Prologo: De cero...

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Todo es tu culpa... 

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El baño de mujeres se encontraba cercado por cintas rojas y amarillas. Todo el instituto estaba al tanto de lo acontecido hace unas horas atrás. Los policías se encontraban alrededor de lo que sería el cadáver de una adolescente al igual que el cuerpo de investigación. El repentino asesinato de aquella estudiante dejó a todos los ciudadanos del pequeño pueblo de Konoha en total perplejidad. Y en especial porque todos conocían a Akimichi Chouchou y el hecho de que ahora estaba cubierta de un charco de sangre no dejaba de ser extraordinario.

Y en un pueblo tan pequeño como ese todos se habían enterado a la brevedad y parecían igual de consternados, con excepción de Boruto Uzumaki, quien a pesar de ser un alumno ejemplar, solo conocía a Shikadai ya que era el hijo de un compañero de su padre. Llevaba viviendo allí hace tres meses junto con su madre y su hermana y ni siquiera entendía por qué había tanta conmoción.

Tampoco se hubiera dado cuenta de la noticia si no fuera porque uno de sus compañeros había compartido el enlace al grupo de Whatsapp. A penas entró al colegio ese día todo era un revuelto. No tuvo tiempo ni de ponerse a pensar cómo le había afectado que ya todos estaban comentando sobre el hecho. Shikadai no dejaba de hacerles cuestionamientos al mal funcionamiento de la escuela. Boruto solo escuchaba mientras terminaba de abrir su casillero.

—Entonces, ¿no saben quién es el culpable?—preguntó el rubio sin parecer importarle. Su amigo no lo tomó bien.

—¿En serio no te preocupa lo que acaba de pasar? Incluso yo sería el desinteresado en estas situaciones.

Boruto enarcó una ceja sin entender su queja:

—Ni siquiera estaba en nuestra clase y sabes que llevo poco viviendo aquí. No conozco a todos los estudiantes de la escuela—el pelinegro lo interrumpió.

—Era la mejor amiga de Sarada. Quién sabe cómo estará con todo esto....

Boruto reaccionó en cuanto escuchó su nombre. Desde que había iniciado las clases solo le interesaba su presencia. Y el hecho de que la chica fuera un total enigma, le generaba más curiosidad.

—No sabía eso.

—Tampoco es que fuera tan sociable—añadió Shikadai y dio por finalizado la conversación para entrar a clases.

La última frase de su amigo lo dejó pensando. ¿A qué se refería? Era cierto que Sarada era una chica poco sociable, pero entendía que como todos los adolescentes, podía tener sus propios problemas. No obstante la curiosidad le ganaba. ¿Cómo podía acercarse a ella para conocerla más? Pocos minutos de que la clase había comenzado, el profesor que estaba a cargo de su salón, les informó que por tres días no tendrían clases debido a las investigaciones que tenían que hacerse en la institución. Antes de dar por finalizado el comunicado, les hizo una pregunta general:

—¿Alguno ha visto o ha sabido algo referido al posible asesino de Akimichi Chouchou?

Un silencio inundó la habitación. Parecía que nadie quería hablar o ni siquiera tenían idea de lo que estaba preguntando el profesor Konohamaru.

—Bien, si alguno ha visto, sabe o tiene alguna pista sobre los últimos movimientos de su compañera, necesitamos que se acerquen a la estación policial para dar los testimonios. Nadie los obligará, y necesitarán permiso de sus padres para ello, pero no puedo dejar de recordarles que este es un acontecimiento poco usual y todos estamos bajo sospecha.

Otra vez un silencio perpetuó el salón. Boruto quería dar su opinión pero pronto se dio cuenta que sería inútil si ni siquiera conocía el pasado de aquella chica. Para él era extraño y más si se trataba de un asesinato de tales características. ¿Qué podría opinar? Pues nada relevante, así que se limitó a permanecer callado al igual que sus compañeros. Konohamaru dio el último comunicado:

—Uchiha guarda tus cosas y sígueme a la sala de profesores. Necesito hacerte unas preguntas.

El rubio volteó hacia ella, la expresión inerte en su rostro no le pudo advertir nada más que una simple molestia. Guardó sus cosas y se colgó el morral en su hombro. Caminó apresurada hasta la puerta y siguió al profesor. ¿Qué habrían hablado? Se preguntó Boruto. Decidió que ese día comenzaría a acercarse. Estaba dispuesto a conocerla y no quería que Shikadai fuera el único que compartiera sus tardes en ese aburrido pueblo. Como no quería asustarla prefirió esperarla en la entrada del colegio hasta que saliera de la reunión con el profesor. Eso sucedió una hora y media después. Al divisarla se interpuso en su camino mostrándole la mejor de sus sonrisas.

—Hola, Soy Uzumaki Boruto. Estaba esperándote para ...—ella lo interrumpió.

—No soy quién crees que soy—le respondió mientras continuaba su camino—. Y por si no lo notaste, en este momento, no estoy de humor para socializar con extranjeros.

Su actitud no fue la mejor. Lo entendía. ¿A quién se le ocurría intentar hablarle a una persona que atravesaba un duelo? Pues a él. Suspiró.


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NOTA:

Algo corto, pero decidí comenzar con esta historia mientras me vienen las ideas para My Little Puppet, espero tampoco me trabe con esta XD

Disfruten <3

Corazón Perdido (BoruSara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora