Capítulo 24

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Jeno dejo su casa cuando ya era tarde y después de haber pasado el día viendo películas en la sala de estar. Durante la mañana habían ido a desayunar a una bonita cafetería un poco lejos de sus casas. Jeno se presentó frente a su puerta y esperó por él cuando corrió escaleras arriba a arreglarse. Jaemin subió al auto del alfa después de quejarse por no haber sido avisado antes.


El alfa sonreía más seguido que nunca, incluso mientras ordenaba lo que tomarían no dejaba de sonreír. De cierta forma le hacía parecer un niño pequeño, irradiando ternura por donde lo miraras y contagiándolo de la misma energía.


Estar con él durante todo el día, sabiendo que ambos se gustan es algo difícil. Sentía esa necesidad de besarlo cada vez que podía y de tomar su mano, pero también tenía miedo de las miradas de los demás. Lo había experimentado antes y por ello ahora temía de lo que son capaz las personas cuando algo no les agrada.


Mientras caminaban de vuelta al auto su mano fue tomada y sus dedos entrelazados, con pánico observó a su alrededor, atento de cualquier persona que se acercará. No podía evitarlo. Tener estos momentos con el alfa en soledad o con personas de confianza era una cosa, pero el hacerlo mientras estaban rodeados de desconocidos con quien sabe que mentalidades le asustaba.


Jeno tironeo de él cuando inconscientemente el omega comenzó a quedar tras su espalda. Estaba nervioso, podía sentirlo, así que antes de subirse al auto deicidio apoyar su cuerpo en la puerta del conductor, acercando al omega por la cintura.


— Se lo que estas pensando, pero mientras yo esté nada ocurrirá ¿Esta bien? — dulcemente beso la punta de la nariz del omega, sacándolo inmediatamente de sus pensamientos. Jaemin se avergonzó por verse descubierto y apoyo su frente sobre el hombro del alfa, inhalando su aroma para tranquilizarse.


Quien diría que eso seria todo lo que necesitaba para sentirse más seguro.


— ¿Estás bien ahora?


— Si — murmuro quedamente. El aroma de Jeno deteniendo lentamente cualquier pensamiento que no fuera el alfa frente a él.


— Mmm — murmuró ante la ternura que le causaba. Estaba feliz de que el omega no se cerrará a las conversaciones y no se alejara debido a sus pensamientos. Se notaba que estaba haciendo un esfuerzo por no guardarse las cosas para si mismo. — No me convences. Quizá si me das un besito te crea.


Fue inmediato el golpe que recibió en su costilla.


𝙔𝙚𝙡𝙡𝙤𝙬   •°  𝚗𝚘𝚖𝚒𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora