3

330 27 7
                                        

Estabas acostada en la tina del baño, disfrutabas del  agua caliente mientras te relajabas.

- dios, deberían de asaltar más al presidente de la compañía, hace meses no descansaba dos días seguidos.

Estabas agradecida, pero aún tenías una inquietud, los policías pasaban por tu calle más seguido, pero no parecía que pasara algo alarmante.

Después de ese baño relajante, te alistarse para salir de compras, hace meses no lo hacías así que ya no tenías nada que comer.

Tomaste tu cartera y la guardaste en tu mini machila, lista para salir te miraste por última vez en el espejo, acomodaste un mechón de pelo que siempre te desobedeció, y saliste.

Tomaste el camión y llegaste una hora después el dentro comercial, no era una dona de lujo como el central de la ciudad, este era para las personas de bajos recursos, así que los policías abundaban en cada esquina, ya que solían robar y pelear mucho por ahí.

-bien, ahora veamos la lista.

Sacaste una papel con algunas cosas anotadas, y comenzaste con la larga lista.

-----------------------------
A lo lejos un chico de ojos verdes miraba cada paso que dabas.

- chicos está en el supermercado, tengan listo el auto.

- exelente, y dime jefe que le aremos, la asustaremos o si le aremos algo más grave???

- leo, cállate y trae el auto, don, dónde estás?

- en la salida, espero tu señal.

Los chicos esperaron pacientemente a que salieras del lugar, no podían atacarte adentro, así que tenían que esperar a que salieras.

Pasaron las horas y Leonardo se comenzaba a desesperar, el día estaba caloroso, así que estar dentro del carro era una tortura

- ya casi sale la maldita o acaso le están cultivando lo que sea que esté comprando???

- paciencia, apenas está saliendo, así que atento.

Y si, te encontrabas saliendo por fin de aquella mini tienda, tenías unas cuantas compras, ya que al parecer te avían quitado el sueldo de esos dos días que no habías ido  al trabajo.

- rayos, y ahora que are...

Decías estresada, pues apenas te alcanzo para comprar algunas pastas.

Comenzaste a caminar a la salida, consentrava en como racionar la comida para sobrevivir esa semana, pero de pronto, sentías una mirada fija así que volteaste.

En el lugar no había nadie, así que pensaste que era tu imaginación, pero aún así te sentías en peligro, caminaste más rápido, pero comenzaron a sonar pasos que cada ves se hacían más fuertes, indicando que se hacercaba cada ves más a ti.

Cuando sentías que estabas perdida te deteniste y te encogistr de hombros. Asustada cerraste los ojos, pero no pasó nada, los pasos pasaron y se fueron alejando, era alguien más corriendo.

Soltaste aire, la tensión se disipó en tu interior, y pensaste que tal ves ya te estabas volviendo loca, comenzaste a caminar de nuevo, la parada de camiones ya se veía a lo lejos así que está ves ibas más despacio, asta que. Sentiste como alguien te tomaba de los brazos y te aprisionaba a su pecho, y con su otra mano te ponía un pañuelo, sabías que no decías de olerlo, pero no eres buena aguantando la respiración, así que al final sediste, quedándote dormida.

El chico morado, te cargo rápido, ya que el auto manejado por el menor casi los arrolla, ya que se estacionó bruscamente a su lado.

- Bien, ya tenemos a la bella durmiente, vamos nos hermanos hay que largarnos de este lugar.

Decía el de azul golpeando un poco la puerta desde fuera.

Al llegar a la casa de las tortugas, te acostaron en un sillón que tenían, y te ataron de pies y manos, ese trabajo se lo dejaron a leo, pero al ver la forma en que lo hizo, don y Raph solo lo golpearon en la cabeza y te desataron de esa forma tan pervertida.

- vamos, nunca iba poder salir de esos nudos por qué no les gusto???

- ella está aquí para brindar información, no para satisfacer tu apetito sexual leo.

- hey por lo menos que ella decida, digo yo.

- Leo ve a ver si ya puso la marrana quieres?

Leo finjio estar indignado y se fue, dejando solos a los mayor de todos.

Tardaste en despertar, al parecer abías olido de más, así que cuando por fin abriste los ojos no entendías que abia pasado. Hasta que los viste. Una tortugas mutantes enfrente de ti.

- Bien miren, ya despertaste, valla será lindo torturarte si no cooperas linda.

- leo cállate ya.

- .... Son ustedes.... Los ladrones de bancos?

- en teoría, somos una parte de ellos corazón, pero me saltaré la precentacion ya que sabes eso, ahora queremos que nos ayudes a ayudarte.

Decía el de azul, que cada ves se acercaba más a ti. Tu te alejabas lo que podías, pues aún no te enteras de que estabas atada.

- ayudarme..... Que.., pero que, desate me ahora mismo, dónde estoy?, Que hicieron conmigo?

- no, no te diré, y aún nada si es lo que te preocupa.

-que quieren de mi?

De pronto el de rojo comenzó a hablar de una forma más seria.

- información, mira no nos andamos con rodeos, tú trabajas ahí, nosotros necesitamos algo que tu jefe tiene, y nos serías de mucha ayuda.

- que te hace pensar que te ayudaré, no soy una ladrona y menos una criminal.

- lo sabemos, pero mira en la situación en la que estás, atada, en un barrio en no sé dónde, en tu situación pe daría antes de hablar.

- no les ayudaré.

- segura?, Mira no se que te han dicho pero tú jefe no es un bombón andante, y creo que lo sabes muy bien.

- si, lo se, pero no robaré nada, no soy ladrona.

- mira niña solo tienes que hacernos este pequeño favor, y si te portas bien, te recompenzaremos después.

- Lee mis labios chico rudo, NO TE AYUDARE!!!

El de rojo se levantó de su asiento y se acercó a ti, en realidad tenía un aspecto bastante rebelde, y comenzaba a darte miedo, al estar enfrente de ti levanto tu barbilla

- bueno, si no me ayudas, no me quede de otra que desaserme de tu existencia linda.

Al escucharlo, tus ojos se abrieron como platos

- espera que?

- mikey, ya sabes dónde echarla.

El de naranja se puso frente a ti y te cargo como un costal de papas, era bastante brusco. Así que te novias lo que podías para que te soltará, pero su agarre era más fuerte.

- espera que me aran!!!, No me maten por favor!!!

El de rojo, parecía ser el líder, y al escucharte se joto un poco.

- entonces, si nos ayudarás?

Tragaste saliva, estabas contra la espada y la pared, así que no contestaste.

- sabes te dejare pensarlo en estos días, mikey déjala en el cuarto frío, la veremos en 3 días.

- que esperen, no!!!, No puedes, espera!!!!.

El chico que te cargaba camino un poco más allá de la casa, y te aventó en medio de un cuarto, era un congelador, de esos que usaban las carnicerías para mantener la carne fresca, el no dijo nada solo se fue, aún que le pedías piedad, no te escucho y cerró la puerta, dejándote en la oscuridad.

Amor silencioso ( tu y Donatello)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora