━━ ⦗ falling! ⦘
❝ ayudar a un
amigo siempre
es un buen negocio. ❞
███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚
en otro año escolar, la chica de
hufflepuff fue sorprendida por una
desesperada súplica...
━━━━━━━━━━━━ CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO FIESTA DE CUMPLEAÑOS. ━━━━━━━━━━━━
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SENTADOS EN LAS VASTAS ESCALERAS DE MÁRMOL QUE CONDUCÍAN directamente a la puerta del Gran Comedor, los cuatro chicos de Gryffindor, conocidos como los merodeadores, estaban ajenos y disfrutaban de su tiempo libre entre clases diarias. Peter y Remus estaban terminando una tarea de Encantamientos, Sirius leía un pergamino arrugado y James observaba el movimiento en el vestíbulo.
―¿Qué es eso?―preguntó James, mirando a Sirius leer la carta en sus manos.
―Una carta de la dama desprovista de cordura.―Sirius soltó una risa débil mineras que James frunció el ceño, confundido.―Mi madre.
―¿Qué quiere ella contigo?
―No tengo ni idea.―Sirius se encogió de hombros e hizo una bola la carta.―Piensa rápido.
Con la agilidad para seguir el ritmo de su amigo, el chico de cabello ligeramente despeinado tomó la pequeña bola de pergamino con su mano derecha.
―Deshazte de eso.―gruñó Sirius.
―Está bien.―contestó James.―Aunque puedo asegurarte que ni la basura quiere esta carta.
―No leí lo que ella escribió.―admitió Sirius.
―Hiciste bien.―James puso una mano en el hombro de su mejor amigo.―Dile a mi mamá si te hace sentir mal. Euphemia Potter irá de caza.
Desde el día en que Sirius decidió huir de la residencia ancestral en el número doce de Grimmauld Place, había vivido con James y su familia. Los consideraba su familia adoptiva. Euphemia Potter era como la madre que nunca tuvo la oportunidad de tener en su vida, una madre cariñosa y acogedora.
Sirius exhaló un suspiro de alivio solo al recordar que Euphemia le había garantizado la máxima protección contra los actos de su madre.
―Sería divertido ver a tu madre peleando con ella.―Sirius se mordió el labio, pensativo, luego abrió mucho los ojos.―Por Merlín.
―¿Qué sucedió?―Remus preguntó, sin apartar los ojos del pergamino en su regazo.
―¿Hoy no es el cumpleaños de tu hermana?―preguntó.―Aún no hemos empezado a preparar las cosas para la fiesta.
―No habrá fiesta.―Remus comentó.―Aún no han terminado las clases.
―Dijiste que haríamos algo.―le recordó James.
―No dije nada.―Remus frunció el ceño. Levantó la cabeza y notó que James y Sirius se miraban con ojos llenos de confusión.―Sirius te mintió.
―¡Yo no hice nada!―el chico protestó, levantando las manos en el aire en señal de rendición.―Solo dije que tal vez nos dejarías saltarnos las clases para planear la fiesta.
