculpame, alegría a la vida, mira quién habla– exclamó mientras veía como el rubio se sentaba en el borde de la cama –Que yo me acuerde, el amargado eras vos cuando te iba a visitar y encima te llevaba regalos–

–No empiecen a discutir– dijo el menor de los 3 con leve fastidio en su voz antes de volver a recostarse en su cama.

–Por cierto, dónde está Louis?– preguntó el rubio sin encontrar al castaño por el cuarto.

–Se despertó muy temprano y se fue, no le pregunte porque eran como las 5 de la mañana mas o menos– respondió la de ojos cafés mientras estiraba sus brazos.

–Quizá sigue intranquilo con esto de los trabajos. Tanto Zayn como Louis, han estando con una carga de estrés muy alta– habló nuevamente el de ojos celestes –Bien, vamos a desayunar?–

Los 3 adolescentes se encontraban yendo directo hacia las escaleras, cuando la castaña frenó al rizado para pedirle que buscara a Louis para desayunar. A este no le quedó de otra y fue para la biblioteca.

Al llegar, a primera vista vio un par de alumnos que estaban guardando sus cosas, pero Louis no era ninguno de ellos. Se metió entre las estanterías y solo se le ocurrió la mesa que siempre estaba sola, la más alejada y efectivamente, a quien buscaba, estaba ahí. Dormido, con los brazos sobre la mesa y su cabeza recostada en ellos.

Se acercó y lo llamó una vez –Louis– y nada, sin respuesta.

Se sentó en la silla que estaba al lado de la del castaño. Lo tomó del hombro con suavidad, lo movió un poco y volvió a llamarlo –Louis, Louis– el mencionado giró lentamente hacia donde lo llamaban empezando a abrir sus ojos.

Poco a poco, el azul se cruzó con el verde de quien lo había despertado. Y fue ahí que cayó en cuenta, se había quedado dormido mientras leía, sabía que debía tener unas ojeras bastante marcadas –Qué pasó?– preguntó mientras se iba incorporando.

El de ojos verdes tardó unos segundos en responder –Al parecer te quedaste dormido, pero ya es la hora del desayuno– entonces el castaño empezó a buscar su mochila –Qué hacías tú aquí?– volvió a hablar al verlo guardar sus objetos.

El castaño se quedó callado por un momento, no sabía si decirle la verdad o mentirle –Me desvelé y creí que sería mejor si adelantaba algo– en parte era verdad pero no era completamente sincero, pero, quien lo juzgaba? No lo conocía.

-Coláste Deliah- //L.S//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora