Capítulo 15

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Lisa se estiró satisfecha y somnolienta, despertando de una duermevela en la que había caído después de que Jungkook le hiciera el amor a conciencia

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Lisa se estiró satisfecha y somnolienta, despertando de una duermevela en la que había caído después de que Jungkook le hiciera el amor a conciencia.

Él sonrió al verla estirarse y su miembro volvió a ponerse firme cuando, involuntariamente, ella se restregó contra él.

Llevaba poco menos de una hora observándola dormir acurrucada en su cama y, sus suaves ronquidos, sus labios entreabiertos y su cabello esparcido sobre la almohada lo habían hipnotizado, impidiéndole dormir.

Cuando finalmente la había convencido de continuar con su relación, había sido aún más sencillo convencerla de acompañarle a su casa.

Tyler dormía en casa de Mang, así que no tenía sentido que fueran al taller, que seguramente se habría vuelto gélido al haber Jungkook apagado el calefactor que había tenido abierto mientras le esperaba.

—¿Qué haces? —preguntó la chica en voz baja cuando se encontró su rostro observándola con atención.

—Te observo —reconoció él dedicándole una sonrisa cegadora.

—¿Por qué? —preguntó ella sonrojándose vergonzosa, a la vez que estiraba la manta para cubrir por completo su cuerpo desnudo.

—Porque eres preciosa —reconoció él volviendo a tirar de la manta alejándola de ella para revelar sus pechos desnudos.

—No lo soy —discutió sintiéndose tímida y avergonzada.

—No voy a discutir contigo por eso. Y deja ya de cubrirte con la manta —ordenó risueño antes de acostarse sobre ella y encajarse entre sus piernas —¿Aún tomas la píldora? —preguntó mientras colaba su erección entre los pliegues femeninos.

—Lo hago —reconoció ella separando las piernas para acogerlo.

—Quiero hacértelo sin preservativo. ¿Está bien para ti?

—Sí —aceptó con regocijo.

—Estoy limpio —aseguró él, aunque ella confiara lo suficiente él como para que no le hiciera falta su aclaración.

—Lo sé, también yo lo estoy.

—Lo sé —reconoció él demostrándole su confianza al enterrarse profundamente en su cuerpo.

Ese voto de confianza que Jungkook depositó en ella en ese momento, hizo más por su corazón maltratado que cualquier otro gesto que alguien hubiese podido tener para con ella en su vida.

Y cuando finalmente él volcó su abundante semilla en las puertas de su útero, todos los meses de humillaciones y palabras de odio y rencor que Jungkook le había dirigido, quedaron definitivamente en el olvido.

Y cuando finalmente él volcó su abundante semilla en las puertas de su útero, todos los meses de humillaciones y palabras de odio y rencor que Jungkook le había dirigido, quedaron definitivamente en el olvido

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Noт мy Fαυlт | Lιzĸooĸ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora