Capítulo 9

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No paso mucho tiempo para que Jeno despertara, siendo aproximadamente las tres de la tarde cuando sintió su celular vibrar en su bolsillo. Con lentitud sacó el aparato telefónico para no despertar al bonito omega que aún dormía entre sus brazos, viendo como un correo académico le llego a su bandeja de entrada. En el se leía la justificación de su profesor para el día siguiente, pues por lo previsto no podría asistir por problemas personales. Aquello le parecía perfecto al alfa, así tendría más tiempo para completar su tarea de Fotografía conceptual y de preguntarle al omega si podía ser su modelo para aquel trabajo.


Continuo bajando por la barra de notificaciones, topándose pronto con unos mensajes que Hyunjin le había enviado por KakaoTalk, preguntando acerca de su conocimiento por el paradero de su menor. Jeno le contestó con la verdad y preguntó el porque del aroma a enojo que había percibido cuando llegó, siendo contestado con un simple "Después te digo. Dile a Nana que vuelva a casa"


Bajó su celular dejándolo en la mesita a un lado del omega, procurando no rozarlo para no perturbar su sueño. Jeno se acomodó de vuelta en la cama, girando su cuerpo para quedar de frente con Jaemin, notando como sus esponjosos labios se juntaban de vez en cuando tratando de formular oraciones silenciosas y como sus ojos se apretaban en un ceño fruncido.


— ¿Qué estarás soñando, cachorrito? — suspiró, acariciando una de las sonrosadas mejillas para tratar de tranquilizar al agitado omega. Terminó por apegarlo a su pecho cuando comenzó a escuchar sollozos y quejas. — Nana.. ¿Qué es lo que esta pasando?


La tranquilidad momentánea que había logrado otorgarle al más pequeño no duro mucho.


Jaemin comenzó a llorar desgarradoramente entre sus brazos, tantas lagrimas caían de sus parpados cerrados que Jeno comenzaba a pensar que algo lo estaba lastimando. Y el alfa estaba en lo correcto, a Jaemin los recuerdos de un pasado que quería olvidar lo estaban torturando en sus sueños, sin dejarlo descansar correctamente y alterando su respiración.


— Nana.. — lo zarandeó con suavidad, con miedo de asustarlo aún más de lo que parecía ya estarlo. — Bebé...  — se comenzó a desesperar al no lograr que Jaemin reaccionara.


Su corazón también comenzó a acelerar sus latidos por la preocupación, juraba que el también se largaría a llorar ahí mismo. Así que con todo el dolor de su pecho, porque el se había prometido jamás hacerle algo como eso a otro lobo, mucho menos a un omega, tomó una bocanada de aire antes de pronunciar: — Omega, despierta.

𝙔𝙚𝙡𝙡𝙤𝙬   •°  𝚗𝚘𝚖𝚒𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora