◐ No seas tonto, Jaemin. ¿Cómo pretendes huir de un pasado cuando estás atado a él? ¿Acaso buscas sufrir? La marca en tu propio cuello es la prueba fehaciente de que es imposible ◑
ᵎᵎ 𝘭𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦 𝘢𝘥𝘷𝘪𝘤𝘦𝘴𓂅♡
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Hyunjin sabia que algo había sucedido desde el momento en que Jaemin llegó a casa acompañado por Jeno y no pudo evitar imaginarse cosas que no debería al notar el vestuario que su hermano estaba utilizando. Vestuario que veces anteriores le había pedido como préstamo a Jeno, pero que este le negaba al declararlo "su favorito". No pudo evitar cruzar sus brazos y alzar una de sus cejas cuando ambos estuvieron frente a la puerta, solo quitando aquella posición para hacerse a un lado y dejarlos pasar al interior del hogar.
— No es lo que piensas — aclaró Jeno desde el comienzo, sintiendo la quemazón en su nuca debido a la intensa mirada que estaba recibiendo por parte del contrario.
— ¿Y que es lo que supuestamente pienso? — Hyunjin cerró la puerta y se volteó a observar detenidamente el cuerpo de su hermano, quedándose más del tiempo necesario en el cuello expuesto, y no satisfecho con esto se acercó a olfatear a Jaemin.
— ¿Qué-? ¡Hyunjin! — la cabeza del omega se inclino inevitablemente hasta el lado que estaba siendo olfateado por su hermano. Le estaba provocando cosquillas, sobre todo al escuchar como Hyunjin resoplaba cerca de su oído — ¡Ya!
Hyunjin se separo de su cuerpo aún con su expresión de duda. No podía sentir el aroma que solía quedar en un omega apareado, pero eso no quitaba el hecho de que su hermanito estaba cubierto por el aroma del alfa que ahora se rascaba el cuello al haber sido descubierto.
— Ustedes durmieron en la misma cama. — inquirió, siendo interrumpido por la voz de Jaemin diciendo su nombre totalmente avergonzado y con sus orejas coloradas a más no poder — Quiero saber el por qué.
Avergonzados y todo ambos se observaron a los ojos. Los ojos de Jaemin parecieron temblar ante la silenciosa interrogante hecha por Jeno, por lo que este volteó a ver a Hyunjin para darle más tiempo al nervioso omega.
— Primero hay algo que necesito hablar contigo — le dijo acercándose a él, para luego tomar su antebrazo y jalarlo en dirección a las escaleras.
— No, primero necesito...
— ¡No seas terco y ven! — le interrumpió el pelinegro, jalándolo esta vez con más fuerza. Hyunjin no pudiendo evitar el soltar un leve gruñido ante la orden dirigida hacia él, en su propio territorio. — ¡Calla perro!
— ¡Espero sepas que tu también eres uno, idiota! — susurró la ultima parte.
